EDIFICIO SEAGRAM
POR: DANIEL SANTOYO
Un Cuadro Ocasional
Existe muy poco registro fotográfico de su juventud, en la mayoría de las fotos aparece de edad avanzada casi siempre acompañado de un puro, con una expresión en su rostro bastante calmada y reflexiva. Sus familiares y compañeros de trabajo más allegados lo recordaban como alguien simpático y humilde, una persona muy tímida a la que no le gustaba aparecer, hablar o leer en público. La relación se le hacía más fácil ante la presencia de unos martinis. Su pasatiempo preferido era ver televisión, le gustaba ver el boxeo. En una ocasión su nieto Dirk Lohan también arquitecto, al verlo en el sofá fumándose un puro muy tranquilamente mientras observaba revistas en la habitación de un hotel, Dirk le reprocho: te pasas todo el día acá sentado sin hacer nada y Mies contesto: tú crees que no estoy haciendo nada, pero estoy trabajando.
Siempre apareciendo en sus fotos de manera meticulosa, donde la toma debe generar un encuadre preciso. Con una finalidad del fotógrafo buscando capturar esa esencia de la persona, acompañada por ese fondo sucinto o por esa silla que ha sido diseñada por el mismo Mies, o en algunas otras muestras donde este contraste se vuelve un negativo y esa maqueta aparece en primera instancia escoltada por un rostro longevo.
No existe una toma al azar, entre el arquitecto y su fotógrafo hay un plan a seguir para lograr un extracto de aquel momento. Todo esto puede traducirse como un reflejo de su arquitectura donde el minimalismo y la precisión por los detalles se hacen notar a la vista. Pero al descubrir esta foto un poco mas casual donde ya no está ese Mies vestido de traje oscuro, con mirada desafiante. Nos percatamos de una persona mas natural, alguien que nos ha invitado a su casa a pasar el rato. Y encontramos a este personaje distraído y relajado, probablemente sea un domingo en la noche.
En esta toma existe una perspectiva que nos muestra un gran sillón perpendicular a una pared blanca, Que sirve como lienzo para los demás objetos frente a ella. Un par de cuadros, el primero mucho más grande donde no se ha plasmado sombre el nada figurativo, pero evoca algo folklórico pues pareciera haber alguien bailando representado por una serie de líneas delgadas el otro al lado derecho enmarca cierta horizontalidad pero dentro de este hay una abstracción de formas que no se alcanzan a detallar muy bien. Frente a esta pared también hay una especie de mesón flotante cubierto con una delgada lámina de mármol, carece de ornamentos y esta dispuesto para tener los objetos a la altura de las manos de una persona en pie. Es decir un elemento no decorativo con una finalidad netamente funcional. Sobre esta descansa a su izquierda y bajo el cuadro grande una serie de documentos, y 7 libros el último bastante grueso lo que llevaría pensar que se trata de una biblia. Continuando con la mirada hacia el mesón de izquierda a derecha, hay una escultura esbelta con una forma orgánica semejante al tallo de una planta seguida de un bloque, un periódico y un radio. En el extremo izquierdo de la foto hay un sillón que hace juego con el sofá y se avista una esquina que podría ser un pasillo, el suelo es oscuro cubierto con un gran tapete sencillo con un tejido muy vistoso.
Existe un interés acerca de la vida privada de las personas famosas, me pregunto si Mies vivía en algúno de sus edificios o por lo menos en su etapa madura cuando residía en chicago?... Me he topado con la sorpresa que no fue así, vivió durante 29 años en este apartamento construido por un francés en 1917 con una atmosfera del viejo mundo, era un espacio mas reservado pues no tenia grandes ventanales y tal vez no se sentía tan observado, curiosamente el espacio de la pared era el que mas le gustaba a Mies.
Observamos a una persona de la tercera edad leyendo varios libros, con una vestimenta relajada y casual un par de sandalias acompañado de su puro. Tal vez quería dar a conocer su lado mas humano y personal, y no parecerse a sus edificios cuadrados.
Edificio Seagram en la Historia de la Arquitectura Moderna
A sus 36 años luego de haber construido dos casas las cuales aun no tenían impreso su propio estilo, estaban diseñadas a la manera tradicional, hechas con ladrillo y cubiertas inclinadas. La casa Riehl y la casa Urbig. Mies plantea un edificio en un concurso para el centro de Berlín que nunca fue construido, El proyecto para un rascacielos de vidrio Friedrichstrasse que proponía una fachada enteramente de vidrio, algo nunca antes visto para la época.
Para este edificio, una forma prismática ajustada al triangulo me pareció la solución más justa al problema, y di una ligera angulacion a cada cara para evitar el efecto siniestro que aparece cuando se utiliza el vidrio en grandes superficies. Las experiencias realizadas sobre una maqueta de vidrio me indicaron el camino, y me di cuenta enseguida de lo que importa en el uso del vidrio no es el efecto de luz y sombra, sino un verdadero juego de los reflejos luminosos (Mies van der Rohe)[1]
Cerca de un cuarto de siglo mas tarde tendría que esperar desde los esbozos de Friedrichstrasse, cuando la multinacional canadiense Joseph E. Seagram e hijos, le encarga un edificio en Nueva York. Acá podría finalmente hacer realidad su idea de un gran edificio de oficinas.
El estilo que Mies creo a lo largo de su vida, buscando la sencillez y la calidad de los materiales para lograr unos acabados impecables en sus obras, haciéndolas diferentes a los demás proyectos que aun se planteaban en la época. Un visionario que nunca fue teórico de la arquitectura, donde la manifestación del trabajo se da solo a través del trabajo, es decir Mies no ensena con textos sino a través de su arquitectura.
La construcción del seagram va desde 1954 hasta 1958.
Las ciudades estadounidenses vieron un gran crecimiento después de haber ganado la guerra, el aumento económico y productivo llevo a la expansión y renovación de las ciudades después del gran periodo de estancamiento debido a la guerra, ahora estas abarcaban no solo el espacio horizontal, sino que buscaban conquistar el cielo. Los edificios de estas ciudades manejaban un lenguaje arquitectónico muy tradicional, seguían sin mayores cambios, a pesar de los nuevos materiales que aparecieron en el siglo veinte, que si bien permitían construcciones mucho más altas, debido a la utilización del concreto armado, su aspecto no dejaba de ser el mismo. Con cornisas a lo largo de cada piso rematadas con gárgolas en sus aristas, además eran edificios que mostraban gran cantidad de masa, dejando así unos vanos pequeños, construcciones imponentes presumiendo de gran ornamentación. La naturaleza del arquitecto y del mecenas es levantar el edificio sobre todo el lote, para aprovechar la mayor cantidad de espacio, luego todos quedaban muy pegados entre si y las fachadas se alineaban unas con otras dejando llegando al límite permitido para la acera, dificultando así la entrada de luz a los pisos más bajos y a las calles.
Al observar estas tendencias que ocurrían en la arquitectura norteamericana, la propuesta de mies es totalmente nueva, pues este nuevo edificio viene acompañado también de un aporte urbanístico. Una gran caja de vidrio, que en su maqueta pareciera la representación de la estructura de cualquier otro edificio, una mezcla de metal y vidrio que brillan por si solos.
El terreno abarca desde la calle 52 y 53 de esta manera se tiene disponible tres calles frente a este. Mies construye el edificio utilizando tres cuartas partes del terreno y ubicando al centro de este, de esta manera genera un distanciamiento entre las aceras y los demás edificios. Esto genera un caos entre todos los desarrolladores inmobiliarios de Manhattan pues el área construida por metro cuadrado es menor al de las demás edificaciones, suponiendo así una desvalorización para el Seagram, pero esto Mies se lo retribuirá simbólicamente haciendo del edificio el mayor hito arquitectónico.
Al retroceder el edificio de esta manera se crea una plaza con dos grandes fuentes a cada lado de manera simétrica, que dan un ambiente de relajación para los visitantes. Esta plaza posee una escalinata a la frente a anden, con esto diferenciándola del espacio de la calle. La del edificio planta con una proporción de tres módulos por cinco para la torre y un bloque adosado que va de lado a lado en la parte trasera, al frente esta se encuentra separada del piso creando así una permeabilidad entre la plaza y el lobby. A los costados hay árboles dispuestos axialmente, que dan belleza y naturalidad a este espacio en general.
Después de haber desarrollado la implantación y crear un lugar, sobre este se alza una edificación de treinta y ocho pisos, para evitar un plano vertical sobre la fachada, Mies utiliza algo no funcional pero que le da un carácter distintivo al edificio, son los perfiles en H de cobre, material de color mate y ostentoso. Estos perfiles generan una serie de sombras al interior, que con sus grandes ventanales que van de un entrepiso al otro han sido tratados con un tinte de color marrón que evitan el excesivo calor dentro de este, pero también combinan con la tonalidad de los perfiles. Mies diseño las persianas
restringiendo el numero de posiciones hasta 3 de esta manera evita un desorden en la fachada cuando los usuarios las abran a su manera.
En sociedad con Philip Johnson que se encarga de los interiores, bajo la supervisión de Mies, generan espacios elegantes donde tuvieran un sentido de tranquilidad y de apertura para que fuera un lugar agradable para estar. En cualquier otro edificio, la persona que va caminando por la acera se encuentra de repente con la puerta de acceso, da unos cuantos pasos dentro del edificio y llega al ascensor que lo llevara hasta su piso, algo así de simple.
En el día el resplandor del vidrio y el metal hacen que esta construcción se aparte de los demás edificios y en la noche deslumbra con su luz que pareciera una escultura de luz que ilumina la gran manzana.
El principal objetivo de la arquitectura de Mies es hacer sensible el espacio, es decir, establecer las referencias que ordenen su percepción visual. Todas las demás cuestiones quedan supeditadas a esta.[2]
Este carácter de singularidad que le da Mies, no es un concepto particular, específicamente para este edificio. Es un concepto de carácter universal que intenta resolver con su arquitectura. Como decía anteriormente Mies era un maestro y enseñaba a través de su construcción. Nueva York tiene grandes edificios como el Empire State y el edificio Chrysler pero el impacto que tuvo el Seagram en las ciudades Norteamericanas fue absoluto, esto hizo de Mies el mejor arquitecto para las compañías estadounidenses, muchos arquitectos se apropiaron de este concepto, ya los nuevos edificios pasarían a ser cajas de vidrio y acero con una mínima ornamentación, las ciudades cambiarían su cara.
DOS PROTAGONISTAS
Una gama de grises que define una imagen en la que aparece una fracción de una ciudad donde el fotógrafo se ha ubicado desde un plano superior y en un ángulo diagonal, generando dos puntos de fuga para captar dos fachadas del edificio Seagram desde su implantación hasta su remate superior, sin pasar por alto de todos los extras que hacen parte de este escenario para generar un contraste.
Un atardecer nublado como fondo principal que invita a accionar los focos de los edificios y automóviles. Como elemento de partida aparece una doble vía, esta posee un gran separador adornado con plantas. Por esta gran calle circula un tráfico de automotores, que representan su movimiento que sucede en la parte inferior de la imagen debido a la técnica de la fotografía de larga exposición. Pues los automóviles que están en circulación dejan su rastro con unas estelas que despojan sus propias farolas. A diferencia los que están aparcados a la orilla que sugieren una época, por sus formas ovaladas y sinuosas.
Junto a esta vía existen unas manzanas que la delimitan, estas a su vez contienen grandes volúmenes de edificios que se alzan muy al borde de estas. El Seagram aparece en un plano muy importante ocupando un gran porcentaje de la foto, con su volumen retrocedido unos cuantos metros de la calle como gesto urbanístico hacia los habitantes de la ciudad generando una plaza custodiada por dos grandes fuentes a cada lado. En el lobby de esta edificación se ve una planta libre con una potente iluminación, que da una sensación de que el edificio se encontrara a punto para despegar. Es evidente la transparencia de esta obra que se genera por los grandes ventanales que proyectan luz artificial hacia el exterior. Como también la simplicidad y la falta de ornamentos decorativos que son visibles en los demás edificios que están al fondo de la imagen.
Al lado derecho existe un posible contrincante enfrentado hacia el Seagram asomando en la imagen una de sus esquinas, con un lenguaje similar pues también son notables los grandes ventanales que enmarcan esta parte de la imagen. También hay otro protagonista posicionado en el centro de la plaza que parece minúsculo frente a este gran conjunto dando una escala a toda la imagen en general.
Fotografía de Ezra Stoller
New York, USA, Seagram 1958.
http://ars-photographica.blogspot.com
New York, USA, Seagram 1958.
http://ars-photographica.blogspot.com
Ezra Stoller. Edificio Seagram, Mies Van Der Rohe & Philip Johnson, New York, 1958.
Bibliografía
1- Cristina Gastón Guirao, Mies: el proyecto como revelación del lugar, 2005.
2- Jean Louis Cohen, Mies Van der rohe, 1993.
3- Werner Blaser, Mies van der Rohe, 1982.
4- Artur Drexler, Maestros De La Arquitectura, Ludwig Mies Van Der Rohe, 1961.
5- BBC- Visiones del espacio: Mies Van Der Rohe Menos es Mas.
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