EL FALANSTERIO
POR: JUAN SEBASTÍAN GÓMEZ RODRÍGUEZ
La Historia de un Taciturno
Charles Fourier nació en Besançon, Francia el 7 de abril de 1772 en una familia burguesa dedicada al comercio. Desde su infancia repudio el comercio y a pesar de que quiso huir de esto cómo joven de 17 años, desde que murió su padre cuando el tenia 9 años y en que, en el testamento le condiciona su herencia a su profesión, el de ser comerciante, no tuvo más opciones que este oficio, viviendo como agente, mercante, cajero y otros posibles sinónimos, pero escribiendo y pensando sus teorías a pesar de ello. Hasta la edad de 21 años Charles erró, huyendo de Besançon y viajando por Francia y Europa como agente viajero, para reclamar así su parte, regresando a la casa de su madre. Se fue para Lyon en donde planeaba invertirla, pero la rebelión de Lyon en plena revolución le quito todo obligándolo a combatir en el ejército de la convención, además de luego ser amenazado y casi condenado a la guillotina, volvió luego a Besançon donde fue enlistado en el ejército revolucionario y solo hasta 1796 se le concede una licencia. Estos hechos le generaron horror hacia la revolución y hacia la violencia, considerándose desde entonces pacifista.[1]
Luego de la revolución francesa, la economía va a cambiar drásticamente y el ambiente social estuvo embravecido condenado a la guillotina a muchos nobles y comerciantes (Charles también estuvo amenazado), pero cabe destacar que en el caos social y económico producido; las crisis, las estafas y las usura tomaron fuerza, siendo un entorno favorable para comerciantes y prestamistas, quienes van a adquirir poder lucrándose de la especulación. Los más desfavorecidos eran entonces los ya muy pobres campesinos y los obreros industriales (proletariado), siendo continuamente asediados por la supuesta escases y precios absurdos. Charles como viajero en su juventud, y agente comercial durante gran parte de su vida vivió directamente los saqueos e injusticias emanantes de estas condiciones que favorecían neciamente a solo algunos propietarios y acaudalados, como por ejemplo:”Por orden de los jefes de la firma en la que trabajaba, debió participar en la destrucción de un cargamento de arroz que sus patrones habían dejado pudrirse, para impedir que cayeran los precios.”[2], esto influyo en su concepción de un sistema social en donde las injusticias y la violencia no tuvieran lugar.
Termino de concebir el falansterio en 1820, como sistema social y en donde se reflejaban sus 35 años de dedicación, y se dedicaría desde entonces a encontrar un candidato de la fundación la cual lo hiciera posible. Vivía en estos años (y los siguientes hasta su muerte) “en un modesto apartamento en la calle Saint-Pierre-Montmartre (hoy dia calle Paul-Lelonog)”[3], en donde tenía el habito de estar siempre en su casa a las 12 en punto, luego de mandar copias del ensayo del Falansterio; En donde en sus cartas los citaba a llegar allí si estaban interesados en el proyecto.
Sus lecturas eran universales, considerando sus estudios en el liceo de Besançon que lo instruye mayormente en humanidades y su aprendizaje autodidacta. En sus textos había citas a Moliere, Bacon, Voltaire, Rousseau, etc.; pero despreciaba de cierta manera la filosofía, sobre todo la de sus contemporáneos, en desacuerdo arbitrario a Saint-Simon y a Owen, pero sin llegar a entender la filosofía de Kant. Aun así reunía información, la cual pudiera tomar utilidad en su obra, así “iba todos los días a pasarse una hora o dos en el gabinete de lectura de la Rotonda del Palais Royal”[4] y aunque los periódicos lo satirizaban y caricaturizaban ”en el año de 1830,salía diariamente, a una hora fija, de su modesto alojamiento, y se iba por la calle de Notre-Dame-des-Victoires y la calle de los Petits-Champes a un café del Palais Royal, para leer unos periódicos mientras bebía su café”[5]
Pero aunque los intentos de aplicar su sistema hayan terminado en un fracaso dramático, este utopista, que en relación con un contexto social y económico en donde las contradicciones se empezaban a ver de la forma como hoy se entiende una modernidad, tuvo la suficiente imaginación como para crear y la audacia para hacer frente a una sociedad injusta, así estuviera fuera de lugar. Incluso la historia se encargo de reivindicarlo, como se observa en la foto, erigiendo en su memoria y la de su obra, un monumento en los bulevares parisinos, captando la semblanza de este taciturno soñador, aunque hoy en día sea recuerdo de aquella escultura de bronce y la forma de expresar este monumento haya cambiado hacia el lugar que este hacé, en la esquina del Boulevard Clichy.
[1] Base este primer párrafo en el segundo capítulo que lleva el título
“la vida de Fourier”; Jiménez Domínguez, Enrique (1940); Fourier; México, Fondo
de cultura económica, de las páginas 31 a 36.
[2] Vargas Llosa, Mario(2008);Notas introductorias a el falansterio
(textos selectos);Buenos Aires, Ediciones Godot, P. 20
[3] Jiménez Domínguez, Enrique (1940); Fourier; México, Fondo de cultura
económica, La vida de Fourier, P. 39
[4] Ibíd., P. 65
[5] Ibíd., P. 50
ANÁLISIS DE LA IMAGEN
En realidad Charles Fourier no fue un arquitecto, ni tampoco obtuvo un título universitario, su formación luego del colegio de Besançon fue autodidacta. La imágen nos cuenta como quería él una organización social a partir de sus teorías sobre la armonía, la unidad universal y el falansterio más concretamente. En esta se observa un dibujo a tinta de una axonometría general del edificio, donde se detalla una tipología de patio, con una “nave” central y dos “alas” laterales, en donde la “nave” central esta retrocedida creando una plaza. Además en este segmento del dibujo se dibujaron árboles alrededor de lo que sería el edificio. En el centro de la imágen esta un planta donde hay detalles en el acceso y aproximación al edifico, y en los costados izquierdo y derecho hay una pequeña perspectiva de una de las fachadas de un “ala” y un alzado seguramente del mismo sector del edificio. Adicional a esto Fourier escribió notas en todo el dibujo, seguramente explicativas de cada función que cumplían las naves y alas.
Lo que pretendía Charles Fourier con el falansterio era “contagiar” a la sociedad de su entonces con lo que sería el primer falansterio o piloto, donde con el éxito de aquel impulsaría la construcción de otros y así poder cambiar a la sociedad. En medio de la naturaleza pero no tan alejado de la ciudad con un sistema estudiado de producción en donde el trabajo era impulsado e insinuado por el ejemplo. Con estas y otras máximas planteo una funcionalidad para cada ala nave y espacio del cual pretendía formar una sociedad nueva, quizá explicados en el dibujo y escritas a manera de ensayo en sus amplios escritos.
La imagen se queda corta en detalles pero es muy buena para explicar el pensamiento de este socialista utópico en donde a partir del planteamiento de un edificio, respaldado por una ardua y amplia investigación se aproximaba a lo que años después con el surgimiento del modernismo, ya teorizado vendríamos a conocerlo como funcionalismo, aprovechando al máximo cada espacio y organizándolo a partir de sus funciones y características que tengan dichas acciones, como por ejemplo el de separar los dormitorios de los talleres de carpintería, de música o del jardín de niños, pues esto molesta el sueño o la meditación.
Charles Fourier, aunque muy sublevado por su presente inmediato y unas circunstancias que lo aislaron de cierto sentido, opacado por las críticas de otros teóricos y mermando su trabajo hacia la fantasía megalómana; en el falansterio como se ve en la imagen, quiso de cierta manera hacer una contribución en su sociedad de índole científica y de disciplina, dando a conocer con esto su forma de pensar y el método con el cual él quería cambiar una sociedad que él veía injusta, ignorante, pero sobre todo con el potencial de la libertad y la felicidad.
Autor: Eugène Atget
Año: después de 1899 y antes
de 1925 (incierto)
Modernidad, Fantasía y el Falansterio
Hay que aclarar que Charles no fue un arquitecto y que su obra no estuvo enfocada hacia la investigación arquitectónica, por tanto un análisis de este desde una perspectiva arquitectónica seria superflua e infundada, más que todo porque no tengo referencias directas en cuanto Falansterio-arquitectura se refiere más que lo que nos dice Charles “El edificio que habita una Falange no tiene ninguna semejanza con nuestras construcciones, tanto de la ciudad como del campo…”[1]y que él no pretendía tampoco. Sin embargo una mirada histórica, quizá ayude a entender un poco el sentido social de la utopía y su papel en una sociedad en crisis.
El falansterio es, como producto de la investigación de Charles, un sistema en el cual intenta hacer una sociedad mejor por medio del ejemplo, teniendo como base una agricultura la cual suple autónomamente una comunidad de 1600 a 1800 personas estando la industria supeditada a esta, donde la educación, la familia y el trabajo es valorado por el talento y la actitud, haciendo clases de pobres o ricos según las virtudes del papel que desempeñe cierta persona en la sociedad. Entonces la educación en este sistema busca el fomento de estos talentos, la gran comunidad como método de crianza y el trabajo, el cual acorde con el talento no sería despreciable y ajeno sino agradable.
El falansterio, como los sistemas socialistas de otros utópicos contemporáneos a Charles, como Roberto Owen y Saint-Simón, son abordados por F. Engels y C. Marx en varios de sus ensayos para explicar históricamente sus propias formas de pensar y también para refutarlos si es necesario. Me voy a referir para fines de comprensión del falansterio como utopía a “Del socialismo utópico al socialismo científico” de F. Engels y “El manifiesto del partido comunista” escrito en conjunto por C. Marx y F. Engels. Que es casi el único análisis crítico que se ha escrito acerca de Fourier, ya que los contemporáneos a él no lo tomaban en serio, los periódicos lo satirizaban y caricaturizaban y los otros utópicos lo ignoraban.
En “Del socialismo utópico al socialismo científico”[2], Engels, haciendo uso del materialismo histórico, teoría histórica derivada del pensamiento dialectico, desarrollada por Marx, explica por medio de circunstancias determinadas él como un socialismo científico pudo nacer, en base a, en la cual la economía, en el entendimiento histórico, tanto de la política hasta la sociedad es esencial para el entendimiento de las sociedades y civilizaciones del siglo XIX y su teoría en el socialismo científico.
Engels, determina que el conflicto entre clases, presente en toda la historia de las civilizaciones tiene como punto de inflexión el cambio en las relaciones de ellas mismas, dadas por una revolución que entiende que las antiguas clases en contraste con las nuevas son obsoletas, comprendiendo el por qué, lo que en el caso del modo de producción capitalista lo era la plusvalía, descubierta por Marx y que se entiende como la forma con el que, el burgués acumula capital y base para el entendimiento
del capital, su sistema de producción y por ende el conflicto de clases. Según
Engels los utópicos no podían explicar este fenómeno y por eso no tuvieron
bases teóricas para tumbarlo ideológicamente. Porque según el materialismo
histórico, el entender las civilizaciones por medio de su economía hacia
entender además el momento histórico y circunstancial de su época, siendo la
economía la determinante en las guerras, en la política y por tanto en la
sociedad. Como los utópicos no comprendían la economía sino relegándola como
secundaria a una “historia cultural”, entonces no podían entender el conflicto
entre clases.
Sin embargo Engels les otorga a ellos, los utópicos, el papel de desenmarascadores, en donde ponen al descubierto el engaño de las promesas burguesas de razón e igualdad humana, que movieron la revolución Francesa. A charles más específicamente se refiere como sátiro, al comparar las promesas revolucionarias con la especulación, el fraude y la miseria que el mismo vivió. El mismo lo hace notar, en uno de sus ensayos “haga la ostentación que haga de sus progresos, la razón no ha hecho nada por la felicidad…”[3], pero también se refiere a él como crítico, sobre todo en cuanto a el anarquismo de la producción, la posición de la mujer en la sociedad y el concebir su época, la época burguesa, como un circulo vicioso, en donde las maquinas y la sobreproducción generan crisis y miseria. Engels, contradiciéndolo con el pensamiento de Marx, insiste en la concepción de un fin, en una crisis del sistema capitalista siendo no una imagen de círculo sino de espiral. Donde la sobreproducción generada a costa de las maquinas y de cada vez menos personas con poder de adquisición, recurría frecuentemente a su fin, como crisis. Así, Engels explicando con base a condiciones históricas el socialismo científico ubica la fantasía de las teorías utópicas como resultado de una insipiente política, situándolas cuanto más detallas en terrenos más imaginativos, más utópicos.
En “el manifiesto del partido comunista”[4], siendo un panfleto, una manera de obrar y la formalización del comunismo teóricamente como partido e ideologia. Entiende y se refiere a los utopistas como Charles y Owen, como que sus condiciones históricas aun no estaban maduras y que la concepción de antagonismo y sobre todo sus causas aun no estaban claras, por tanto entran a inventar y sus sistemas sociales son fantasía. Que aplicados a otras condiciones, como intentaron así sus discípulos se degradan a ser reaccionarios y con ello pierden todo sentido crítico. Marx y Engels se sostienen de refutar a lo que en 1848, cuando se publico el manifiesto, se consideraba socialismo y lo hacía para poner en claro lo que era el comunismo y su partido y el porqué la clase proletaria tenía en sus manos el poder de cambio.
Contrastando la visión comunista, materialista y dialéctica de Marx y Engels, tomo como referencia, aunque indirecta a Marshall Berman en su ensayo “todo lo solido se desvanece en el aire”[5] sobre todo en su forma de analizar las condiciones de la modernidad, tomando en contraste la obra de Goethe, Marx, Nietzsche, Baudelaire y los literatos rusos, con las obras autoritarias de Haussmann en Francia, los zares despóticos de Rusia y Robert Moses en New York, el cual nos hace entender el modernismo con dos caras, una como aventura, en donde la proposición y la ruptura con el pasado son necesarios como propone Marx en el manifiesto comunista y el cómo además este modernismo es, en la otra cara, una mezcla que raya en el nihilismo y que es característicamente contradictorio y ambiguo, que, y también en base al materialismo histórico y el pensamiento dialectico que esto conlleva, a considerar la obra de Charles Fourier, la Teoría de los cuatro movimientos y el Falansterio como su aplicación, como una necesidad histórica, que ante cambios dramáticos en las formas de producción que afectaron notablemente a la sociedad y sus concepciones hasta ahora establecidas, en donde ante engaños, contradicciones y ambigüedades, una mente se aventuro a pensar en el cambio, aunque no veía claramente el porqué debido a la propia inmadurez de su tiempo así como dice Marx, como para que su genio se exprese mas allá de una fantasía de una utopía.
[1] Fourier, Charles; ensayo número 106 en la
selección de Jiménez Domínguez, Enrique (1940); Fourier; México, Fondo de
cultura económica
[2] F. Engels, “Del socialismo utópico al
socialismo científico” en obras escogidas C. Marx y F. Engels tomo III,
Editorial Progreso, 1976, Moscú.
[3] Fourier, Charles; ensayo número 100 en la selección de Jiménez Domínguez, Enrique (1940); Fourier; México, Fondo de cultura económica
Entre la Fantasía y la Lucidez
Lo que pretendía Charles Fourier con el falansterio era “contagiar” a la sociedad de su entonces con lo que sería el primer falansterio o piloto, donde con el éxito de aquel impulsaría la construcción de otros y así poder cambiar a la sociedad. En medio de la naturaleza pero no tan alejado de la ciudad con un sistema estudiado de producción en donde el trabajo era impulsado e insinuado por el ejemplo. Con estas y otras máximas planteo una funcionalidad para cada ala nave y espacio del cual pretendía formar una sociedad nueva, quizá explicados en el dibujo y escritas a manera de ensayo en sus amplios escritos.
La imagen se queda corta en detalles pero es muy buena para explicar el pensamiento de este socialista utópico en donde a partir del planteamiento de un edificio, respaldado por una ardua y amplia investigación se aproximaba a lo que años después con el surgimiento del modernismo, ya teorizado vendríamos a conocerlo como funcionalismo, aprovechando al máximo cada espacio y organizándolo a partir de sus funciones y características que tengan dichas acciones, como por ejemplo el de separar los dormitorios de los talleres de carpintería, de música o del jardín de niños, pues esto molesta el sueño o la meditación.
Charles Fourier, aunque muy sublevado por su presente inmediato y unas circunstancias que lo aislaron de cierto sentido, opacado por las críticas de otros teóricos y mermando su trabajo hacia la fantasía megalómana; en el falansterio como se ve en la imagen, quiso de cierta manera hacer una contribución en su sociedad de índole científica y de disciplina, dando a conocer con esto su forma de pensar y el método con el cual él quería cambiar una sociedad que él veía injusta, ignorante, pero sobre todo con el potencial de la libertad y la felicidad.
Imagen tomada de:
http://www.paraquesirve.net/p/falansterio
tomada el 29/09/2011 a las 18:30
Bibliografía
Basado en:
Mario Vargas Llosa, Las notas introductorias al libro “el
falansterio” recopilación de ensayos de Charles Fourier, publicado en Buenos
Aires, Argentina; Ediciones Godot, 2008
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/filosofia/falansterio/caratula.html,
leído el 29/09/2011 a las 19:32
Si no me equivoco, esa imagen es la del Familinsterio, ideada por Jean Andre Baptiste Godin, reinterpretando el Falansterio de Charles Fourier. Puede leerse en la parte superior "Familistere de Guise" y a su izquierda "Godin"
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