CASA FISHER
Por: Castañeda Gutierrez
LLAMAR NO SIGNIFICA SER
Las
pirámides parecen querer hablarnos de sus motivaciones y sus encuentros con la
naturaleza con el fin de existir. Percibo el silencio como el aura del “deseo
de ser para poder expresar”, la luz como el aura de “ser para poder ser”, el
material “luz ya consumada […]”[1].
El pensamiento del arquitecto Louis I. Kahn
es bastante complejo, tanto como, el contexto al que se vio expuesto, tiempos
de grandes cambios de orden social, político y económico. Reflejo de esta época
es la casa Fisher obra escogida en la que se insertan sus pensamientos e
intereses por una dignificación de la vida, siendo esta infundada desde la
familia; el significado que se le da a la chimenea es de reunión en torno al
fuego (evidencia de lo humano-primitivo) y es por esto que el arquitecto le da
esa jerarquía cambiando su materialidad. A esto se le suma su sobriedad y su
falta de ornamento así como su predilección por el uso de materiales honestos,
tomados del contexto de la obra que respondieran no solo a una ideología sino a
un contexto en el que se encontraba inmerso el país en el que él hizo mas
presencia: Estados Unidos.
La foto que se escogió corresponde al umbral
de acceso de la casa Fisher en el que se vislumbra el área social. Se eligió
por el juego de antónimos como lo son: luz – sombra, espacios servidos –
espacios de servicio, circulación – permanencia, y es entorno a esto que gira
el habitar moderno.
La arquitectura de Louis I. Kahn se separa del
estilo internacional y se enfoca en una reflexión del ser, es este apartado el
que se evidencia en el proyecto de la casa para la familia de Norman J. Fisher
(1960-67) pues se expresa un carácter para cada uno de los espacios, dicho
carácter sugiere al individuo la función a la que esta destinada, dignificando
la vida, es decir, fomentándola. “La casa
significa un lugar bueno incluso para otra persona. Esta cualidad es la más
cercana a la arquitectura. Ella refleja un modo de vivir... así los espacios
trascienden la función…”[2].
Este carácter se evidencia en la foto
mediante la oscuridad del área social que no se distinguiría sino se esbozara
la luz en el corredor o umbral de acceso y en el remate del salón con el
mobiliario diseñado por el mismo que se baña en luz invitando a sentarse, a
reunirse.
La casa Fisher es uno de los proyectos que
puede evidenciar la complejidad y la riqueza del gesto, del asumir la
naturaleza e invitarla a ser parte de la arquitectura. Esta es la postura que
hizo de Louis I. Kahn un referente y una pauta en la historia.
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