Casa Santa Ana
Bogotá.1955
Arq. German Samper
Por: Diego Gomez Galindo
DISEÑO DEL ESPACIO PROPIO
El 18 de Abril de 1924 nace en Bogotá German Samper Gnecco en una familia de clase media. Desde niño, se destacó por la habilidad de dibujar lo que lo rodeaba, habito que sembró en él un interés hacia la composición del espacio. Años más tarde estudió arquitectura en la Universidad Nacional de Colombia en medio de un periodo en el que varios maestros de la arquitectura colombiana se encontraban formándose. Durante su carrera, vislumbro la necesidad de producir un cambio social en el país que promoviera el desarrollo.
Durante los últimos semestres de su carrera, viene a Bogotá Le Corbusier, uno de los arquitectos más influyentes de la época por el que tenía gran admiración con el motivo del plan piloto que propondría años más tarde. German Samper había tenido la oportunidad de leer los libros de Le Corbusier, en los que había encontrado gran admiración por su contenido, durante la estadía del arquitecto gran renombre en la ciudad Samper asistió a todas sus presentaciones públicas que le permitieron empezar a identificarse con su forma de ver la arquitectura. Una vez terminada la visita del arquitecto suizo a Bogotá, Samper empieza a estudiar francés con el objetivo de llegar a trabajar en el taller de Le Corbusier.
Años más tarde, por medio de una beca, el arquitecto llega a Francia con el objetivo de lograr entrar al atelier 35. Empezó trabajando como voluntario, sin sueldo y poco a poco fue haciendo parte de la firma, su encargo más grande dentro del atelier fueron tres edificios públicos para la ciudad de Chandigarh. Durante los cinco años que trabajó allí logró establecer una estrecha relación con Le Corbusier, además de adoptar la visión arquitectónica que caracterizaba a su “gurú”.
En 1953 regresa a Colombia para empezar su legado de arquitecto transformador. En sus primeros años después del regreso, forma parte del equipo del banco central hipotecario, en donde pudo realizar proyectos de vivienda para clase media y baja en diferentes partes del país durante dos años. Luego, hizo parte de la firma Esguerra, Sáenz y Samper, periodo durante el cual realizó diversos proyectos, como la biblioteca Luis Ángel Arango, La torre Avianca, el museo del oro y el centro Coltejer.
En 1955, bajo el concepto de vivienda suburbana, construyó dos casas en el barrio Santa Ana; las cuales, se ubican sobre un sector exclusivo de la ciudad con grandes predios que al estar sobre los cerros orientales le otorgaba una vista privilegiada sobre Bogotá. En ambos proyectos tuvo la libertad de apropiarse de cada detalle, razón por la cual se dice que en estas casas esta toda la esencia de los primeros años de su carrera. Respecto a estos proyectos, declaro Samper.
Al diseñar y construir las dos casas al tiempo, Samper aplico casi los mismos principios arquitectónicos por lo que se podría decir que son obras similares en cuando a método pero no en contenido. La primera casa correspondía al encargo de la familia Rueda, actualmente la casa se encuentra destruida. La segunda casa, que recibe el nombre de casa Santa Ana, estaría destinada a ser la casa de la familia del arquitecto Samper, respectivamente en la casa vivirían su esposa y cuatro hijos.
La casa Santa Ana tenía como objetivo lograr un lenguaje que reflejara la vivienda colombiana y a la vez contuviera principios claros del movimiento moderno. Con este fin en mente, hizo la disposición del volumen y las partes que lo conforman de manera predominante sobre el lugar, logrando proyectar la casa hacia al paisaje.
“Mi preocupación en este caso fue la de proyectar una edificación que tuviera un aspecto de casa colombiana. Es una reacción natural a las exageraciones de la llamada arquitectura moderna en Bogotá. Me propuse emplear un lenguaje moderno y la utilización de una expresión plástica familiar. La búsqueda de una arquitectura de carácter nacional. Me parece, es el único camino para sobrepasar las fronteras.”1
Compuesta por dos niveles, en los que se puede entrever una diferenciación de espacios sociales y privados. La ortogonalidad en su planta, además de la combinación de muros pintados de blanco y concreto a la vista en sus fachadas deja ver la influencia “corbuseriana” que caracteriza al arquitecto.
“Esta casa involucra el vocabulario, la paleta de materiales y de formas que utilizaría en sus primeras construcciones: cubiertas inclinadas de baja pendiente2; volúmenes blancos de carácter escultórico (con pañetes expresivos y rústicos), ricos en anécdotas y profundidades, que se manifiestan asimétricamente en las fachadas y muros que conforman los espacios exteriores creando distintos ambientes, buscando el patio, no el jardín abierto y envolvente. Pequeñas diferencias de niveles identifican los distintos usos del espacio y los muebles fijos en mampostería apoyan las profundidades de las aperturas hacia el exterior.”3
Exteriormente, la casa se encuentra envuelta por naturaleza, la cual enmarca el camino sinuoso que comunica la entrada del predio con la casa y suaviza el ascenso a la casa por el empinado terreno. Se podría decir que la casa se mimetiza entre el bosque nativo del patio, Samper tenía la intención de dejar la vegetación existente teniendo en cuenta que esta iba a fragmentar la visual. No obstante, dota a la casa de una calidad espacial significativa mediante la relación con el verde. En la parte baja del patio ubica al parqueadero de manera tal que lo pone en la parte más lejana a la casa con la intención de que este no alterara la relación hombre-casa. Pone en evidencia los primeros pasos de lo que empezaría a ser la preocupación por el espacio que la sociedad venía dándole al vehículo.
Interiormente la casa tiene circulaciones cortas que derivan en espacios de tamaño menor a los que predominaban en las demás casas del sector. Samper quería tratar de dosificar las áreas necesarias para permitir una calidad espacial acorde con sus propósitos sobre la casa, los espacios con ventanas entre antepechos y dinteles, confinándolas hacia un punto en específico le otorgan sensaciones de intimidad a la persona que se ubique al interior.
Debido al crecimiento de la familia, apareció la necesidad de tener más espacio. Esto se logró al realizar una ampliación en la parte baja una ampliación, la cual consistió en añadir más habitaciones. La ampliación le permitió trasladar su oficina al segundo piso del volumen anteriormente construido, esto último pone en evidencia dos de las premisas del arquitecto: vivienda productiva y el desarrollo progresivo.
A partir de 1958, entró en su “segundo” periodo de diseño, aprovechando el surgente movimiento moderno que se venía imponiendo en la ciudad adelantaba un gran número de proyectos en la ciudad. German Samper empieza a participar en concursos de proyectos complejos como el museo del oro o la torre Avianca, los cuales al igual que la casa Sana Ana han trascendido en la arquitectura debido a la introducción por parte del arquitecto al movimiento moderno en Colombia mediante la simpleza de sus edificios que con sutileza les otorga un carácter escultórico.
Su máximo aporte a la arquitectura lo realizó mediante la vivienda popular, planteando soluciones habitacionales para países en vías de desarrollo, empezando con dos objetivos generales: aumentar la densidad con unidades de vivienda de un nivel y proyectar una vivienda mínima con posibilidades de densificar los primeros niveles de ampliación concebidas con la idea de vincular la casa con el trabajo.
Dentro de los proyectos urbanísticos que realiza incluye sus conceptos de ciudad deshumanizada, término al que llega a partir de profundas investigaciones sistemáticas. Llegando al urbanismo a partir de entender la arquitectura y sus tipologías, partiendo de lo singular a lo general (casa-ciudad) y construyendo conjuntos residenciales que poco después lo llevaron a la construcción de ciudadelas, como lo es Ciudadela Colsubsidio, una de sus más grandes obras y referentes dentro de su legado.
"Pertenezco a la vieja guardia, la que trabajó a partir de 1950, en el momento en que llegó la arquitectura moderna a Colombia. Después, el desarrollo de la ciudad lo tomaron los constructores y el arquitecto pasó a un segundo plano. La arquitectura entró en el negocio de utilidades, lo cual no necesariamente está mal, pero hoy las empresas se manejan como si produjeran zapatos o mercancías que hay que vender a un determinado precio. Ese cambio lo asociaría con la aparición del Upac en los setenta. Hasta ese momento entidades como el Instituto de Crédito Territorial y el Banco Central Hipotecario hacían muy buenos proyectos de vivienda de interés social”.4
Dentro de sus publicaciones se destacó por el cuestionamiento de la vivienda de interés social digna que se ha venido instaurando en el país con su libro”Casa + Casa + Casa = Ciudad? , proponiendo una ciudad que esta diseñada arquitectónicamente para el hombre, en donde esta se adapte a él. Además, cabe resaltar el aporte que hizo a la formación del arquitecto por medio del dibujo. En su viaje a Europa, publico croquis de viaje, libro en el que se vislumbra el hábito que aprendió de Le Corbusier al acompañar sus textos de dibujos que den una explicación visual de lo escrito. German Samper intensifico este hábito, dejando a un lado la fotografía y estableciendo el dibujo como el método en (MarcadorDePosición2)el que el arquitecto debía conservar imágenes arquitectónicas en su memoria ya que al dibujar los edificios se descubren detalles difíciles de percibir a simple vista.
- Revista Proa No. 90, Junio de 1955
- La cubierta inclinada está ligada a la casa donde paso su juventud. “La verdad es que, ya con recuerdos sólidos, he vivido en dos casas. La de mis padres, en la carrera 5 con calle 72, de estilo inglés. Construida por Casanovas y Manheim, dos arquitectos chilenos que trajeron, paradójicamente, la moda inglesa a Bogotá. El estilo Tudor se instaló en la ciudad y les dio carácter a muchos barrios”. German Samper, La evolución de la vivienda, Bogotá, Ed. Escala, 2003, pg 234
- German Samper, Bogotá. Ed. Diego Samper, pg 45
- German Samper Gnecco, revista lecturas de El tiempo, octubre de 2010 http://www.colarte.com/colarte/conspintores.asp?idartista=7234
BIBLIOGRAFIA
German Samper, Diego Samper, Ediciones Diego Samper, Bogotá, 2011
Casa + Casa + Casa = Ciudad?, Marcela Angel Samper y Maria Cecilia O’Byrne, Ed Uniandes, 2012
http://issuu.com/catalinasamperm/docs/german_samper-todo-espanol-comprimido
http://www.colarte.com/colarte/conspintores.asp?idartista=7234
http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/tag/german-samper
http://www.a57.org/articulos/resena/La-vivienda-de-German-Samper
Fuente: http://www.elmalpensante.com/uploads/tiny/1124.jpg
Foto: Caja moderna / Diego Gomez Galindo
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