sábado, 23 de noviembre de 2013

CASA ESPERIMENTAL EN MUURSATSALO

ALVAR AALTO

CASA EXPERIMENTAL EN MUURSATSALO-1953

Por: Pedro Daniel Guerrero

EL PATIO Y EL HABITAR

Hablar del tema de habitar en la arquitectura doméstica moderna podría llevarnos a tratar exclusivamente con la funcionalidad de espacios interiores refiriéndonos a conceptos básicos de iluminación y ventilación, típicos del movimiento moderno. Pero no es el caso de la imagen seleccionada, donde en vez de prestarle especial atención al interior de la casa de experimental en Muuratsalo (también de gran trascendencia), se ha preferido hablar del patio de la misma, adosado a una casa con planta en “L”. Si bien el patio debe conceptuarse como un elemento de estricta relación con el exterior, en la casa Aalto el contexto es especial, pues la misma se encuentra en una isla llena de vegetación nativa de Finlandia, por lo que tal relación con el exterior del patio en cuestión toma fuerza, dadas también las aberturas del mismo donde Ching diría que “El grado de vinculación entre los espacios interiores y exteriores está determinado por las aberturas en los parámetros externos”[1].
Se trata de una casa “experimental”, por su localización y por el juego de materiales que el arquitecto quiso poner a prueba en la misma, pues como se puede ver en la fotografía, hay diversos tamaños, formas y colores para los ladrillos, así como muchas más distintas maneras de aparejarlos. Pero como bien es sabido que si hemos de hablar de “habitar”, la arquitectura no puede presentarse como un cuerpo sólido, vacío y por tanto estéril, sino que debe hacerse la presencia de personas, que son (o deberían ser) el fin último de la misma. Es por eso que la imagen fue escogida por la presencia de personas en el patio de la casa en Muuratsalo. Las mismas están o parecen estar compartiendo experiencias allí dándole una jerarquía e importancia muy especial a dicho patio.
Sin embargo, no es casualidad que el patio atraiga tanta atención en medio de la casa, todo esto por un sencillo detalle también apreciado en la fotografía y que da fe de la intención del arquitecto de hacer del patio un lugar de esparcimiento de primer nivel. Se trata del fogón (que se encuentra encendido), visto en la parte inferior de la fotografía; tal importancia dada por el clima del lugar, que gran parte del año ha de ser muy hostil. Por otro lado, debe considerarse que históricamente y por nuestra propia condición humana, el fuego brinda por un lado el ambiente propicio para la reunión de una comunidad y por otro lado, nos otorga el bienestar que a través del tiempo facilitó nuestra supervivencia,  tal como lo dijo Robinson Crusoe al perderse en una isla desierta “En cuanto tuve instalada mi habitación, consideré absolutamente necesario disponer un lugar para encender fuego y procurarme combustible”[2]. Es así donde los sencillos detalles como la diversidad de disposiciones del ladrillo y la presencia de un fogón en medio del patio, hacen del mismo (con clara intención del arquitecto) un espacio neurálgico para el acto de habitar.




[1] CHING, Francis. Forma Espacio y Orden. Barcelona. 2010. P.38. Editorial Gustavo Gili. 3era edición.
[2]DEFOE, Daniel. Robinson Crusoe. Barcelona. 2003. P.71. Editorial Vicens Vives. 4ta edición.

FOTO: Nicolás Saieh 2010
Fotografía de Arquitectura – www.nicosaieh.cl


LO NO MODERNO, VALORADO POR UN MODERNO
El día a día de Alvar Aalto tiene siempre dentro de sí el enorme detalle que lo hizo diferente a sus contemporáneos. Luego de toda una vida de éxito y reconocimiento, el ya anciano arquitecto ejerce su labor con la parsimonia de tener en su taller, donde importantes proyectos se desarrollan. La compañía de su esposa y colega Elissa, es ella la actualidad de la compañía femenina que a lo largo de toda su carrera fue una constante. Como diría Capitel: “Alvar Aalto fue, como es bien sabido, el único arquitecto de la llamada ‘segunda generación’ que ha sido considerado por la crítica ‘heróica’ como un nombre que podría añadirse a la sagrada lista de los grandes maestros.”[1]
Con el pasar de los minutos en su despacho, en medio de trazos y con su esposa y compañeros trabajando en su próxima gran obra, una trascendental pregunta pasa por la mente de Alvar Aalto: – ¿Qué me hizo diferente de los demás? – Las posibles respuestas vuelan por su mente, ignorando el revuelo del sitio. – ¿Qué puede ser? He acompañado siempre los Congresos de Arquitectura Moderna. Lo racional está primero. La forma sigue a la función. Etcétera. – Es entonces que la verdadera respuesta cae como un rayo en su mente.
Siempre lo supo, pero lo que quizá no estuvo enterado de que entre los trazos rectos de volúmenes puros y lisos que en su oficina en este momento se diseñan, hay un presagio de la complicidad que su trabajo tendrá en la muerte del Movimiento Moderno. En este momento coinciden el ocaso de su fructuosa vida y el ocaso del fructuoso movimiento del que participó.
Mientras ojea distraído un plano dibujado recién, vislumbra la gran diferencia entre sí y sus contemporáneos: Lo que se hizo en Finlandia en el pasado se hizo significativo para el desarrollo de toda su labor arquitectónica: Las grandes iglesias de madera, el fuego, la nieve, el terrible clima, todos aspectos del Clasicismo Nórdico, el cual se basó en las ya nombradas iglesias de madera y las casas feudales. Alvar Aalto era un ecléctico que se disfrazó de moderno.
Los demás eran modernos pragmáticos, nada en absoluto de la historia de sus países (aún más trascendental para la Historia de la Arquitectura, que la propia arquitectura tradicional finlandesa) se tomó como tema de diseño ni como argumento para ellos. De nada valieron tantos siglos de Románico, Gótico, Renacentista y Barroco para los demás modernos. Sí lo fueron para Alvar Aalto.
Una pícara sonrisa se forma en su rostro mientras dibuja sobre sus planos, sabe bien que hizo lo correcto; está enterado que su huella no se borrará jamás de la Historia de la Arquitectura. Una mirada nostálgica acompaña una imagen de su tan bien lograda Villa Mairea y su gran columna de madera junto al acceso que se tuerce y olvida lo moderno pero que a la vez lo acompaña y lo complementa. Siente que la historia de su país se materializa en tal columna y en el sinnúmero de detalles que se encuentran al interior de tal villa.
Entre la satisfacción de un día más de trabajo, Alvar Aalto ignora lo que su amalgama de argumentos le está haciendo a la arquitectura mundial. Es él partícipe de una moción que crecerá en el par de décadas siguientes. Quizá en ese momento lo puede sentir, pero no sabe que vivirá lo suficiente para ver cómo pizcas de historia en sus proyectos ayudarán a derrumbar ese enorme cambio que se llamó “Movimiento Moderno”. Su vida alcanzará para ver cómo un grupo de la última generación de modernos se vestirá de “separatistas” y protestará contra el rígido funcionalismo del movimiento y actuará en pro de una arquitectura que vea de nuevo con ojos de historiador. Giedion conoce bien al Team X: “Un grupo de arquitectos más jóvenes, que llevarían a cabo los preparativos con la cooperación de los líderes más viejos.”[2]
Y así, el gran Alvar Aalto vuelve dentro de sí, luego de un viaje en su mente y en sus recuerdos a través de su época, de su trabajo y el de sus contemporáneos. Vuelve dentro de sí para seguir dibujando, seguir diseñando, seguir trazando historia.

[1] CAPITEL, Antón. Alvar Aalto. Madrid. 1999. P.7. Ediciones Akal.
[2] GIEDION, Siegfried. Espacio, tiempo y arquitectura. Cambridge. 1982. P.702. Harvard College. 



EL PATIO PARA EXPERIMENTAR
En búsqueda de una mirada crítica sobre la Casa Experimental en Muuratsalo de Alvar Aalto, fue imposible hallar citas sobre la misma en libros canónicos de Historia de la Arquitectura. Sin embargo, se logró conseguir textos que tratan de la misma de variados autores.
La mayoría de ellos coinciden en tratar de destacar tres rasgos de vital importancia de la casa. Tales rasgos, incluso podrían bastar para definir la casa por completo: se trata de la experimentación que el arquitecto hace con los materiales de revestimiento y el uso del patio.
El primer autor (Sarah Menin) destaca el uso del patio como límite entre la naturaleza y la protección de la casa, pero estando en un espacio descubierto. Dice que: “La casa experimental de Aalto iba a ser un refugio, conformando un alojamiento sencillo que está formando dos lados de un patio recubierto con ladrillo, encerrado por el tercer lado por un muro alto, pero perforado. El cuarto lado es una gran parte abierta, aunque el muro vuelve a sugerir un grado de cerramiento y protección. Estos altos muros enmarcan el espacio exterior que se extiende más allá del patio principal, a través de las rocas de granito, hasta el agua, donde las numerosas intervenciones, como pequeños embarcaderos, ayudan a la humanidad, tanto en su acceso como a la retirada de los elementos.”
Es importante notar la enorme perforación que el muro de mayor superficie en el patio tiene, pues el mismo ofrece ese paralelo entre el cobijo que el muro presta, así como el que las rejas del vano pretenden otorgar; pero con la capacidad de tener una relación visual superior con los árboles que se hallan al otro lado.
El patio posee una jerarquía de tales proporciones, que si se observa la planta, el mismo ocupa casi la mitad de la misma. Esta simple apreciación es señal de cómo el arquitecto quiere hacer del patio un espacio de permanencia para los habitantes y visitantes de la casa, renunciando a una gran área para espacios interiores.
El segundo autor (Pedro Bright Samper), que busca las influencias de Guillermo Bermúdez Umaña para sus casas, pone como valor central de la casa experimental, dos factores: la prevalencia del muro mayormente cerrado y la textura del mismo. Dice: “En Finlandia, la posición de Alvar Aalto es clara en este sentido, al ver por ejemplo el proyecto para su casa de verano en Muuratsalo, conocida en ocasiones como la “casa experimental”. Aquí, Aalto realiza todo tipo de experimentos con la construcción del muro en ladrillo, con el resultado que puede obtener a partir de diferentes aparejos en cuanto a la textura, a la manera en que la luz golpea la superficie. El muro reaparece como el elemento preponderante de la arquitectura. La idea del cobijo, del hogar, rechaza de facto el acristalamiento perimetral de toda la casa.”
Se hace claramente visible, que la casa experimental difiere de otras casas destacadas del Movimiento Moderno (o producto del mismo) que le dan prevalencia al plano transparente en sus fachadas, como por ejemplo la casa Fransworth de Mies Van Der Rohe o la casa Douglas de Richard Meier que se encuentran en latitudes apenas similares a la experimental de Aalto y por tanto, sufren también de la inclemencia del invierno. Es la necesidad intrínseca del arquitecto, de crear en su casa de verano, la sensación de refugio, de protección. Sensación imposible de obtener en una casa acristalada.
El arquitecto busca experimentar con la técnica, tal vez con el capricho del mismo de conocer sinnúmero de posibilidades de colocación de aparejos, no solo de ladrillos, sino de cerámicas tintadas. El tercer autor (Roberto Bray), hace referencia a esto, pues destaca que tal desarrollo en extremo complejo del revestimiento, tiene un enorme carácter subjetivo y abstracto que comunica rasgos y valores de Alvar Aalto. Dice: “Sirviendo como intentos de evolucionar con el tiempo, las obras de Aalto como resultados totales se convierten, en el espacio y la materia, como el fin de emplear el resultado logrado por los objetivos sucesivos. La residencia de verano del arquitecto en Muuratsalo es un ejemplo de esto. El uso del ladrillo rojo a lo largo de los elementos cerámicos en este caso adquiere un gran valor expresivo y se acompaña de motivación precisa de carácter técnico.”
Es así que la casa que Alvar Aalto hizo para sí mismo en Muuratsalo, da fe del título que le fue otorgado. El hecho de llamarse “experimental” es muestra del objetivo con el que fue construida. El arquitecto quería buscar horizontes y posibilidades en la misma, por encima de otros factores. 

MAQUETA

LINEA DE TIEMPO Alvar Aalto Timeline



BIBLIOGRAFÍA

CHING, Francis. Forma Espacio y Orden. Barcelona. 2010. P.38. Editorial Gustavo Gili. 3era edición.
DEFOE, Daniel. Robinson Crusoe. Barcelona. 2003. P.71. Editorial Vicens Vives. 4ta edición.
  
CAPITEL, Antón. Alvar Aalto. Madrid. 1999. P.7. Ediciones Akal.
GIEDION, Siegfried. Espacio, tiempo y arquitectura. Cambridge. 1982. P.702. Harvard College.

MENIN, Sarah. SAMUEL, Flora. Nature And Space: Aalto and Le Corburier. Londres. 2003. P.97. Routledge.
PEDRO, Bright. La construcción de la intimidad, casas de Guillermo Bermúdez Umaña. Bogotá. 2006. P.43. Universidad Nacional de Colombia.
BRAY, Roberto. Alvar Aalto, spazi e proceso architettonico. Bari. 1984. P.77. Edizioni Dedalo.

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