lunes, 15 de julio de 2013

HAUS AM HORN (1923). WEIMAR - ALEMANIA

ANONIMO.  1923. Bauhaus 1919 – 1933, Droste, Magdalena (1991)- Pagina. 107. Weimar – Alemania, The Haus am Horn, George Muche Y Adolf Meyer  

EL HABITAR MODERNO, UN NUEVO COMIENZO, UNA NUEVA FORMA DE VIVIR

La “Casa de Horn”, llamada por el lugar donde fue ubicada, fue ideada, construida y decorada por la Bauhaus, es el primer ejemplo realizado en Alemania de una nueva forma de vivir.   El espacio central, es el punto de organización del proyecto y además es la puesta en práctica del ideal moderno, el cual se basaba en la máxima liberación de los espacios  a través de la organización espacial de cada uno de los muebles y objetos decorativos, los cuales en este proyecto, son únicamente formas radicalmente sencillos y paredes desnudas (sin cuadros) las cuales determinaban las habitaciones de la casa . 

Esta cualidad de liberación de cualquier tipo de decoración, contribuyó al comienzo de la búsqueda por la máxima expresión de la arquitectura moderna, como podemos observar en la imagen son espacios donde predomina el color blanco  y en contra posición a ello se incorporan una serie de muebles de Marcel Breuer y una alfombra de Martha Erps-Breuer  , los cuales fueron construidos únicamente para la presentación de este proyecto.

Este proceso de acondicionamiento brinda la posibilidad de analizar cómo los nuevos arquitectos y diseñadores buscan un cambio de aquella época, donde los muebles eran más grandes que los propios espacios y la decoración de estos era una exaltación por el “vivir noble”  y por la contaminación visual del espacio, donde mas decoración se encontrara, mas posición social y económica poseía el dueño del inmueble.  Por el contrario la arquitectura moderna y en especial su acondicionamiento o decoración ya no son pautas para la clasificación social de  una persona la cual podía ser desde un simple trabajador, hasta el dueño de una importante empresa.  

El punto de partida de la transformación del habitar moderno, de la nueva forma de vivir, un nuevo comienzo, es la idea de la imagen y de su contenido, toda esta abstracción, es el inicio para un análisis de cómo es el proceso para llegar a aquellas obras arquitectónicas de las que tanto hemos hablado y analizado en el recorrido de nuestra vida o en algunos casos de nuestra carrera. 

Esta “primera piedra” por la búsqueda de la exaltación de “vivir bien, con pocos objetos”, se superpone a la idea clásica de la máxima ornamentación la cual queda a un lado en la  búsqueda de ese habitar moderno influyendo así en un cambio social y económico, que va a transformar la idea de ¿Como es vivir bien y que necesito para ello? 

1 Droste, Magdalena. Bauhaus 1919 – 1933(Ed. Taschen 1991). Weimar – Alemania. (p. 105)
2 Droste, Magdalena. Bauhaus 1919 – 1933(Ed. Taschen 1991). Weimar – Alemania. (p. 107)
3 Droste, Magdalena. Bauhaus 1919 – 1933(Ed. Taschen 1991). Weimar – Alemania. (p. 108)
4 Benévolo, Leonardo. Historia De La Arquitectura Moderna (2ª Edición Editorial Gustavo Gili 1974). Barcelona – España (p. 153)



The “Haus Am Horn” Adolf Meyer & Georg Muche Weimar- Alemania 1923


Concurso Para El Chicago Tribune Tower, Walter Gropius & Adolf Meyer, (1922)
http://bauhaus-online.de/en/atlas/werke/chicago-tribune-tower

Administration Building, Deutscher Werkbund Exhibition, (Cologne, 1914).

Machine Hall at Werkbund Exhibition (Cologne, 1914). Walter Gropius with Adolf Meyer

Fagus Factory, Walter Gropius & Adolf Meyer (Alfeld an der Leine, Alemania, 1911- 1925)


“TRANSFORMACIÓN DEL OBJETO CLÁSICO AL OBJETO MODERNO”

Todo comienza con el ideal de los primeros arquitectos modernos que pretendían liberar la vivienda de los elementos no funcionales como lo es el ornamento, y llegar al ideal de que la forma sigue a la función. Fue durante el transcurso de su carrera que Adolf Meyer fue impartiendo y aplicando esta doctrina poco desarrollada en su momento, la cual se observa plasmada en sus primeros proyectos en compañía de Walter Gropius, como claro ejemplo de cambio encontramos la Fábrica Fagus de 1913 en Alfeld, Alemania y también los dos edificios construidos para la “Deutscher Werkbund Exhibition” de 1914 en Colonia, Alemania.

 Esta transformación del objeto clásico, se produjo gracias a los nuevos materiales que comenzaron a ser usados en una escala más industrializada y los cuales eran menos vistosos y “modernos” con respecto a los materiales tradicionales y  además también  esta transformación fue impulsada por las diferentes muestras artísticas y arquitectónicas que se dieron lugar en los primeros años del siglo XX, dando a conocer los nuevos trabajos de experimentación como la “Haus Am Horn” 1 de 1923 en la “Primera Gran Exposición de la Bauhaus”, donde encontramos este prototipo que insinúa los inicios de las  diferentes características que son reflejadas durante el periodo considerado como Arquitectura Moderna llegando a su punto culminante de abstracción con la “Casa Farnsworth” de Ludwig Mies Van Der Rohe y su “Menos es Más”.

Inicialmente podemos observar que en todos los proyectos anteriores de Adolf Meyer son objetos arquitectónicos muy pesados  en los cuales tienden a ser “muy brutalistas”2 , en el sentido de que expone todos y explícitamente a cada uno de los materiales que usó y ellos mismos por su calidad de material en bruto producen esa pesadez la cual en esa época era el común de todos los edificios públicos y/ó privados, y además  organizan a simple vista los diferentes espacios en el interior de cada uno de ellos, básicamente por el cambio de material. Podemos intuir que esta clara confrontación teórica con la realidad arquitectónica del momento en el cual son construidos estos objetos, explica el porqué del surgimiento en su furor del movimiento moderno y los diferentes cambios físicos y constructivos de las edificaciones que podríamos comenzar a determinar como objetos modernos, aceptando que siguen preservando elementos o partes de esos objetos clásicos que hasta ahora están comenzando a difuminarse en aquellos que están comenzando a surgir y que se impondrán durante más de 50 años.

Regresando a la “Primera Gran Exposición de la Bauhaus” en 1923 y a la casa experimental “The Haus Am Horn”,  podemos observar el avance tanto técnico como formal y arquitectónico, el cual ha dejado de lado esa pesadez de los objetos clásicos y aquellos que se pueden considerar brutalistas, que ha llegado a un punto donde los muros son de un solo material en toda la estructura y aquellos muros exteriores no revelan  la división interna de los espacios, los cuales giran en torno a un núcleo central, el cual posee unas características de jerarquía ya sea por su uso o por su lazo intrínseco con la organización espacial de los espacios que lo rodean 3 . Identificamos aun más el proceso inicial de abstracción del interior de la vivienda moderna, tratando de lograr la mayor limpieza  de ornamento y de los diferentes objetos clásicos que determinaban la diferenciación de los espacios.


Esta experimentación de la “Haus Am Horn”, fue el aporte inicial de la Bauhaus para influir en todo el movimiento moderno principalmente en la búsqueda de la abstracción máxima de las superficies y de la delimitación de los espacios , los cuales no estarían contenidos por objetos clásicos si no por la abstracción de aquellos objetos modernos que delimitan el espacio sin intervenir ,ni afectar, la condición de limpieza  y esmero por el mínimo ornamento en las superficies que contiene el espacio.

[1] Droste, Magdalena. Bauhaus 1919 – 1933 (Ed. Taschen 1991). Weimar - Alemania, (p. 105)
“La “Casa de Horn”, llamada por el lugar donde fue ubicada, fue ideada, construida y decorada por la Bauhaus, es el primer ejemplo realizado en Alemania de una nueva forma de vivir”
[2] Banham, Reyner.  El Brutalismo en Arquitectura (Ed. Gustavo Gili 1967).  Barcelona – España, (p. 10) “Aunque sean los primeros acercamientos hacia la idea brutalista que tiene furor en la década del 1950”
[3] Droste, Magdalena. Bauhaus 1919 – 1933 (Ed. Taschen 1991). Weimar - Alemania, (p. 107)




“EL HABITAR EN LA VIVIENDA DE LA MODERNIDAD”

El habitar en la vivienda de la modernidad cumple con todos los parámetros que la califican como los principios del “existenzminimum”1 , en este sentido  la “Haus Am Horn”2  es uno de los primeros pasos para llegar a la abstracción del espacio y del habitar moderno, sin embargo, en el periodo donde está ubicado el proyecto todavía se observan elementos  clásicos que no han terminado de difuminarse en esta nueva “onda del habitar moderno”, el cual donde la forma sigue a la función y se libera de todo el ornamento que delimita  los espacios.

Este habitar se define no solo por el tamaño del espacio, sino también por los objetos que son puestos en ese espacio, los cuales les dan el carácter formal de lugar o sitio de una vivienda, como claro ejemplo encontramos que en una recámara el elemento que le da su carácter es la cama, donde esta no puede ser ubicada en otro lugar distinto que no posea las características  y el confort necesario para su adecuación en el espacio.

Además al ser un habitar en una vivienda donde las texturas son iguales en cualquiera de los espacios nos infiere que no hay espacio con una jerarquía marcada por la diferencia de texturas, luz y color, llamando a un habitar clásico que está en un punto crítico de su calidad formal y espacial, no solo por la problemática social sino también por la problemática económica, dado que la vivienda moderna  debe ser para todo el pueblo , no solo para las clases pudientes, llegando así , a la industrialización de la construcción en masa.

El habitar moderno, no es sólo esa transformación del objeto clásico, si no que busca el beneficio para las personas, que desean un cambio en su estilo de vida donde el vacío prima y el lleno incomoda, sin dejar de lado el confort necesario para convivir en un espacio que está en un proceso de transformación y abstracción, que ha de progresar en el cambio de la concepción del espacio y de su delimitación.  También podemos ver que al llegar a este punto donde la “Haus Am Horn”,  es  la experimentación de años de investigación, práctica y debate de aquellos conceptos que se fundan en un solo proyecto, el cual  da lugar a una de las primeras formas de habitar en el movimiento moderno aunque no esté muy lejos del habitar clásico que hasta ahora está perdiendo importancia.

1 Los arquitectos de la Nueva Objetividad estaban ansiosos por construir lo más rentable para vivienda como sea posible, en parte para enfrentar la crisis de la vivienda de posguerra de Alemania, y en parte para cumplir la promesa del artículo 155 de la 1919 Constitución de Weimar , que preveía "una vivienda saludable" para todos los alemanes. Esta frase llevó a la definición técnica de Existenzminimum (vivienda subsistencia) en términos de superficie útil mínimamente aceptable, la densidad, el aire fresco, el acceso a los espacios verdes, el acceso al tránsito, y otras cuestiones tales residentes.

2 Droste, Magdalena. Bauhaus 1919 – 1933 (Ed. Taschen 1991). Weimar - Alemania, (p. 105)
“La “Casa de Horn”, llamada por el lugar donde fue ubicada, fue ideada, construida y decorada por la Bauhaus, es el primer ejemplo realizado en Alemania de una nueva forma de vivir”

“THE HAUS AM HORN, ¿CASA MODELO Ó CASA EXPERIMENTAL?”

El 11 de abril de 1923 se colocó la primera piedra para su construcción, tras un largo periodo de gestación de cuatro años, el cual dio lugar a los 4 meses más intensos  de construcción para mostrar la Haus am Horn  en la  primera exposición universal de la Bauhaus en Weimar, Alemania. Edificada a las afueras de Weimar como modelo funcional y resultado de la búsqueda afanosa de Adolf Meyer, Walter Gropius y Georg Muche de una arquitectura colectiva y artesanal, la Haus am Horn aún es la demostración práctica del ideario de la Bauhaus, donde la técnica y el arte se fusionan para procurar un ambiente funcional atractivo.

La casa fue concebida como una “casa modelo”  de vivienda unifamiliar y trató de establecer una alternativa racional al hábitat doméstico. La manera en que se organiza la cocina o la lúdica disposición de la estancia infantil fueron aciertos plenos, valorados positivamente por una crítica severa con la apariencia arquitectónica de un edificio que avanzaba la gestación del movimiento moderno.  Aunque George Muche escribió pertinentemente al respecto de la Haus am Horn:

“La idea y el diseño de esta vivienda, que se convertiría en la casa experimental de la Bauhaus, tuvieron su motivación en algo completamente personal de mi vida privada. Quería casarme. Para mi mujer y para mí planifiqué la casa que se adecuaba a nuestras necesidades, aunque sabía que nunca me sería posible construirla. Se trataba por lo tanto de una casa de ensueño, planificada minuciosamente, pero por el momento fue únicamente un producto de la fantasía guiado por motivaciones prácticas.”

Podemos agrupar la serie de críticas en tres grupos distintos:

Por una parte se encuentran los declarados enemigos de la Bauhaus, que, principalmente desde la prensa local, aprovechaban cualquier excusa para lanzar sus dardos envenenados contra la institución. Con gran despliegue de imaginación en sus improperios compararon su aspecto exterior con una caseta para urinarios públicos, un “refugio polar”, un “tanque para tuberías de alta presión” o la calificaron de “guarida de mal gusto”. En sus descripciones del equipamiento de la Haus am Horn predominaron las asociaciones con instrumentos técnicos o mecánicos comparando la lámpara de escritorio con un “torno dental” o un “instrumento de tortura” y el tocador del dormitorio de la señora con una “mesa de operaciones”.

Las reseñas realmente serias y fundamentadas fueron más bien escasas y estaban firmadas principalmente por los defensores de la Bauhaus, aunque éstos, en muchos casos, tampoco escatimaron objeciones. Así, por ejemplo, Adolf Behne criticó la falta de dinamismo de la casa, su rigidez -tanto en la distribución de los espacios como en su aspecto exterior-, que calificó de “geometría de tablero de dibujo”. Su crítica hacia el equipamiento y mobiliario fue igualmente bastante demoledora. Según Behne se recurrió a demasiadas ideas prestadas (por ejemplo de Rietveld), sin lograr emularlas, y la falta de definición llevó a que continuamente se estuviese oscilando entre una “sencillez para los esnobs” o un “esnobismo para la clase media”. Terminaba su artículo, sin embargo, de forma reconciliadora deseando a la Bauhaus continuidad en su trabajo, pero reivindicando que la exposición debía marcar el comienzo de un cambio en la orientación de la escuela.

Dentro de la tercera categoría estarían las reseñas publicadas en la prensa de orientación socialdemócrata. Así, por ejemplo, Bruno Adler criticó que la Haus am Horn no aportase nada para solucionar los verdaderos problemas de la vivienda de su época y remachó irónicamente que “los problemas de vivienda de los Consejeros de
Administración deberían posponerse algunas décadas”.  En el mismo sentido se expresó Ernst May objetando que los valiosos materiales empleados convertían la Haus am Horn en una “vivienda de lujo”, destinada a cubrir las necesidades de sólo el 5 % de la población, aunque reconocía su aportación a la racionalización de la economía doméstica.

Por lo visto la Haus am Horn no se explicaba por sí sola. Los visitantes se veían desorientados al no saber clasificarla, al no saber a que capa social estaba dirigida. Es por ello que, mientras una parte, principalmente la prensa conservadora, criticaba la falta de un cuarto para el servicio doméstico y la estrechez de las habitaciones, otros le reprochaban su falta de sensibilidad hacia los problemas acuciantes de la vivienda social. Se contraponen las dos ideas principales de “Casa Modelo” y “Casa Experimental” que expresan los creadores de una de las primeras obras de Arquitectura Moderna  donde aun conserva problemas en la solución de  aquellos inconvenientes que buscaban la rigidez del proyecto enfocándolo en su distribución y a su forma misma.

Además podemos inferir que Georg Muche como diseñador de esta obra de arquitectura iba razonando y sustentando, una a una, las ventajas de las decisiones tomadas en la concepción de la ahora denominada "casa experimental": las pequeñas dimensiones de las habitaciones facilitaban a sus habitantes el mantenimiento, el diseño de la cocina la convertían en “un laboratorio para el ama de casa", la agrupación de todos los espacios alrededor de la sala de estar la protegían térmicamente, etc. Por otra parte, defendía que la aparente austeridad de su decoración interior estaba motivada, al igual que la utilización de la energía eléctrica y la mecanización, por la voluntad de aplicar a la vivienda los preceptos de eficacia necesarios para la racionalización del trabajo doméstico.

Podemos concluir que  la Haus am Horn  es uno de los tantos proyecto que son recordados no solo por su trascendencia en el tiempo si no por que produjo un cambio profundo en el pensamiento de aquella época que a pesar de la cantidad de  criticas que pretendían desmeritar el trabajo de los primeros estudiantes, profesores y demás intelectuales de la Bauhaus de 1923, no provocó mayores repercusiones  negativas, si no que por el contrario impulsaron a esta escuela a seguir experimentando en busca de la mejor forma de vivir y de habitar el espacio.  También, pudo no haber sido una opción para generar un cambio  radical en la época de la primera exposición universal, pero trascendió al provocar un avance tanto teórico como practico de la racionalidad y de la abstracción del espacio como fin ultimo de la arquitectura moderna.

1 El proyecto estrella y el más ambicioso de toda la programación1 fue la “casa modelo” Haus am Horn en cuyo equipamiento participaron todos los talleres de la escuela.  La idea de la catedral medieval del programa fundacional de la Bauhaus, símbolo de la arquitectura (Bau) como aglutinadora de todas las artes, cobró vida en esta vivienda unifamiliar relativamente modesta.
2 VALDIVIESO, Mercedes.: " LA APORTACIÓN DE LA BAUHAUS A LA INNOVACIÓN DEL ESPACIO DOMÉSTICO: LA “CASA MODELO” HAUS AM  HORN (1923)” Actas de la 1ª Reunión Científica Internacional de Historiadores y Estudiosos del Diseño, Barcelona 1999, Barcelona: Publicaciones Universitat de Lleida, 2001, pp. 1 -2.
3 Carta de G. Muche (1968) citada en: BAUHAUS-ARCHIV BERLIN (ed.): Georg Muche. op. cit, pp. 24-25. 
4 ADLER, Bruno: “Architektur”, Das Volk, 27/9/1923.
5 Ernst May fue el gran impulsor de la vivienda social desde su cargo (1925-1939) como Concejal de Vivienda y Urbanismo (Stadtrat für Städtebau und Bauwesen) en Frankfurt a.M. FRANKFURTER ARCHITEKTURMUSEUM (de.): Ernst May und das neue Frankfurt, Ernst & Sohn, Frankfurt a. M., 1986.

ANDRÉS FELIPE GUZMÁN GÓMEZ

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