WALTER GROPIUS / HANS SCHAROUN - SIEDLUNG SIEMENSSTADT
ARQUITECTOS WALTER GROPUIS Y HANS SCHAROUN
SIEDLUNG SIEMENSSTADT
POR: PAOLA ANDREA IZQUIERDO
Vivienda Social Alemana: Búsqueda de un refugio Posbélico
Foto tomada de: http://wiki.ead.pucv.cl/index.php/Estudio_Conjuntos_Habitacionales_/_Caso:_Conjunto_Siemensstadt,_Alemania
En la imagen seleccionada, se puede apreciar un fragmento de la obra de
vivienda de Walter Gropius construida entre 1929-1931 en este barrio alemán.
Al ser un bloque de apartamentos, la composición general se caracteriza por
poseer un ritmo y repetición bastante obvios, las viviendas comparten una misma
ubicación lineal a lo largo de una calle tanto peatonal como vehicular,
facilitando el acceso de los residentes y su rápido transporte hogar-trabajo
trabajo-hogar (teniendo en cuenta que estos se encontraban a una gran
distancia, la proximidad a las vías de transporte era indispensable), ideal
para el modelo de vida del trabajador que dominaba en esta época. Igualmente se
puede concluir que por separado las áreas habitables eran bastante pequeñas,
probablemente proyectadas para ser habitadas por familias con hijos y de un
estrato social medio.
Cuenta con una única entrada comunal, aparentemente conectada con el bloque
de escaleras y abierto por medio de un gran portón a una ampliación del andén,
libre de la franja de arbustos que en el resto del edificio, otorga mayor
intimidad (a pesar de su estrechez) a los apartamentos adyacentes.
La construcción remata con una serie de apartamentos que se extienden hacia
unas terrazas bastante amplias y que pretenden de alguna manera romper con la
monotonía que se ve a lo largo todo el conjunto, además de contar con una
puerta de acceso comunal a cada una de ellas, para que de ese modo los
habitantes pudieran tener un espacio de esparcimiento desvinculado del concepto
de calle que en el ámbito social de la época era un ambiente considerado como
ajetreado y de algún modo desprotegido de la sensación tensa propia de este
periodo posbélico.
Por último, es preciso decir que ante la falta aparente de edificaciones
mayores o patrones urbanos a su alrededor, este bloque de viviendas fue ubicado
en un área de suburbios separada del centro de la ciudad, y mostrando al
proyecto como una respuesta asequible a una comunidad predominante de empleados
de empresas de producción que tras la primera guerra mundial, enfrentaron
dificultades económicas y colaboraron a la sectorización urbana[1].
[1]
Escuela superior de arquitectura, Universidad de Navarra,“Modelos alemanes e
italianos para España en la postguerra”,2004, Actas de congreso internacional,
pág. 225
Walter Gropuis: De la Bauhaus a el Siedlung
A inicios de su carrera como
arquitecto, Walter Gropius (1883-1969) fue inmensamente influenciado por otros grandes
exponentes del nuevo movimiento cultural y de diseño denominado racionalismo
arquitectónico, que estaba teniendo lugar en la Europa, y posteriormente
Norteamérica, de comienzos del siglo XX.
Su temprano comienzo en el
despacho de Peter Behrens, dotó a este arquitecto de ideas revolucionarias de
diseño que pretendían hacer confluir la
idea de arte artesanal, junto con la producción en masa, objetivo principal de
la Deustcher Werkbund (de la cual hizo parte), además de un concepto
compositivo meramente relacionado con los avances industriales de la época, y
los cambios socioculturales consecuentes de ello. Con ejemplos tan precisos
como la famosa fabrica de turbinas AEG de este, quien sería sin lugar a duda su
mayor influencia y que llevaron a Gropius a construir un pensamiento de diseño
exterior “limpio”, con una redundancia excesivamente estructural, minimalista y
unos elementos acordes con la aparición de nuevos materiales de construcción,
se puede fácilmente crear un paralelo con obras como su Fabrica Fagus de 1910,
donde ya evidencia los postulados de esta “nueva arquitectura”.
Igualmente su trabajo con
Behrens, le permitió compartir de sus ideas y consideraciones, junto con
grandes maestros de la arquitectura moderna, tales como Adolf Meyer, Mies Van
der Rohe y Le Corbusier, que no solo inspiraron su estilo y sus nuevos
intereses en obras de importancia tanto urbana como social (influencia venida
mayormente de Le Corbusier, con quien en además pudo compartir las ideas
respectivas a los bloques de vivienda en 1923), sino que del mismo modo y junto
con su previo paso por la Deustcher Werbund, la Sächsischen Kunstgewerbeschule
y la Sächsischen Hochschule für bildene Kunst, lo llevaron a crear su propia
escuela de diseño : La Bauhaus, donde, como planteaba en reciente papel de
artista moderno, se buscaba penetrar en la vida del nuevo tipo de personas, con
sus nuevas características, deberes y necesidades, desde los detalles
cotidianos mas simples, hasta el mas amplio contexto urbano, siempre siguiendo
la línea de pensamiento de estas escuelas previas, tanto el principio original
de la misma : “La forma sigue la función”[1].
Gropius desarrollo
rápidamente un estilo propio positivista acerca de la construcción de vivienda
social, basado en preceptos bastante parecidos a los de Le Corbusier en el
momento, lo cual generó tanto críticas como reconocimiento por parate del medio
artístico, que dejaban en claro un desagrado con el excesivo cumplimiento de la
arquitectura resultante después de la función y el practicismo.
Y así con un estilo
arquitectónico debidamente formado, con las influencias de los postulados de
otros exponentes de la nueva
arquitectura, su experiencia en la Bauhaus (y lo que de esta devino) y el
contexto histórico de un periodo de comienzo de guerra, Gropius comenzó a
mostrar una mayor preocupación por asuntos sociales, por lo que, y aprovechando
para evitar problemas con el régimen nazi, se dedico a la construcción de
bloques de vivienda (como el Siedlung Siemensstadt) que reúnen todas aquellas
ideas y reflejos de la importancia de una “industria artística”, que él fue
recogiendo a lo largo de su carrera.
Finalmente, después de haber
tenido que dejar Europa a causa de la Segunda Guerra mundial, trasladó a los
Estados Unidos, los conocimientos que ahora lo convertían en lo que alguna vez
fue Le Corbusier, Meyer o Behrens para él: un maestro de la arquitectura moderna.
Construyó algunas obras que reflejaron todos sus postulados y los compartió en
su labor como, entre otras instituciones, de Harvard, y fundador de la TAC.
Walter
Gropius con algunos de sus colegas de la Bauhaus, entre ellos
Kandinsky y Klee (1926)
Foto
tomada de:
http://www.guardian.co.uk/artanddesign/2012/apr/27/bauhaus-art-as-life-barbican
[1]
GROPIUS Walter, The new architecture and the bauhaus, citado en “Los principios
de la arquitectura moderna: Sobre la nueva tradición del siglo XX” de Christian
Norberg, 2005, pág.31.
Siedlung Siemensstadt: El reflejo social del Arte Moderno
En un periodo de tiempo posterior
a las armas, los bombardeos y las muertes, la tensión entre los países europeos
aún se hacía sentir; el clímax de competencia invadía la mentalidad
capitalista, que bajo los nuevos preceptos de la industrialización, regía el que
ahora podía ser llamado mundo moderno, y que marcaba el punto de partida al
planteamiento de soluciones que mejoraran la calidad de vida de los
trabajadores, la de todos aquellos que en busca de su bienestar, se desplazaron
a las grandes ciudades, se acoplaron a un estilo de vida autómata y terminaron
por encontrar, bajo cinturones enteros de pobreza y hacinamiento, todo lo
contrario a lo que buscaban.
Así, y como producto del trabajo
multidisciplinario conjunto entre el gobierno y las asociaciones artísticas que
acogían a muchos de los grandes maestros de la arquitectura y las nuevas ideas
de arte y tipificación, tales como la Werkbund o la misma escuela de la
Bauhaus, surgió la vivienda social; una respuesta sistemática y absolutamente
influenciada por los conceptos de producción en masa, que sirvió, en el caso de
la Alemania de los años treinta, de modelo para el desarrollo de los
Siedlungen, barrios residenciales proyectados para configurar un contexto
urbano innovador y repetitivo, donde se pudieran ubicar a los empleados y a las
familias de ese mundo industrial, que si bien había revolucionado a manera de
concebir las producciones de todo tipo, también había degenerado los valores
propios de la sociedad.
Siendo director de la Bauhaus,
miembro de la Werkbund, y poseyendo tantos importantes contactos directos con
arquitectos modernos enfocados en el desarrollo de la vivienda tipificada
(tales como Mies Van Der Rohe, Adolf Meyer, Ernst May con su plan urbano para
Frankfurt, Otto Wagner con su plan para Berlín, Le Corbusier con el desarrollo
de su idea de la Cité Radieuse, entre otros), que su labor docente le permitía
tejer, Walter Gropius se perfiló como uno de los principales exponentes de la
nueva arquitectura social alemana, que pretendía llevar a cabo la construcción
de viviendas mínimas que cumpliesen satisfactoriamente con las necesidades
básicas para un nivel de vida digno e igual para todos (idea básica del existensminimum), con el menor costo
posible, buscado desde la misma disposición de los equipamentos, hasta la de
sus materiales, en aras de sacar el mejor y mayor provecho de ellos.
Como producto de esto, los
Siedlungen proyectados por este arquitecto (así como Torten o Siemensstadt), se
caracterizaron por esquemas puramente tipificados y estandarizados , donde se
cumplían con los postulados de ahorro económico, cumplimiento de sanidad y los
nuevos modelos urbanos resultantes, que generaban tejidos homogéneos y excesivamente similares
entre ellos, donde se hacía bastante evidente el movimiento racionalista y
lógico bajo el cual no solo la arquitectura, sino mas bien, las artes en
general, se estaban llevando a cabo.
La imagen de artista, estaba
siendo sujeto de una metamorfosis, ahora este no era concebido como un
artesano, cuyas obras eran singulares e irrepetibles, sino como otro producto
de la vida industrial, un generador de objetos y espacios “tipo”, un peón de las maquinas, de la búsqueda por una misma vida
para todos, desarrollada de una misma manera, con las mismas cosas , los mismos
estándares de existencia que arquitectos como Le Corbusier, Meyer y el mismo
Gropius, tan desesperadamente buscaban establecer y seguir al pie de la letra,
para resolver de una vez por todas el problema de la vivienda, de la manera mas
sencilla, tanto de concebir como de desarrollar, condiciones idénticas para
todos, la utopía del habitar en el justo espacio requerido, con las justas
condiciones requeridas, ni mas ni menos que eso.
Pero entonces era propio
preguntarse acerca de ¿que había sido de el artista?, ¿en que se había
convertido?, en palabras de Meyer, estaría tal vez la respuesta mas clara y
precisa a estos interrogantes, “¿El arquitecto? Antes era un artista y ahora se
está convirtiendo en un especialista en organización […] construir es sólo
organización: organización social, técnica, económica y mental”[1]; y
así es, la labor del arquitecto se transformó, a diferencia de lo que solía
ser, en buscar respuestas prácticas a problemas comunes del habitar, dejó de
lado la parte puramente artística y un tanto poética que encerraba su oficio,
para dedicarse, tal y como Gropius lo hizo, a solucionar el tema del habitar,
desde una perspectiva un tanto mas ajena, mas general, incluso podría decirse,
con características mas urbanas que arquitectónicas para grandes masas de
personas a las cuales no se les pretendía ofrecer soluciones singulares y
adaptadas a las particularidades, sino, mas bien, soluciones generales,
industriales, apersónales.
Las posturas un tanto radicales
que Gropius, aunque tal vez no tanto como Le Corbusier, proponía y
ejemplificaba en sus Siedlungen, no tardaron en dividir las opiniones del
entorno, a su favor las aseveraciones de Friedberger que expresaban la
imposibilidad de existencia de una “vivienda sentimental” frente a unas claras leyes económicas de mayor peso y
que hacía utópica la realización de la vivienda propia singular dentro del
contexto; y por otro lado, las críticas (referidas específicamente a la construcción
de uno de sus Siedlungen) de Bruno Taut y Otto Wagner que establecieron,
teniendo en cuenta y aportando de mayor importancia el ámbito económico, “el
propósito no es agrandar las ventanas y ahorrar espacio, sino para aumentar el
poder adquisitivo de las familias mediante el levantamiento de sus ingresos y
la reducción del precio de la vivienda,(…) además la reducción de las rentas depende más de las
tasas de interés que los costos de la construcción”[2];
así, con dos contrapartes conscientes del marco en el cual se desarrollaban grandes
urbanizaciones como la Siemensstadt, se configuró rápidamente un ambiente de
inconformidad con la tipificación que en proyectos como este se veía, y que
probablemente relegaba la arquitectura al cumplimiento teórico de unos
preceptos utópicos de estandarización del concepto de vivienda, dejando a un
lado el valor propio de la misma, la calidad artística e individual que
caracteriza una obra de arte, y que, si bien no se esta afirmando es
inexistente en obras como esta (condición que sería imposible de lograr, debido
a las mismas influencias particulares sobre las cuales se diseña cualquier
ejercicio arquitectónico), si se deja en un segundo plano, descartando muchas
de las necesidades particulares de sus diferentes emplazamientos, para pensar
en un contexto un tanto mas urbano siguiendo parámetros de repetición y pauta.
Para Gropius esta críticas solo eran
excusas para reafirmar su punto de vista, el mismo que tanto ejerció durante su
paso por la Bauhaus y que le permitió convencer acerca de la “evolución “ del
arte hacia un reconocimiento mayor, de mano con la industrialización , con tal
de mejorar y simplificar la vida de las personas; dijo así: “no ha de temerse que
la tipificación pueda coartar al individuo, al igual que no se ha de que un
dictado impuesto por la moda pueda conducir a la uniformización completa del
vestir”[3],
dando a entender que si bien la tipificación es una herramienta moderna del
diseño sobre la cual él se permitía apoyarse, no significaba la pérdida de la
sensibilidad arquitectónica ante las singularidades estéticas y ambientales.
Así, en conclusión, cabe
mencionar que si bien la participación de Gropius en el diseño de Siedlungen
tales como el Siemensstadt si estuvo
netamente marcada por una continúa tipificación de los detalles tanto
arquitectónicos como generales, esta no significó la perdida total de la
sensibilidad artística que aparentemente se daba en la realización de obras de
este tipo (sin embargo si su crucial transformación); además de que por haber
estado complementada por los componentes de los otros arquitectos participantes
(Henning, Forbat, Scharoun, Bartning), no restó al proyecto la diversidad de
tipologías de diseño, que contrarrestaba
las posturas un tanto radicales y teóricas que caracterizaban el
pensamiento acerca de la vivienda social del exdirector de la Bauhaus, y que
generaban por su parte, posturas críticas igualmente radicales como la de Adolf
Behne, quien con una perspectiva si bien consciente, no muy practica, acerca de
la realidad económica y social del momento, afirmaba acerca del conjunto
Siemensstadt : “todo el barrio parece estar en vías de ferrocarril, para poner
a los hombres mecánicamente en las cajas no es el urbanismo”[4].
Bibliografía General
Trabajos:
·
PEREZ Igualada Javier, “Manzanas, bloques y
casas: Formas construídas y formas del suelo en la ciudad contemporánea”, 2005,
Ed. Universidad Politécnica de Valencia
·
Anotacion “Vivienda popular en el movimiento
moderno”, http://www.aq.upm.es/Departamentos/Composicion/webcompo/webcnotas/pdfs/CN7_1_Vivienda%20Popular.pdf
·
MONTANER Jose Maria, “Textos de la arquitectura
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·
LEJEUNE
Jean-François, “Modern cities”, 1996, Ed. Bourd
·
NY,
Modern museum of art, “Art in Our Time: An Exhibition to Celebrate the Tenth
Anniversary of the Museum of Modern Art and the Opening of Its New Building,
Held at the Time of the New York World's Fair”, Número 20, 1939, Ed. Ayer
Publishing
·
ARENAS Luis, “La casa como gesto: la
arquitectura en Wittgenstein y en el neopositivismo vienés”, Ed. Universidad de
Zaragoza
[1] Meyer, H., (1928), “Bauen”,
en Bauhaus, n.º 2/4, cit. en Whitford (1984).
[2] M. Steimann, CIAM Dokumente
1928-1939, (Basel & Stuttgart 1979)
[3]
Walter Gropius, cit. en Maldonado, 1993, El
diseño reconsiderado, Barcelona: Gustavo Gili.
[4] W Nerdinger, Walter Gropius Op.Cit.,
pág. 34 De Adolf Behne, “Dammerstock”, Die
Form, 1930
Linea del Tiempo
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