martes, 7 de febrero de 2012

GERRIT THOMAS RIETVELD - CASA SCHRÖDER


ARQUITECTO GERRIT  THOMAS RIETVELD
CASA SCHRÖDER


POR: ADRIAN ERNESTO MUÑOZ JIMENEZ 



Gerrit Rietveld o de la magnificencia de la sencillez


Estoy trabajando en una casa pequeña aquí en Utrecht. Ya te la enseñaré en cuanto esté un poco mejor dibujada a escala. Tiene que terminarse rápido. Empezaremos la próxima semana, en cuanto obtenga el permiso[1] escribió Gerrit T. Rietveld en una carta fechada el 3 de agosto de 1924, dirigida a su amigo, el arquitecto J. J. Pieter Oud.[2]

El remitente, quien aparece sentado en la parte central de la fotografía (Ver figura 2) y que nació en Utrecht, Holanda, el 24 de junio de 1888, tal vez desconocía el alcance de su arte y su oficio, en los que se inició a los once años trabajando la madera como aprendiz en el taller de ebanistería de su padre, Johannes Cornelis Rietveld (1860-1933), de quien heredó no solo los conocimientos necesarios para transformar los materiales, sino también el carácter perfeccionista y riguroso que conservó hasta el ultimo día de su existencia.

Luego, en 1906, el joven Rietveld se desempeñó como diseñador con el joyero C.J.A Begger en Utrecht además, asistía a una escuela nocturna de artes y oficios y siguió las lecciones del arquitecto y diseñador de muebles P.J. Klaarhamer. En 1911 pone en marcha su propio taller, donde se encargaba de diseñar y construir sus propios muebles, lo que significó para Rietveld la liberación de los estilos comunes o tradicionales y la oportunidad de desarrollar sus ideas y plasmarlas en sus obras. Ese mismo año comenzó sus estudios de arquitectura (lo que confirió a sus muebles y demás objetos un matiz más enfocado hacia la apropiación del espacio y la arquitectura) de los cuales se graduó en 1919.

Gerrit Rietveld siempre estuvo rodeado de amigos que de cierto modo influenciaron su forma de pensar, y no solo aquellas personas con quienes trabajaba en el Meubele Makerij, sino también personas mas lejanas, pero específicamente me refiero a Theo van Doesburg, a quien conoció en 1919 entablando una fuerte amistad, gracias a ese encuentro Rietveld ingresa al movimiento De Stijl, pues entra a colaborar con la revista homónima, así los dos formaron parte de ésta corriente artística junto a Piet Mondrian y difundiendo el Neoplasticismo, una disciplina fundamentada en la utilización de los colores primarios (rojo, amarillo y azul, además del blanco, el negro y ciertas tonalidades de gris), formas geométricas angulares, composiciones asimétricas de planos verticales y horizontales. Fundamentos sintetizados en orden, rigurosidad, armonía y sencillez, y coherentes indiscutiblemente con las notas de la personalidad de Gerrit Rietveld, un individuo con una profunda originalidad y una ética personal muy firme.

Esos aspectos se reflejan en toda su producción artística, como por ejemplo la silla donde se encuentra sentado, silla Red & Blue, creada en 1918, la primera expresión famosa de su lenguaje, ideada, como muchas otras de sus obras, con la intención de reducir el objeto a su significado y función inherente e inmediata, despojándolo de cualquier ornamento, poniendo de manifiesto el alcance de su preocupación intensa y constante por reducir el mobiliario a lo esencial, por eso esa silla que lo catapultó a una gran carrera, puede parecer un tanto simple e incómoda, pero ese era el objeto de la vocación de Rietveld, no el hecho de idear sillas incomodas, sino de representar en sus obras la abstracción de los objetos y sus funciones: a él lo que le interesaba era captar en sus obras la esencia, lo intrínseco de cada objeto: por ejemplo la silla en la que descasa no es tanto mas silla como cómoda esta sea, por que ser cómoda no es una característica inherente a las sillas, de hecho Rietveld opina que la función de la silla es permitirle a alguien sentarse, función que una superficie cualquiera apoyada puede cumplir a cabalidad. 

Pero no se limita a los muebles, en 1924 proyecta, en asociación con la Señora Gertrude A. Schröder-Schräder, su primera incursión arquitectónica, la Casa Schröder, en Utrecht, Holanda; donde ella vivió con sus hijos y el arquitecto estableció su estudio de trabajo; aquella casa a la que se refería en su carta: ese proyecto “rápido”, esa “casa pequeña”, pronto se levantó como una obra apoteósica de la arquitectura del siglo XX, fue considerada la obra arquitectónica más importante de su carrera (de hecho la más conocida), ya que involucró todas sus habilidades integralmente en el diseño y la composición, y además se convirtió en la materialización del pensamiento Neoplasticista. 

Así comenzó como arquitecto: con una profunda atracción por las casas pequeñas, especialmente las obras de carácter social, por que cabe destacar la humildad y el sentido humanista de Rietveld, el mismo que vestido igual a sus empleados aparece rodeado de personas sencillas en la fotografía, porque para él, probablemente no solo los muebles son más valiosos cuanto más sencillos sean. 

En 1928 se adhirió al Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), que fue fundado ese mismo año, igualmente ingreso al movimiento Nieuwe Zakelijkheidl. Allí abordó ciertos temas del racionalismo en arquitectura, sobre todo la búsqueda de la modularidad; donde surgieron construcciones arquitectónicas como las casas adosadas, muebles importantes como la famosa silla “Zig-Zag“ en 1932. 

Rietveld era un hombre con muchas ideas y puntos de vista, y para expresarlos recurría más a sus proyectos que a sus escritos (que se limitaban a textos cortos en revistas y cartas). Proyectar algo solía consistir desde trazos de un boceto sobre un trozo de papel hasta una improvisada maqueta con materiales de la más variada índole: era un hombre con muchas ideas que pensaba con las manos. 

Entre tantos de sus proyectos arquitectónicos Importantes se pueden citar: 

· 1927 Garaje con vivienda para el chófer, Utrecht, 

· 1932 Casa en Zeist, Zeist. 

· 1934 Museo van Gogh en Ámsterdam. 

· 1958 Casa Van Den Doel, Ilpendam 

· 1961 Campanario Universidad Twente. 

· 1963 Casa Van Slobbe, Heerlen 

· Pabellón holandés Bienal de Venecia.

A pesar de haber sido creador de por lo menos 232 proyectos arquitectónicos, 215 muebles, y más de doscientos diseños de otro tipo, Rietveld entró en la historia del arte y del diseño gracias a su silla roja y azul, y en la arquitectura por la Casa Schröder, dos iconos que ocuparon cumbres inusitadas alcanzando un valor, que, incluso para su creador, era imposible de predecir, así escribió en 1937: Es difícil decir cuál es el valor de algo con el tiempo[3]                   

Gerrit Thomas Rietveld muere el 25 de junio de 1964, cuando tenía 76 años de edad, al ocaso de una vida de una producción genuina y basta de “casitas pequeñas”, sillas en el sentido puro de la palabra, muebles de lenguajes nuevos, proyectos con sentido funcional y estandarizado, marcando en la historia un punto muy importante y valioso en cuanto al diseño, la cultura y la arquitectura, un punto que tal vez no fue considerado por esta mente creadora en sus comienzos, o al menos, y es lo más probable, no en toda la magnificencia que realmente alcanzó.

Figura 2. Gerrit Rietveld, en la puerta de su taller sentado en su silla Red&Blue junto a trabajadores del negocio.[1]



[1] Kuper, M., Ibelings H. y Quist W. (2001).   2G N.39/40 Gerrit Th. Rietveld: Casas. Introducción de Kuper, M. 17
[2]Jacobus Johannes Pieter Oud (1890-1963) arquitecto holandés, uno de los seguidores de la corriente arquitectónica del neoplasticismo y principal representante del movimiento moderno en su país. En 1915 conoció a Theo van Doesburg y se vinculó al grupo De Stijl, el movimiento de la abstracción geométrica que buscó, bajo el liderazgo del pintor Piet Mondrian y la colaboración de Gerrit Thomas Rietveld, un nuevo arte objetivo, donde se integrarían pintura y arquitectura. (Pieter Oud. Extraído el 21 de diciembre de 2011 desde   http://es.scribd.com/doc/56429128/ Jacobus-Johannes-Pieter-Oud-Arquitecto-Holandés)
[3] Rietveld G. T. Mi actitud ante la vida como base de mi trabajo. Texto recopilado en  Kuper, M., Ibelings H. y Quist W. (2001). Revista 2G N.39/40 Gerrit Th. Rietveld: Casas. Gustavo Gili. Barcelona.  



La casa Schröder como expresion tangible del pensamiento


Es inherente al ser humano la necesidad de expresar y de plasmar las ideas, y cuando el resultado del proceso que satisface esa necesidad es tangible, material, estas adquieren mayor valor, es decir, cuando un objeto físico es capaz de reflejar el pensamiento de un individuo o de un conjunto de individuos, dicho objeto se convierte en el medio que enfatiza y soporta esos pensamientos, y en sentido contrario, tales ideas lo apuntalan: sin ellas no podría mantener su existencia, dado que al carecer de significado, un conjunto de notas que lo definan, perdería al mismo tiempo un lugar en el mundo material. 

La casa Schröder de Gerrit T. Rietveld, ha trascendido el tiempo puesto que se convirtió en un icono representativo de De Stijl al condensar en si misma los preceptos propugnados por el movimiento: conjunción de caracteres de la pintura y la arquitectura, lenguajes de formas simples, retículas rectilíneas, planos intersecantes, asimetría, dinamismo a pesar de la ausencia de curvas, y la exaltación del objeto a través de colores primarios y superficies acromáticas. Así lo expresa Curtis W. (2006), quien además describe la casa:

 “Probablemente el primer edificio real que encarnaría toda la gama de intenciones formales, espaciales e iconográficas de De Stijl, por tanto, la casa Schröder (1924), proyectada por Rietveld como vivienda familiar en un solar situado al final de una hilera de casa suburbanas de Utrecht. Con sus figuras rectangulares y lisas, y los brillantes colores primarios de sus elementos, la casa Schröder destaca llamativamente respecto a sus sobrios vecinos de ladrillo.
El edificio esta formado a partir de paredes planas intersecantes, con detalles que hacen que algunas de ellas parezcan flotar en el espacio, mientras otras se extienden horizontalmente, y otras más se unen para definir delgados volúmenes. No existe un eje singular ni una simetría simple: más bien cada parte se mantiene en una relación leve, dinámica y asimétrica con las demás, como se había sugerido en las pinturas de Mondrian siete años antes. A su vez, los planos están articulados por las finas líneas del despiece de las ventanas, las barandillas de los balcones y los montantes adosados, que están pintados de negro, azul, rojo y amarillo, y destacan limpiamente contra las superficies grises y blancas de las paredes. Nuevamente viene a la cabeza la pintura de De Stijl, pero la manera en que cada elemento se expresa independientemente y se sitúa por separado en el espacio recuerda también el “elementalismo” de la silla Rietveld. " [1]


La casa Schröder, además de ese elementalismo, también se caracteriza por ser una obra de arte integral y funcional, una obra que contrasta con lo tradicional e historicista, lo cual se pone en evidencia observando solamente su forma, que obedece igualmente a los planteamientos de De Stijl: la forma no es el resultado de la unión sólida de elementos en uno solo, y es aquí donde vuelve a romper con el pasado, ya no es un cubo, un solido platónico, la esquina no es una esquina propiamente dicha, ahora es anti cúbica: corresponde al resultado de la operación de separar los elementos, como si el espacio al interior del cubo quisiese abrirse a la luz haciéndolo explotar (Ver figura 3). Pero las piezas no son fragmentos aislados sino que se articulan entre si mediante su color y su posición creando un lenguaje tectónico de planos, líneas y puntos, físicos o virtuales, que habla de las ideas de un grupo de individuos. 

Ser anticúbica le permite a la casa Schröder cierta calidad espacial interior no solo porque el arquitecto le permite al habitante gozar de una serie de mobiliario excepcional, sino que de la misma forma puede disfrutar de un espacio flexible y funcional:

 “Esta casa construida al final de una terraza de finales del siglo XIX, era, en muchos aspectos, una realización de los Tot een beeldende architectuur (Los 16 puntos de una arquitectura plástica) de Van Doesburg, publicados al tiempo que se terminaba la casa. Ésta cumplía su prescripción, ya que era elemental, económica y funcional, anti monumental y dinámica,        anti cúbica en su forma y anti decorativa en su color. Su principal nivel habitable en la planta superior, con su abierto “plano transformable”, ejemplificaba, a pesar de su construcción tradicional en ladrillo y madera, su postulado de una arquitectura dinámica liberada del estorbo de paredes de carga y de las restricciones impuestas por aberturas horadadas. (Frampton K.1981)”[1]

Las figuras 4,5 y 6 muestran las plantas que componen la casa: la primera planta es un tanto más tradicional respecto a la otra, puesto que posee una composición y una distribución bastante habitual en la época, mientras que en la planta superior se puede considerar la existencia de un espacio variable, abierto o cerrado, gracias a la presencia de paneles deslizables que permiten una percepción distinta del espacio en cada caso. Esa flexibilidad del espacio esta contemplada dentro del sentido funcional de la casa, que abarca desde el uso de materiales nuevos y elementos prefabricados y estandarizados, mas económicos hasta el empleo de mobiliario sencillo, que se limitaba a la definición intrínseca de cada uno, es decir a la abstracción que Rietveld conseguía al fabricar sus muebles. Todo esto como conjunto de hechos en un proceso que da a la luz una obra moderna.

Pero ese proceso esta más ligado a lo que define Rodríguez R. (2006), como un experimento:

[Rietveld]…fabulo una imagen de la modernidad, la casa Schröder, en Utrecht, de 1924, realizada con materiales tradicionales y con el sobreentendido provocador de pintarla con los colores primarios. Con el experimento de la casa Schröder Rietveld se opuso al carácter cerrado del cubo, desde cuyo centro los espacios, los niveles, las estancias, los balcones, son arrojados literalmente hacia afuera, con el objeto de conseguir una nueva plasticidad basada en la flexibilidad de las plantas y el carácter abierto de los espacios.(Rodríguez R. 2006)” [1]

Experimento porque la casa Schröder aparte de ser la primera expresión arquitectónica de G. Rietveld, y la cual, junto a su silla Red&Blue, serian sus obras mas conocidas además de haber sido el comienzo de una carrera apoteósica, también es la primera incursión en el campo donde se une la pintura y la arquitectura planteado por De Stijl. 

En mi opinión, una unión magnifica de elementos, la casa Schröder, que en conjunto llegaron a constituir no solo el manifiesto mismo, palpable y radical de un movimiento artístico, sino que igualmente logró establecerse como un claro ejemplo, a través de operaciones sencillas de la fragmentación del cubo, el color, lo plano y lo sutil, de la importancia que adquiere un objeto cuando es respaldado y a la vez apoya una serie de ideas, y solo entonces es un referente en la historia, un hito que traspasa épocas y es testigo del pasado que narra cosas del futuro, porque la obra arquitectónica de G. Rietveld, ha contribuido, junto a la obra de muchas otros arquitectos a revolucionar el mundo, siempre apuntando al progreso y el desarrollo, a descubrir la nueva arquitectura.



Imagenes y Planos Casa Schröder


Figura 3. Fachadas casa Schröder.


Figura 4. Planta primer piso.


Figura 5. Planta segundo piso abierta


Figura 6. Planta segundo piso cerrada.

Figura 7. Casa Schröder vista exterior



[1] Curtis, William J.(2006). La arquitectura moderna desde 1900. 157
[2] Frampton, Kenneth. (1981). Historia crítica de la arquitectura moderna. 148-149
[3] Rodríguez L. Ramón. (2006). Arquitectura del siglo XX. Breve historia de la arquitectura. 235




ANÁLISIS DE LA IMAGEN

La Experiencia de Habitar un Cuadro


Es habitar un cuadro la experiencia que sugiere la fotografía, ya que recuerda irremediablemente aquellas pinturas de Piet Mondrian[1], no solo por la disposición sencilla de elementos, sino, ante todo por los colores primarios, que se apropian de cada uno y los trascienden, dentro de una composición reguladora, que crea espacios, los contiene y se revelan con la luz.

La imagen pone en evidencia la atmósfera interna de uno de los espacios de la casa Schröder, así se destacan varios aspectos: ortogonalidad, sencillez, funcionalismo, luz, color, silencio, correspondencia entre elementos, objetos y muebles; carece de personas, pero transporta al espectador a ocupar el espacio pues la presencia de muebles y la calidad espacial sugiere la posibilidad de contener la vida.

En el primer plano, hacia la parte inferior de la imagen, se observa un conjunto de mobiliario, una silla de forma rectangular junto a lo que se asemeja a una estufa sobre la cual descansa una cafetera azul, así, dadas sus características se puede determinar que no son elementos ajenos a aquel espacio ya que incorporan propiedades de orden general a una menor escala de orden particular; hay dos planos verticales, uno azul en la parte derecha y uno negro al lado opuesto, perpendiculares entre si que no se tocan, llama la atención una fotografía a blanco y negro de un hombre desconocido, sobre el muro azul por ser un elemento ajeno, en cuanto a que no sigue unos patrones de orden generales. Los muros enmarcan la parte más lejana de este espacio, además hacia la parte central inferior se ven unas barandas de color negro fijadas a una columna roja y también al muro azul, indicando la presencia de escaleras en un punto fijo, relacionadas verticalmente con un lucernario rectangular por el cual se desborda la luz hacia el interior,

El segundo plano contiene dos superficies verticales más, una negra y otra blanca, a manera de muros divisorios enfrentados con los muros del primer plano, no conforman esquinas entre sí, pero sus prolongaciones convergen a un mismo punto. Al ser planos deslizables, por la presencia de rieles en el techo y el suelo, se procura una flexibilidad en el espacio haciéndolo más funcional. Hacia el fondo se localiza otro conjunto de muebles, una mesa, una cama, un mueble fijado en la pared y una lámpara suspendida del techo, que conservan la sencillez de la composición general; los colores en la superficie del piso delimitan los espacios, prescindiendo de objetos para determinar cada lugar.

En el cuarto plano se observa una ventana modulada de forma similar a la del sistema de elementos, que se convierte en un vinculo con el exterior, domestica el paisaje, lo enmarca y lo trae al interior, ese paisaje conforma el último plano, que posee caracteres contrastantes: formas orgánicas no ortogonales en las ramas de los árboles contra la línea recta y el objeto artificial, y la presencia de edificaciones radicalmente opuestas monocromas, lejanas, antiguas contra lo moderno.


Figura 1. Interior Casa Schröder Segunda planta[2]




BIBLIOGRAFÍA


  • Brown, Theodore M. (1958). The work of G. Rietveld architect. AW. Bruna & Zoon. Utrecht 
  • Curtis, William J.R. (2006). La arquitectura moderna desde 1900. Phaidon. Barcelona. 
  • Dictionnaire de l’ architecture du XXe siècle. (1996).Diccionario Akal de arquitectura. Akal. Madrid. 
  • Frampton, Kenneth. (1981). Historia crítica de la arquitectura moderna. Gustavo Gili. Barcelona. 

  • Kostof. Spiro. (1995). A history of architecture. Settings and rituals. Oxford University Press. New York. 
  • Kuper, Marijke & Van Zijl I. (1996). G. Th. Rietveld: the complete works. Phaidon. 
  • Marchan F. Simón. (1974). La arquitectura del siglo XX – Textos. Documentación/Debate. A. Corazón. España. 
  • Rodríguez L. Ramón. (2006). Arquitectura del siglo XX. Breve historia de la arquitectura. LIBSA. Madrid.


[1] Pieter Cornelis Mondriaan (Ammersfoort, 7 de marzo de 1872 - Nueva York, 1 de febrero de1944), conocido como Piet Mondrian, fue un pintor vanguardista holandés, miembro de De Stijl y fundador del neoplasticismo, junto con Theo van Doesburg. (Piet Mondrian. Extraído el 21 de diciembre de 2011 desde http://es.wikipedia.org/wiki/Piet_Mondrian)
[2]Interior casa Schröder segunda planta. Imagen tomada del sitio web: http://blog.ilmanifesto.it/blog/category/uncategorized/page/40/, el 21 de diciembre de 2011. 





   LINEA DE TIEMPO

    Link para ver pdf online y descargar


jueves, 2 de febrero de 2012

FRANK LLOYD WRIGHT - FALLING WATER

ARQUITECTO FRANK LLOYD WRIGHT
FALLING WATER


POR: JESSICA MARCELA BARBOSA



La Herencia del Maestro


Wright contemplando lo que seria mas adelante el Taliesin, espacio para el estudio, para el debate, para compartir, pero sobretodo, para vivir. Esta imagen nos revela el amor del arquitecto por el contacto permanente de la vida humana con la naturaleza, con esa pequeña parte que podemos conocer. 

Desde sus primeros años, Wright encuentra en la naturaleza la forma perfecta de expresión. Nace el 8 de junio de 1867 en Richland Center, Wisconsin. Estudia Ingeniería Civil en la Universidad de Wisconsin que luego abandona para viajar a Chicago y trabajar como dibujante de proyectos en el estudio de Joseph Lyman Silsbee. Mas tarde, entraría en el despacho de Adler & Sullivan, el estudio mas reconocido e importante del momento, y conoce a Cecil Corwin con el cual establece una gran amistad que duraría a lo largo de su vida. En 1889 se casa con Catherine Tobin, cuyo matrimonio dura alrededor de 33 años, y abandona el despacho de Adler&Sullivan para abrir su propio estudio. Escribe varios libros y diseña y construye varios proyectos a cargo. 

Viaja por primera vez al Japón y empieza a coleccionar grabados japoneses y objetos de arte oriental, encantándose con la multitud de símbolos y sugestiones allí depositados que permiten involucrarse en un mundo de meditación en medio de la ciudad o, como la define el mismo Wright, “una irrazonable ratonera de monstruosas dimensiones”. 

Wright cierra su estudio independiente, dejando a su esposa e hijos en Oak Park para viajar a Europa en 1909. Posteriormente, la crisis de 1929 deja a Wright sin encargos y se dedica escribir An Autobiography, a dictar conferencias y celebrar exposiciones en diferentes ciudades. Sus edificios nunca fueron participes de los problemas del racionalismo y del funcionalismo. La oposición entre industria y arte, para Wright, no era tema de entendimiento sino de rendición frente a la arquitectura.

“En 1901, en "Arte y oficio de la máquina", ya enfrentaba con claridad el problema, señalando que la máquina no supone la pérdida de la libertad del individuo, sino que éste debe instrumentalizarla al servicio de la comunidad. Una comunidad que, para Wright, debía ser esencialmente agrícola y democrática, recuperando los viejos mitos norteamericanos de los pioneros. Será, precisamente, esa ideología agraria la que actúe como sustrato de su idea de la arquitectura y de la ciudad. De la máquina y de la técnica no acepta todas las consecuencias, en especial las que afectan a la estandarización de la construcción o del diseño.”[1]

En el lenguaje moderno se busca el control de las masas, para Wright era buscar el equilibrio perfecto con pocos elementos que transformen el espacio en formas. Pocos movimientos, sutiles y elegantes muestran la sencillez de su teoría. La arquitectura agrícola era la formula para poder introducir lo natural en la industria y hacerlo funcionar de tal manera que el hombre “civilizado” pudiera regresar a la tierra y, de esta manera, apropiarse de la industria y moldearla a su beneficio.

Independientemente de la ropa, consciente de su dignidad personal, se muestra ella misma como lo que es: el semblante abierto de la devoción a un Principio; algo de nuestra tierra que pertenece a un tiempo y un lugar naturalmente propios.
En algunos puntos es tosca, como la corteza de un árbol, en otro la fe de la savia interior es hermosa.
Pero el árbol en sí está ahí. Bajo la corteza brotan las ramas, y las hojas verdes continúan abriéndose hacia la luz, así el esfuerzo completo crece apacible, con dolor, pero feliz y orgulloso, de acuerdo a los principios verdaderos contenidos en él.
Creemos que hemos plantado un árbol frutal y nuestro cultivo producirá mas y nuevo arboles.”[2]


Wright se interesó por la naturaleza de los materiales, por la inclusión de lo exterior en lo íntimo a través de lo que el llamo “relación orgánica”. De allí, el respeto hacia el entorno y el uso de materiales propios del sector para incluirlos en la maquina desde la estructura hasta elementos ornamentales. Esto se ve claramente en la Casa de la Cascada cuando Wright utiliza las rocas propias de la cascada como elementos estructurales y estas mismas las usan en el mobiliario propio de la zona de la chimenea. 

Las ventanas se convierten en unidades de estudio y alrededor de ellas se fortalece la comunicación interior-exterior. Además, la luz adquiere un carácter muy fuerte en la filosofía de Wright y se ve reflejada cuando busca imágenes expresivas y fortalece el juego de contrastes que se ve al interior de las casas. 

El trabajo de ornamentación junto con el estudio de la habitabilidad es especialmente desarrollado por Wright, quien se preocupa por la mejor armonía de las partes y que todas ellas estén conectadas por un elemento unificador por excelencia: el fuego. La chimenea es el espacio dedicado a la reunión en medio de un mar de conflictos y, como afirma Wright, el espacio para que obras teatrales, veladas musicales, cine y conferencias tengan lugar en Fellowship y así mismo en la casa.



[1] Yarza Luaces, Joaquín (2011). Frank Lloyd Wright. La historia y la naturaleza. Extraído el 8 de Octubre de 2011, disponible en http://www.artehistoria.jcyl.es/arte/contextos/5455.htm
[2] Wright, Frank Lloyd (1932). An Autobiography (1998). Editorial Biblioteca de Arquitectura El Croquis, pág. 515.


Foto 2. Frank Lloyd Wright en Taliesin, Spring Green, Wisconsin, 1939.


Fallinwater

La casa se sitúa en la mitad de la montaña sobre la cascada. En la perspectiva hecha por el mismo Wright (Ver Foto 3) e, incluso, en las fotografías más conocidas, pareciese que la casa que flotara sobre la cascada. Se dice que Wright reclamó al señor Kauffman cuando este le propuso hacer la casa arriba de la montaña pues para Wright era inconcebible no implantarse sobre el lugar más importante del sector.[1] Como un árbol nace de la tierra, la casa nace de la montaña. Así, teniendo el lugar más adecuado para su implantación, el único problema para Wright era diseñar una casa que esté completamente configurada con el exterior. 

La composición de la casa, tres líneas sencillas, muestran la claridad y la simplicidad característica de la arquitectura de Wright. Posteriormente, estas líneas se convierten en grandes rectángulos que dan mayor fuerza y valor a la correspondencia entre el entorno y la arquitectura. La integración entre la naturaleza inmediata y la casa muestra la intención del arquitecto de traer el exterior al interior y enmarcarlo fuertemente.

En Arquitectura Orgánica es absolutamente imposible considerar el edificio como una cosa, su mobiliario y complementos como otra, y su emplazamiento y entorno como otra más… Incluso las mesas y sillas, los armarios y hasta los instrumentos musicales, cuando sea posible, han de ser elementos del edificio mismo, jamás elementos postizos”. [2]

Al interior de la casa, para Wright, lo más importante es conservar la naturaleza de los materiales pues, durante sus viajes a Europa veía que la Arquitectura Antigua nunca mostraba el material. Se enfocaban en los ritos, muchas veces las pintaban y la forma prevalecía frente a la finalidad última del edificio. Para Wright la arquitectura debe ser pura y noble, por lo tanto, siempre buscó que la forma siguiera a la función. 

Los materiales son bellos por su misma naturaleza. El hecho de maquillar el material es una mentira. Poner algo para que funcione para lo que no esta hecho es mentir. Mentirle a quien lo habita. Debe prevalecer ante todo la verdad: la verdad de las formas, la verdad de las intenciones, la verdad de los materiales; y todo esto debe ser claro en el interior y en el exterior. La única limitación para el Wright es el material: utilizando acero en tensión la casa toma forma, se moldea y se utiliza según se necesite. Los materiales siempre serán los mismos y estos deben estar al servicio del ser humano. Los voladizos en esta casa no son invención de Wright, es él quien dispone, acomoda y trabaja sobre lo que en ese momento esta en auge: el concreto reforzado. Las nuevas tecnologías deben ser herramientas para la construcción pero nunca son las que definen un proyecto. Esto no es nuevo para Wright cuando afirma que el ser humano es quien decide sobre la maquina y todo lo nuevo que le trajo la revolución industrial.

Durante el proceso constructivo, Wright, por sus estudios en Ingeniería Civil, tenía seguridad de los cálculos efectuados para que las grandes terrazas se pudieran soportar, sin embargo, el señor Kauffman tenia muchas dudas. A pesar de que la casa ha soportado muchos accidentes debido a causas naturales, no a sufrido grandes daños. 

De esta manera, las rocas de la cascada pasan a través del piso y se convierten en el mobiliario de esta. Las paredes hechas en piedra nativa con relieve junto con el vidrio, que permite ampliar la visual sobre la cascada, conforman los elementos verticales al interior de la casa. La madera se utiliza en el piso y en diferentes piezas del mobiliario. Los materiales se deben percibir permanentemente por los sentidos: Las rocas y la madera se tocan, el bosque se mira, el agua se escucha. Todo el tiempo, el habitante esta apreciando la naturaleza.

 “En esta casa se puso a los habitantes en una relación mucho más intima con la naturaleza que en cualquier otra casa, un aspecto profundamente enraizado en la personalidad de Wright… En cada parte de la casa se glorifica la naturaleza del entorno, que forma un elemento constituyente de la vida diaria”.[3]

La chimenea esta enmarcada en un volumen vertical que contrasta fuertemente con la horizontalidad de la casa. Se diferencia del resto de la casa porque es el elemento unificador: en fachada une las líneas paralelas horizontales que conforman los grandes vanos y al interior une a los habitantes. Como ya se ha visto en Wright, la chimenea se convierte en el elemento más importante de la casa. 

Wright pensó el mobiliario desde el proceso de composición general y estas acciones se ejecutaron simultáneamente a medida que el proyecto tomaba forma. Las partes deben ser fiel representación del todo y de esta manera, hasta los detalles arquitectónicos tendrán coherencia con lo general. 

La esquina, objeto de trabajo de Wright, es fuertemente estudiada en este proyecto. Relaciona este espacio con el exterior por medio del vidrio pero es precisamente en la esquina en donde la ventana se abre y permite atravesarse. Así, deja de ser una frontera y se convierte en un mecanismo que articula el interior y el exterior.

La iluminación, que en la mayor parte del día, es natural trabaja paralelamente al juego de materiales y con este al juego de colores al interior. Wright siempre buscaba colores cálidos o terrosos, donde las personas se sientan confortables con su nuevo estilo de vida. El color azul muestra frialdad mientras que el café revela la gran cercanía que hay entre nosotros y la naturaleza. Rojo, verde, amarillo son colores de la naturaleza, de las plantas, arboles incluso de las rocas. Todo en Wright lleva color, todo debe vivir sin llevarlo al límite. Utiliza color en las paredes, en el piso, en los muebles, en los marcos de las ventanas que en todos los casos es el color proveniente del material. Los muebles, los marcos de ventana y las cornisas en madera, el piso y las paredes rocosas, las terrazas en concreto. Todo hace parte de un juego, un juego de contrastes, donde nadie gana mas importancia, todo esta en equilibrio. 

La casa se preocupa tanto por su relación con el entorno como por su relación con el habitante. El estudio de la circulación, el sonido, la luz y el punto de equilibrio en la ornamentación con los elementos simbólicos son muy importantes en toda la arquitectura de Wright. Desde sus primeros proyectos, no existe algún elemento que no responda a alguna necesidad, pero sobretodo, las cosas son dadas en su justa medida para no caer en excesos.

El señor Kauffman afirmó “Frank Lloyd Wright, he gastado mucho dinero en mi vida pero nunca he conseguido algo tan valioso con él como esta casa. Gracias[4].

Todo debe ser colocado con el mayor respeto: hacia quien lo habita, quien lo contempla, hacia la naturaleza. La casa se adapta al lugar, por lo tanto, ningún elemento preexistente debe modificarse. En “Fallingwater” el respeto hacia la vegetación en estricto. Si hay un elemento que atraviesa un árbol, este debe desviarse, pero nunca disponer de la naturaleza a nuestro antojo. 

John, su hijo, describe grandiosamente la arquitectura de Wright: “Usted que quiere vivir allí va a tener la casa de las casas, la casa en la que su vida va a ser mas hermosa de lo que nunca había sido; puede que tenga carencias y defectos, pero no va a querer cambiarla por nada en el mundo. [5]




[1] Cobbers, Arnt (2006). Frank Lloyd Wright. Vida y obra. Pág. 70
[2] Marchan Fiz, Simón (). La Arquitectura del Siglo XX. Pág. 58.
[3] Brooks Pfeiffer, Bruce (2007). Frank Lloyd Wright. Pág. 120
[4] Lloyd Wright, Olgivanna (1970). Frank Lloyd Wright, su vida, su obra y sus palabras. Pág 135.
[5] Cobbers, Arnt (2006). Frank Lloyd Wright. Vida y obra. Pág. 86.




Imagenes y Planos Fallinwater


Foto 3. Perspectiva de la “Fallingwater” vista desde desde el valle.


Foto 4. La casa en construcción.


Foto 5. Cocina.


 Foto 5. Sala de estar






Foto 7. Planos originales de las plantas



ANALISIS DE LA IMAGEN


JUEGO PERFECTO DE CONTRASTES

El contraste entre lo natural y lo artificial queda fuertemente marcado en los materiales (piedra, madera) y cuando estos se enfrentan al mostrarnos la naturaleza de su forma y las formas en que el hombre ha influido. El mobiliario, rocas frías e inmóviles se oponen con el fuego cálido, cambiante y activo. En los dos costados de la foto, en la parte inferior vemos madera en su estado natural (tronco que sirve como mesa y madera para la chimenea) pero en la parte superior vemos este mismo material trabajado por la mano del hombre como elemento organizador y estable de la fotografía. 

La fotografía pareciese cortarse en 3 partes. En la primera parte, comunicación interior-exterior con lo que seria el lugar destinado a la zona social y la cascada. Se ve la influencia de la mano del hombre en los materiales para convertirlos en elementos de confort. En la segunda parte, la chimenea, de tamaño considerable guarda en su interior el elemento principal de la fotografía y a su vez, el elemento unificador de la familia, el fuego. Bajo este, el mobiliario frio y en su estado natural, las rocas, nos hacen pensar que no es un espacio de permanencia. Si pudiéramos enfocarnos solo en esta parte, veríamos que es el exterior llevado al interior de la casa. En la última parte, todos los elementos han sido puestos ordenadamente. El bodegón, que tiene como fondo la madera laminada, se encuentra en medio de dos cubos que la enmarcan y le dan jerarquía en este espacio. A su vez, en estos cubos, se encuentran dos pequeños cuadros hechos en roca tallada que fortalecen el hecho de que es la parte artificial de la fotografía. 

Sin embargo, encontramos que, en la parte superior de la fotografía, existen unos elementos horizontales lineales de madera tallada. Este elemento y la ausencia de ornamento estabilizan la foto, la unifica.


“Wright posicionó a sus habitantes en relación estrecha con la montaña, los arboles, el follaje y las flores salvajes. Al interior de la construcción, la gloria del ambiente natural se acentúa en todas las partes introduciendo y transformando parte de la vida cotidiana. Los elementos verticales de la casa están construidos en piedra con relieve para crear las superficies de los muros más esculturales.”[1]



Finalmente, la idea de traer el exterior al interior de la casa se fortalece con los materiales y la textura que se les da, ya que es la contraposición entre lo natural y lo artificial, lo móvil y lo estático. El hecho de estar en el interior de la casa sintiéndose como en el exterior a fin de relacionarlos, busca, en cierta manera, que la persona estando en los dos lados no este en ninguno al mismo tiempo, busque en el calor de la chimenea su refugio.







[1] Brooks Pfeiffer, Bruce (1991). Frank Lloyd Wright, Pág. 123.









Foto 1. Chimenea de “Fallingwater”, Arq. Frank Lloyd Wright.



BIBLIOGRAFÍA


1. Brooks Pfeiffer, Bruce (1991). Frank Lloyd Wright. Editorial Taschen (1991). 

2. Brooks Pfeiffer, Bruce (1991). Frank Lloyd Wright. Editorial Taschen (2007). 

3. Cobbers, Arnt (2006). Frank Lloyd Wright. Vida y obra. Editorial Könemann. 

4. Lloyd Wright, Olgivanna (1970). Frank Lloyd Wright, su vida, su obra y sus palabras. Ediciones Troquel. 

5. Marchan Fiz, Simón. La Arquitectura del Siglo XX. Industrias Felmar. 

6. Yarza Luaces, Joaquin (2011). Frank Lloyd Wright. La historia y la naturaleza. Extraído el 8 de Octubre de 2011, disponible en: http://www.artehistoria.jcyl.es/arte/contextos/5455.htm

7. Wright, Frank Lloyd (1932). An Autobiography (1998). Editorial Biblioteca de Arquitectura El Croquis. 


Todas las fotografías fueron tomadas de: 

Brooks Pfeiffer, Bruce (2007). Frank Lloyd Wright. Editorial Taschen 

Las fuentes de las imágenes de la línea de tiempo se relacionan a continuación: 

An architectural housewalk in Oak Park. Extraído el día 5 de Enero de 2012, disponible en: http://gowright.org/wright-plus.html#

Fallingwater Story. Extraído el día 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.fallingwater.org/explore

Joseph Lyman Silsbee. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.buffaloah.com/a/archs/silsb/sils_7.jpg

Home Insurance Building, Chicago. Extraido el día 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.artehistoria.jcyl.es/arte/obras/16968.htm

Fuller. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://es.wikiarquitectura.com/index.php/Archivo:Edificio_fuller_27.jpg

Albert Einstein. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Einstein

American Civil War. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:American_Civil_War_Montage_2.jpg

Segunda revolución industrial. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.portalplanetasedna.com.ar/segunda_industrial.htm

Primera guerra mundial. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.taringa.net/posts/imagenes/1033150/La-vida-en--las-trincheras--primera-guerra-mundial.html

Revolucion rusa. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.biografiasyvidas.com/monografia/lenin/revolucion_rusa.htm

Terremoto Kanto en Japón. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://sobre-japon.com/2010/02/26/gran-terremoto-de-kanto-recuerdo-de-un-desastre/

Guerra Fria. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.voyagesphotosmanu.com/guerra_fria.html

Frank Lloyd Wright. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.historiasztuki.com.pl/72_ARCHWSP_FLW%20TAB.html

Robert Parker House. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.appraisercitywide.com/content.aspx?filename=CustomPage13.x

Ennis Brown House. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://architecture.about.com/od/franklloydwright/ig/Frank-Lloyd-Wright/Ennis-Brown-House-.htm

Richard Lloyd Jones House. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://artdecobuildings.blogspot.com/2009/10/westhope-tulsa.html

When Democracy Builds. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.stoutbooks.com/cgi-bin/stoutbooks.cgi/13535

Lykes House. Extraido el dia 5 de Enero de 2012, disponible en: http://www.franklloydwrightsites.com/arizona/phoenix/lykeshouse.htm


Linea de Tiempo


Link para ver linea de tiempo PDF online:

Linea de Tiempo Frank Lloyd Wright



FERNANDO MARTINEZ SAANABRIA - CASA WILKIE

ARQUITECTO FERNANDO MARTINEZ SAANABRIA
CASA WILKIE


POR: JHON ELIECER CUENCA CASTRILLÓN


La Vida en Obra de un Arquitecto Humanista


A manera de retratar la agudeza sensitiva de Fernando Martínez Sanabria, su formación integral, su proceder humano, descrito ya por varios autores entre admiradores y amigos; la siguiente reseña biográfica del maestro, ―el Mono‖ como lo llamaban sus colegas o ―el Chulí‖ como lo trataban los amigos; se basa en recortes de citas bibliográficas, especialmente del prólogo escrito por DarioJaramillo Agudelo para la obra escrita de Carlos Niño, en la cual menciona aspectos del carácter del maestro, de lo refinado e íntegro del hombre, de lo original y universal de su ser, que en gran parte convirtió a este arquitecto en uno de los más destacables de Colombia.

Sanabria no nació en Colombia, sino en Madrid - España en 1925. Su padre, Fernando Martínez Dorrién, fue figura destacada del último gobierno democrático que tuvo España, antes de la Guerra Civil. Migraron por una temporada a Inglaterra y Francia, donde fueron invitados por Eduardo Santos, para arribar a Colombia; se instalan en Bogotá, en una amplia casona sobre la Avenida Caracas. (3)

Martínez hijo tenía menos de veinte años y ya su educación estaba claramente marcada por la influencia familiar y por una infancia vivida con gran intensidad en la Francia de posguerra. Bachiller del Gimnasio Moderno, se gradúa en 1947 de arquitecto en la Universidad Nacional, dónde desde ese momento, dictará clases en el área del taller de composición arquitectónica. (4)

Fiel a sus convicciones, (Orrantia 2001) ―(…) Martínez como Guillermo Bermúdez — su compañero de cátedra y quizá su amigo más cercano — nunca aceptaron ni puestos, ni distinciones de otros centros docentes y los dos, por más de cuatro décadas, transmitieron desde allí, a una multitud de estudiantes, no sólo la instrucción propia de la arquitectura, sino una actitud ética del cómo tiene que ejercerse esta profesión.‖ (5)
Sin embargo, (Jaramillo1999) ―(…) en el ámbito de su universo personal, la arquitectura era apenas una parte de su tiempo –aun en los tiempos en que tuvo más encargos- y, sospecho, una resultante utilitaria y visible de sus otras irrenunciables pasiones y talentos‖, le dijo un día: ―(…) Yo no soy arquitecto; yo soy un hombre que a veces hace trabajos de arquitectura. Si fuera por el tiempo que le dedico, mi verdadera profesión es escuchar música.‖ (6)
Muchas de estas pasiones, las cuales trascendía lo vago para entrar al ámbito significativo y trascendental, las realizaba en privado, entregado al goce de apreciar la música, un melómano empedernido encontraba compañía junto a su otra pasión, el de criador de caballos de pura sangre, incluso al final de su vida este fue su oficio en ―Las Mercedes‖ y donde al parecer la relación que tenía con los caballos, perros y otros seres animales, ayudan a describirlo con gran sensibilidad.
Por ejemplo, Jaramillo (1999) fue testigo de dicha compenetración, incluso afirmaba que: ―(…) llegaba a ser una instancia: si no pasabas el examen de los perros, si ellos te rechazaban, significaba que no eras bien recibido por quien fingía de amo, que el olfato canino adquiría el carácter inapelable de juicio moral acatado por Fernando. (…) Observándolo comprobé que el lenguaje hombre /bestia trasciende las palabras. (…) el epílogo no puede ser más revelador: pocos días después de la muerte de Fernando, se fue a acompañarlo al otro lado Walter Gropius, el ultimo labrador negro que tuvo y que se dejó morir lleno de tristeza.‖ (7)
Otra de sus pasiones era la lectura; diarios, novelas, biografías, poesías, ensayos, principalmente de la literatura española clásica, la francesa y la inglesa; pasaron por sus ojos y se convirtieron en los fundamentos a la hora del debate, la mera discusión con amigos, e incluso la base para justificar sus decisiones, que a veces pasaban en el ámbito laboral, como arbitrarias, razonables, y en el espacio de formador, se transformaban en maneras de enseñar, de aprender, de permear y construir nuevos ideales a sus estudiantes.
Darío Jaramillo, lo describe como un huracán, que aunque pretendiese pasar desapercibido, no lo lograba debido a sus cualidades, ―Fernando era una fiesta‖ (8); que en contraste se encontraba como estudiante aplicado, maestro en su disciplina, en su sobriedad salpicada de humor al comentar, su imagen de joven formal, que consonaba con una mente brillante, y es justamente allí donde nacía su lucidez, su capacidad de memorizar la realidad circundante e interpretarla de una manera lógica, idealista y racional, la que mereció la admiración de sus amigos, que lo rodearon durante su vida y que lamentaron profundamente su partida.
6
Otro aspecto a resaltar era su admiración al arte de querer; como fuerza de la naturaleza, así también eran sus pasiones, sus afectos, su desbordada capacidad de apreciar y de amar. Darío Jaramillo hace referencia a un aspecto que me llama la atención, afirma que Fernando era un solitario, y cerraba su círculo de amigos, no por otra razón, como la de entregarse integro; ―(…) la soledad, es el destino del que tiene más capacidad de amar que todos aquellos a quienes ama‖. (9)
Tal vez esta sea, la explicación para que en su intimidad cultivara talentos extraordinarios, como en la foto escogida para la presente reseña; tomada en su taller, la composición refleja una intención, busca desnudar la fibra intima de Fernando, la mirada de perfil hacia su obra; resaltada posteriormente por críticos como Martha Traba, descubre una capa más del polifacético personaje; el fondo mismo de la fotografía se convierte en el lienzo para retratar a un artista, que fue evolucionando a través de las épocas; de hombre moderno, al arquitecto colombiano e internacional; del cubista picassiano, al obrador de formas de la naturaleza; así era Fernando, extenso y difícilmente definido en pocas palabras para aquellos que realmente pudieron servirle y conocerle.
Fueron muchos los que conformaron dicho circulo, destacable son las figuras de Alejandro Obregón, que en una ocasión le comento a Fernando su tranquilidad por haberse dedicado a la arquitectura y no a la pintura porque como el mismo se lo dijo los ―había jodido a todos‖ (10). Alberto Zalamea, en cambio, es descrito junto al ―Chulí‖ como quien mejor lo conoció, lo describía como ―(…) hombre de extremos, introductor de músicas extrañas‖; y a lo que Jaramillo Agudelo complementa como ―(…) un ser humanista, hombre universal y progresista, inquieto, refugiado a gusto en su hogar, la cultura colombiana y que en definitiva fue su vida la obra más destacable de su existencia‖ (11).
Queda una última cosa que hablar, el dolor reflejado en los escritos consultados al abordar el tema, sirven de testimonio del legado y la marca indeleble que dejo Martínez Sanabria a sus allegados y más importante a toda una generación.
Difícil debió ser despedirse, para tal caso el mismo Jaramillo admite que por 10 años evitó hablar del tema, pero al final encontró las palabras para describir la última faceta de la vida de Fernando, y que mejor que con la anécdota de una reunión de amigos ―(…) al diagnosticársele una grave enfermedad, se negó a tratamientos que lo aniquilaran poco a poco y prefirió afrontarla con la fuerza que le quedaba. Hasta el punto que pocos días antes de su muerte, en diciembre de 1990, estuvimos en tertulias, conversamos y bebimos, con la misma humanidad y el mismo ímpetu polémico y comunicativo que siempre lo caracterizó.‖(…) ―No lo vi muerto. No lo acompañe a la tumba. Era mi manera de protegerme contra esa verdad pavorosa y mantener la esperanza de que lo volveré a ver, de que algún día timbrara el teléfono y será Fernando diciéndome el menú de esa noche. Me hace falta, pero él no me ha vuelto a llamar.‖ (12)

_____________________________________________________________________________
(3) ORRANTIA Herrera, Andrés. Fernando Martínez Sanabria. Artículo Electrónico publicado en: http://www.mcarts.com/dd/chuli/index.html. Última Actualización: 2001.
(4) Ibíd., p. 4. ORRANTIA, Articulo Electrónico, 2001.
(5) Óp. Cit., p. 4. ORRANTIA, Articulo Electrónico, 2001
(6) NIÑO Murcia, Carlos. “Fernando Martínez Sanabria: y la arquitectura del lugar en Colombia”. Libro Ed. Banco de la Republica: el Áncora, Bogotá 1999. 93 pág. Prólogo de, JARAMILLO Agudelo, Darío. pág. 9 – 15.
(7) (8) Ibíd., p. 5. JARAMILLO, Prologo, pág. 10 y 14.
(9) Óp. Cit., p. 5. JARAMILLO, Prologo, pág. 9.
(10) (11) Óp. Cit., p. 6. JARAMILLO, Prologo, pág. 14 Y 15.
(12) Óp. Cit., p. 6. JARAMILLO, Prologo, pág. 15, último párrafo.


Proyecto en La Historia de la Arquitectura Moderna

NIÑO Murcia, Carlos. ―Fernando Martínez Sanabria: y la arquitectura del lugar en Colombia‖. Libro Ed. Banco de la Republica: el Áncora, Bogotá 1999. 93 pág.

―El conjunto de las casas del Refugio en Bogotá, uno de los conjuntos más logrados de toda su producción arquitectónica. En la parte alta esta la casa Wilkie, en el medio, la pareja de casas para los hermanos santos y, más abajo, la casa Calderón‖.

Tomado de la pagina 50: La casa Wilkie, (1962), tiene una volumetría que abstrae la forma de las montañas inmediatas (cerros orientales), por sus formas cerradas y austeras, así como su perfil y la manera como reciben la incidencia de la luz y generan las sombras cambiantes en el día. La planta está basada en contraste: se ingresa al salón con muros divergentes abiertos a la amplitud de la sabana, luego surge el comedor, de muros convergentes y una ventana reducida que enmarca la vista al jardín y por último, una puerta sobre un pequeño patio lateral; a la izquierda de la entrada esta la escalera, para subir a los niveles superiores donde el espacio se integra con el vacío sobre el salón y las pendientes de la topografía, no es funcionalismo puro; hay ciertos trucos, cielos rasos falsos y espacios residuales pero no de otra manera se puede afrontar y resolver una planimetría tan compleja y lograr tan exacerbada expresividad.

Lo que más la llama la atención esa implantación casi telúrica en el lugar, esa riqueza de ángulos y perfiles, pues de lado parece una montaña y por detrás una especie de discóbolo griego que lanza su energía hacia la ciudad y la sabana. Todo resuelto con gran destreza y solvencia arquitectónica indudable, como se confirma en los dibujos previos, en los cuales sobrecoge la sencillez de los trazos, la manera de representar el mobiliario, las personas o la vegetación y, sobre todo, la capacidad de plasmar un espacio complejo en la sencilla superficie de una hoja de papel.

MONTENEGRO, Fernando; BARRETO, Jaime; MURCIA Niño, Carlos. Trabajos de Arquitectura: Fernando Martínez Sanabria. Editorial, ESCALA. Primera Edición 1979.

Conjunto de Casa en el Barrio El Refugio, están relacionadas entre sí y de acuerdo a la pendiente del terreno de tal forma que, disfrutando todas del panorama, permiten al peatón tener perspectivas distintas de los cerros y la sabana.

Se desarrolla una composición libre, virtuosa y dinámica. Sus formas casi biológicas, lejos de ser caprichosas, responden a planteamientos de diseño perfectamente racionales y coherentes: firmemente arraigadas al sitio son parientes en su forma y movimiento al paisaje.

Reflexiones sobre el Trabajo de Martínez Saanabria:

DARIO, German; BOTERO, Rodríguez. De La Arquitectura Orgánica A La Arquitectura Del Lugar: En las casas Wilkie (1962) y Calderón (1963) de Fernando Martínez Sanabria (Una aproximación a partir de la experiencia). Colección ―Punto Aparte‖. Primera Edición, 2007.

Tomado de la página 44-45: Al término de esta breve incursión por la vida y trayectoria de Fernando Martínez Sanabria, es preciso señalar que, conforme al propósito del presente estudio, como es el de ver en profundidad el organicismo que algunos historiadores han atribuido especialmente a la obra que este produjera a principios de la década de los sesenta, existen al menos tres hechos que preanuncian lo que posteriormente se conocería como una ―Arquitectura de autor disidente‖ caracterizada por una gran dinámica y flexibilidad en cuanto a formas y espacios: su repentino desencanto por Le´curbusier y su pensamiento, su interés por la arquitectura escandinava, y la controversia desatada a raíz del proyecto con el que se presentara para el Concurso del Colegio Emilio Cifuentes de Facatativá. A partir de estos acontecimientos es posible hablar de un cambio de actitud, de predisposición o ―vocación‖, frente al problema de la composición y el diseño, que en el caso de Fernando Martínez Sanabria se hace evidente en el cambio que su obra va adquiriendo.

En la obra de Martínez Sanabria se hallan, por lo general, distintas etapas, que obedecen a las exploraciones y hallazgos que marcan su trayectoria. No se trata de una evolución progresiva hacia la perfección, sino de hitos que indican los énfasis de su mirada y también las conquistas técnicas y de profundidad de visión que establecen su grado de madurez estética. Entre el Fernando Martínez Sanabria de las casa Santodomingo (1953) y el de la Caja Agraria de Pasto (1965), por ejemplo, existen unas destrezas adquiridas, un afianzamiento conceptual y una postura diferente.

Tomado de la página 27: Remitiéndose a la lección formal y conceptual de la arquitectura escandinava (Asplund y Aalto), Fernando Martínez Sanabria se sirve de algunos aspectos de ella para concebirla una manera local de hacer arquitectura a partir de la realidad territorial y cultural que es propia. Pese a que propone un camino aparte del propuesto por el racionalismo, la arquitectura producida en esta etapa de su carrera no se reduce estrictamente a un simpe traslado de la riqueza formal de la naturaleza. La escasa presencia de ángulos rectos y la preponderancia de curvas en unas arquitecturas que, como en el caso de la casa Wilkie, quizás pueda derivar de la superficialización de los órdenes y estructuras orgánicos latentes en un entorno natural, va en todo caso más allá de una filiación orgánica.

Tomado de la página 28: Esta arquitectura de Martínez Sanabria no es necesariamente una arquitectura que se construya a partir de una idea o principio generador entendido como ideal a alcanzar que imprime sentido a todos sus elementos. Su directriz se halla más bien condicionada por unos propósitos pragmáticos, existenciales y culturales que la definen en una temporalidad e intención específicas. Su concepción no es necesariamente la referencia a una actitud romántica investida de nostalgia, utopías o grandes sueños por realizar. Se conciben más bien según las interconexiones establecidas en un tiempo específico, y dentro de una acción encaminada hacia un propósito particular. No se halla necesariamente en función de ideas o principios cuya realización conlleve la promesa de aquella arquitectura de ―acento mesiánico‖ alguna vez promulgada por Zevi. Los aspectos que esta considera y sus elementos más bien adquieren valor y presencia según el propósito buscado en el momento que le es propio.


El dibujo de las plantas denuncia un continuo esfuerzo como consecuencia de los sucesivos ajustes exigidos por la forma particular del predio. En ellas se observa como incluso en la parte donde la sinuosidad va diluyéndose en muros y líneas que la parte de las habitaciones dentro de la planta de alcobas y servicios luzcan un tanto caóticas. La casa Wilkie, mediante la mayoría de sus elementos, denotan una voluntad de apartarse de convencionalismo geométrica.

Martínez Sanabria hace aquí explicito su conocido concepto de ―arquitectura in situ‖: ―la arquitectura no está en la colina es la colina‖ (entrevista de Bernardo Hoyos a Fernando Martínez Sanabria). Sin el ánimo de disociarse del paisaje, sin prejuicios estéticos, y entregado plenamente a la contemplación y al contacto con el infinito: ―una arquitectura bien pensada es inherente a un sitio‖ (entrevista de Bernardo Hoyos a Fernando Martínez Sanabria).



Elementos Conceptuales y Compositivos:
- Composición geométrica.
- Terreno/topografía/Visuales, dominio del horizonte, la propulsión del cielo y relación con lo cerros y la vegetación.
- Entorno y la naturaleza (evocación formal).
- La flexibilidad y la relación con el conjunto.
- Relación de las fachadas: hermetismo (Fachada Norte, Este); relación con el paisaje, permeabilidad (Fachada Oeste y Sur).
- Sinuosidad, armonio muro y vano, gestos compositivos.
- Hermetismo externo y continuidad interna.
- Continuidad a través de líneas y ejes de circulación continúas.
- Camino y eje: elementos de dirección, apertura y guía.


IMAGENES Y PLANOS CASA WILKIE




Foto tomada del libro de Carlos Niño, pagina 50.

Planta del Primer Piso

Planta del Semisotano

Planta del Segundo Piso

Localización

Fachada este

Fachada Norte

Fachada Oeste

Fachada Sur

Planta 1

Planta 2


ANALISIS DE LA IMAGEN

Espiritu de un lugar Acogedor

En la fotografía, se plasma una paisaje oscuro, mimético, misterioso, intencional, que aunque con una gran cantidad de paisaje natural; son los limites superiores los que definen la composición, una relación terrena e infinita, que en este caso están insinuadas entre líneas irregulares, curvas, cóncavos y convexos, que corresponden a los cerros orientales de Bogotá, marco ideal para el protagonista de la escena, la fachada de la Casa Wilkie (1962) del conjunto residencial ―El Retiro‖ de la ciudad de Bogotá, diseñada por el Arquitecto Fernando Martínez Saanabria. (1) La fotografía habla posiblemente de un lugar con pendiente que se proyecta hacia los cerros y componen tres planos principales. El primero en penumbra, sirve como peso al equilibro blanco-oscuro, actuando en este caso como la contraparte negativa; entre sombras se desdibujan figuras geométricas que enmarcan el espacio de aproximación hacia la Casa Wilkie, un sendero al parecer de superficie dura, se encuentra  salpicadode haces de luz que se abren campo entre la naturaleza circundante y de las pequeñas  plantas de baja altura, arbustos que tratan de difuminar los limites sucintos al siguiente plano, el principal.
El segundo plano se centra en el foco de luminosidad de la fachada; se percibe una tonalidad arcillosa, no porque se pueda descifrar el color, sino, por la textura y la irregularidad que transmite el material de la fachada (ladrillo), que aunque con su forma perpetua, un paralelepípedo rectangular, y la multitud de sus elementos adosados y trabados uno sobre otro, marca la figura e imagen principal de la vivienda.
Sus límites laterales y aberturas, muy lineales y hasta herméticas, se contradicen con los remates curvos del vértice superior de la fachada; obligándome a creer la existencia de una intencionalidad directa, que correlaciona la fachada de acceso de la casa con su entorno inmediato, con el fin de formar una atmosfera mimética, confortable que se desvanece en dirección al sendero en penumbra, hacia las montañas a manera de establecer una relación con el suelo, lo terrenal.
De modo que el carácter que se refleja en la fotografía, vivienda; realmente invita a saber más de ella, a habitarla, a recorrerla; y aunque desde luego no precisare si dicha interpretación del lenguaje se ciñe o no a las supuestas ―normas‖ o modas de lo moderno; es mi sospecha, que Martínez alertado, y para no quedar como creador de ―rarezas‖ entre los modernos, intento con los demás elementos de la fachada; que si nos detenemos son bastantes escasos y austeros; disimular el lenguaje, que entre lo universal es mejor categorízalo desde la particularidad de una arquitectura propia y singular.
El último plano, el segundo en importancia, tiene que ver con la verticalidad, el anunciamiento al cielo y la superficie irregular del remate de la fachada, en relación con la puntas y sinuosidad de los cerros orientales, aunque se perciben densos y tácitos, sirven como cohesionador a la idea de la fotografía y al supuesto moderno, de la naturaleza, vivienda y ciudad; eclipsado por muchos arquitectos de la época, pero ―logrado con maestría por Martínez‖ (2); quizás al nivel del proyecto insignia de este tipo de viviendas, la casa Kauffman de Wright; siendo esta última homenajeada por muchos, realmente pienso que es la Casa Wilkie la que resume en síntesis, la teoría extensa a la que se refiere estos proyectos, la arquitectura de lugar.
Finalmente, si bien dicha teoría ha sido expuesta y discutida a través de la historia por acérrimos modernos; me atrevo afirmar, que fue un hijo adoptivo de Colombia quien agrego la palabra clave a la discusión, ―espíritu‖; espíritu de lugar, palabras con las cuales dan un título a la fotografía del proyecto, la cual en realidad retrata una escena a una imagen entrañable y alegórica, de curiosidad y de admiración, de sosiego y acogimiento que invita a descubrir el interior de la Casa Wilkie.

_____________________________________________________________________________
(1) SAMPER, Diego; ARQUITECTURA MODERNA EN COLOMBIA: Época de Oro. Pág. 108, 109.
SAMPER EDITORES, Julio 2000.
(2) Ibíd., p. 2, SAMPER, Diego; Pág., 106.


Fotografia Tomada del Libro: SAMPER, Diego. Arquitectura Moderna en Colombia: Epoca de Oro.
Escaneada en prólogo del libro, Producción fotografica colectiva de: Eduardo Samper, Diego Samper
Martinez y Enrique Guzmán. Editado en: Julio/2000.



Bibliografía

Consultas Impresas:
SAMPER, Diego; ARQUITECTURA MODERNA EN COLOMBIA: Época de Oro. Pág. 108, 109. SAMPER EDITORES, Julio 2000.
NIÑO Murcia, Carlos. ―Fernando Martínez Sanabria: y la arquitectura del lugar en Colombia‖. Libro Ed. Banco de la Republica: el Áncora, Bogotá 1999. 93 pág. Prólogo de, JARAMILLO Agudelo, Darío. pág. 9 – 15.
MONTENEGRO, Fernando; BARRETO, Jaime; MURCIA Niño, Carlos. Trabajos de Arquitectura: Fernando Martínez Sanabria. Editorial, ESCALA. Primera Edición 1979.
DARIO, German; BOTERO, Rodríguez. De La Arquitectura Orgánica A La Arquitectura Del Lugar: En las casas Wilkie (1962) y Calderón (1963) de Fernando Martínez Sanabria (Una aproximación a partir de la experiencia). Colección ―Punto Aparte‖. Primera Edición, 2007.
Fuentes Electrónicas:
ORRANTIA Herrera, Andrés. Fernando Martínez Sanabria. Artículo Electrónico publicado en: http://www.mcarts.com/dd/chuli/index.html. Última Actualización: 2001.
Otras Direcciones Web Consultadas:
Biblioteca Luis Ángel Arango:
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/exhibiciones/monu/mn_77.htm
Wordpress, Superblog:
http://josegenao.wordpress.com/category/biografias-y-personajes/
Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Arquitectura_de_Bogot%C3%A1
http://es.wikipedia.org/wiki/Alvar_Aalto
http://es.wikipedia.org/wiki/Rogelio_Salmona
http://es.wikipedia.org/wiki/Centro_Internacional_de_Bogot%C3%A1
http://es.wikipedia.org/wiki/Bruno_Violi
http://es.wikipedia.org/wiki/Plan_Marshall
http://es.wikipedia.org/wiki/Frente_Nacional_(Colombia)


Linea de Tiempo


Link para ver pdf online
Linea de tiempo Fernando Martinez Saanabria