Nombre del Proyecto: Casa Santa Ana
Nombre del Autor: Germán Samper Gneco
Por: Jorge Adolfo Leon Bautista
El Habitar Moderno de Germán Samper Gneco (Casa
Santa Ana, Bogotá, 1955)
Esta vivienda blanca y de formas muy
racionales es la muestra clara del pensamiento moderno que llegó tras el arribo
nuevamente a Colombia del maestro Germán Samper. En el que se evidencia la
influencia de Le Corbusier en la simpleza de las fachadas, sin ornamentos. La
ortogonalidad y ese sentido práctico del que hacer arquitectónico al emplear
relaciones interior exterior sencillo y contundente.
“algunos proyectos (de Samper) que, junto
con sus primeras obras en su despacho individual. Como la iglesia del barrio el
polo y su propia casa, confirmaron su inclinación por una arquitectura del
momento, como fueron el uso de los closet en fachada – que permite una gran
profundidad en las ventanas –las cubiertas con aleros en concreto suavemente
inclinadas y el cuidado en la formaletería del concreto” (Samper – Ramírez,
p122)
Es una vivienda de dos niveles en la que
intuiría que las áreas sociales se encuentran el en primer nivel junto con
algunos servicios y en el segundo, se proporciona la privacidad suficiente para
las habitaciones y los espacios de descanso más íntimos de la vivienda,
localizada al norte de la ciudad en un área de carácter suburbano en esa época
en que es construida, obedece al confort buscado al tener la vivienda aislada,
en la que los espacios exteriores jugaban un papel importante. Eran el patio
de juegos de los niños y posiblemente
los espacios de múltiples actividades propias de una familia. El esparcimiento
de cada uno de los habitantes de la vivienda en conjugación con ese ambiente
que le proporcionaba esa área boscosa en que se encuentra contextualizado.
A la derecha se observa una mujer llegando
a la vivienda. Se puede apreciar que esta vivienda se encuentra sobre una topografía
en la que fue necesario el uso de elementos de acceso como esa escalera en
ladrillo. Supongo que con el fin de realzar la vivienda en función del terreno.
Finalmente, grandes ventanas que
proporcionan una iluminación natural importante en cada uno de los espacios de
la vivienda, eran parte de la preocupación del pensamiento moderno, dado que la
ventana sería un elemento vital para el desarrollo de las relaciones interior
exterior de la vivienda además de proporcionar mejores condiciones de asolación
de los espacios
El Arquitecto Moderno
Su
familia siempre presente como se puede observar en su despacho, casi frente a
cada uno de los proyectos que este escritorio vio nacer, crecer y culminarse
exitosamente, así inicia su maravillosa carrera por esta profesión Germán
Samper Gneco.
Su
amplio deseo por rehacer esta ciudad tras ese fatídico día en que casi se
pierde todo legado con la destrucción y el caos. Germán Samper seguía ahí
inmóvil pensativo y sereno como ha sido siempre a lo largo de su trayectoria.
Firme y seguro de sus convicciones y conocimientos, buscando darle vida y algo
de tranquilidad a su ciudad natal.
“el
ingenio nos asiste en proyectar caminos de realización, pero la idoneidad
consumada que asegura el reconocimiento en el desempeño de la arquitectura y el
urbanismo proviene de la determinación y la disciplina; Germán Samper ha hecho
de estas un “bastión”, el mismo desde el cual se propuso transfigurar su
obsesión y realidad. Su ingreso a la “factoría” de la arquitectura moderna por
excelencia fue igualmente fruto del encuentro con Rogelio Salmona según cuenta,
y con quien compartió experiencias en aquella exuberante escena parisina que
fueron acompasando el advenimiento de una dialéctica recíproca que se vio
finalmente concretada en la incipiente urbe bogotana; un pasillo – una ciudad –
dos temperamentos – dos arquitecturas. Así como Le Corbusier le estimuló a
hacerlo y para quien la mano era el instrumento mediante el cual la mente se
conectaba con el mundo, su puerta de entrada a la elucubración y método de
aprehensión reside en el dibujo. Lo material es asimilado en sus trazos y así
lo real deviene sustancia de trabajo y fuente de inspiración para lo
imaginario” (SCA.boletín 72)
Siempre
lo acompaña un lápiz o algún estilógrafo para plasmar sus ideas y como decía Le
Corbusier, conectarse al mundo por medio se sus manos y sus trazos, es aún un
trasnochador indudablemente, que no para de trabajar y de procurar hacer
realidad esa idea de ciudad que muy seguramente adoptó tras ese paso
significativo en su carrera con su mentor Suizo en obras como la ciudad india
de Chandigarh,
A su
lado siempre unos lentes para no forzar mucho sus ojos y de esta manera poder
mantener constante esa conexión con el mundo que lo rodea.
“nos
aficionamos a pintar por solicitud del maestro. Nos dijo “dibujen, el
arquitecto tiene que dibujar porque seguramente la única oportunidad que usted
tiene de estar frente a una arquitectura de valor ¡no va a estar volviendo!
Entonces estúdiela, coja una hoja de papel y analice su estructura y todo eso”.
Y entonces con Rogelio salíamos. Almorzábamos y discutíamos mucho en los
cafés…” (SCA.boletín 72)
Es
así como el dibujo es y será el elemento que hizo grande a este maestro de la arquitectura nacional.
Que claramente se puede observar en su despacho tan concentrado en su quehacer
arquitectónico.
“…entonces
no era fácil... hacer carrera en Francia y yo sí sabía que en Bogotá tenía
posibilidades y que pues me abría camino en Bogotá, y la primera vez que yo le
dije a Le Corbusier que me devolvía me dijo: “usted no se devuelve ¡punto!
Tranquilamente a usted le falta todavía un tiempo aquí para…” bueno, con ganas
de – que se quedara – si porque yo ya naturalmente le conocía los trucos”
Su
tranquilidad y serenidad aún se reflejan hoy en día.es un ser humano muy
tranquilo y goza de excelente salud. Vive una vida tranquila al lado de los
suyos. Esos mismos que allí en esa foto estuvieron presentes y se mantienen.
(Portada del documental GERMAN SAMPER
GNECO, “el camino de un Arquitecto”), Bogotá, 18 de abril de 1924
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LA CASA SANTA ANA Y SU INFLUENCIA EN EL HABITAR COLOMBIANO
Para entender la
vivienda social en Colombia y el trabajo de Germán Samper, hay que conocer sus
antecedentes históricos. Con la modernidad industrial surge la clase obrera,
como una nueva forma de vida que rápidamente adquiere una escala sin
precedentes. El movimiento moderno en arquitectura se consolida en Europa en un
periodo de grandes conflictos bélicos, entre las dos guerras mundiales. En este
momento histórico se exacerban muchas carencias que venían surgiendo y
evidenciándose a partir del desarrollo de la revolución industrial,
comprometiéndose con esta nueva realidad social, económica y productiva,
estudiando sus necesidades y características, y acometiendo el reto de proponer
un hábitat acorde a esta nueva realidad.
Se ve en la
producción industrial la alternativa para suplir el déficit cualitativo y
cuantitativo en materia de vivienda para la naciente clase obrera y en la
colaboración con los Gobiernos, la única posibilidad de realizar sus
planteamientos de acuerdo con la gran escala requerida. Continúa así la labor incipiente
que anteriormente han acometido algunas instituciones laicas y religiosas. Desde
los años 30, el Estado colombiano, en su intención modernizadora, da paso a la
creación de instituciones para promover la vivienda social como respuesta a un
problema habitacional evidente y creciente. En Colombia, a diferencia del caso
europeo, el problema de la vivienda no está relacionado únicamente con el
crecimiento de la clase obrera, sino principalmente con la llegada de
inmigrantes provenientes de diversas zonas rurales del país que procuran
mejorar sus condiciones económicas y
sociales. Algunos llegan debido a conflictos políticos internos que generan
violencia en áreas generalmente rurales.
“Al ‘refugio’ de
Germán Samper se llega por una calle ancha, larga y ligeramente empinada que
nace en la carrera 7a. Cuando por fin se llega a la puerta, el ruido de los
carros ha desaparecido por completo y el paisaje lo dominan los cerros nororientales
de Bogotá. El arquitecto vive en uno de los pocos barrios de conservación
arquitectónica que se salvó del ‘boom’ de la construcción de finales de los 80
y comienzos de los 90, y que generó una debacle urbanística en la capital. Samper
llegó al barrio Santa Ana cuando la tierra no costaba tanto.
"Con los exiguos ingresos de un arquitecto joven pude comprar este lote y
construir mi casa y la fui desarrollando poco a poco en la medida en que iban
llegando los hijos", dice. En realidad no es una casa sino varias casas,
que asemejan al trazado un pueblito colonial, que fue surgiendo de sus trazos a
lápiz.
Para llegar a su casa-oficina-estudio se debe cruzar un par de callecitas en escalones. Las puertas a lado y lado confunden al visitante y generan esa sensación de estar perdido en un pueblo. El sol de verano se ha ido hace pocos días y las lloviznas y el frío hacen recordar la vieja Bogotá, cuando la ciudad se despertaba todas las mañanas cubierta de neblina y se construía ladrillo por ladrillo. “ (Revista Terracota 27 Enero - Febrero 2008)
Para llegar a su casa-oficina-estudio se debe cruzar un par de callecitas en escalones. Las puertas a lado y lado confunden al visitante y generan esa sensación de estar perdido en un pueblo. El sol de verano se ha ido hace pocos días y las lloviznas y el frío hacen recordar la vieja Bogotá, cuando la ciudad se despertaba todas las mañanas cubierta de neblina y se construía ladrillo por ladrillo. “ (Revista Terracota 27 Enero - Febrero 2008)
"Cuándo, saliéndose
del principio de implantación volumétrica de CIAM de organizar edificios
autónomos, se busca compactar los volúmenes, se produce un cambio radical. Lo
que cuentan son las relaciones entre edificios y no los volúmenes de estos. El
espacio público se vuelve el protagonista."
Germán Samper Gnecco,
el arquitecto bogotano que anotó estas palabras en su libro Recinto urbano. La humanización de
la ciudad (1997), es en estos días un hombre festejado. Después del
premio a la trayectoria otorgado por la VII BIAU Bienal Iberoamericana de
Arquitectura y Urbanismo y el doctorado honoris causa de la Universidad de los
Andes que le fue entregado a principios marzo, ahora se le dedica una extensa
exposición en el Archivo de Bogotá, durante cuya inauguración además fue
condecorado con la Orden Civil al Mérito Ciudad de Bogotá.
La obra de Samper es
trascendental para la arquitectura colombiana. Si bien su formación como
arquitecto, en los años 1950s ocurre en un momento en que el movimiento moderno
está en su momento de mayor auge, Samper poco a poco construye un discurso
propio, ayudado por el renovado interés por lo íntimo y la escala humana en los
años 1960s y 1970s, e inspirado por una serie de encuentros con la realidad del
país y los ciudadanos, por ejemplo cuando es gestor del barrio La Fragua, un
experimento de autoconstrucción dirigida único para la época.
Es precisamente en la
vivienda y el tejido residencial de la ciudad que este discurso toma forma. No es
sorprendente entonces que la exposición –que lleva el sugestivo título Casa + casa + casa = ¿ciudad?– se
concentre en la investigación proyectual en vivienda de Samper, dejando por
fuera obras como las torres de oficinas para Avianca y Coltejer, la biblioteca
Luis Ángel Arango y el Museo del Oro.
Esta visión parcial
de la obra de Samper se justifica cuando vemos el material expuesto sobre
proyectos de vivienda como PREVI (Lima, Perú), Ciudadela Real de Minas
(Bucaramanga), Ciudadela Colsubsidio o La Fragua (ambos en Bogotá). Los dibujos
de Samper, en gran parte provenientes del fondo documental que dejó al Archivo,
son valiosos planos hechos a lápiz, tinta o simplemente marcadores de color,
llenos de anotaciones en el margen –palabras que en primera instancia son la
memoria del arquitecto, pero que al exhibirse se convierten en instrucciones
para entender el proyecto.
LINEA DEL TIEMPO
PLANOS Y MAQUETA
BIBLIOGRAFIA
1.
· Mendoza Laverde, Camilo (2004) La Pérdida de la tradición Moderna de la Arquitectura en Bogotá y sus alrededores, Bogotá. Editorial precolombina
· Doshi Balkrishna Vithaldeas (2011) Germán Samper Bogotá, Diego Samper ediciones
2.
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(Germán Samper: El camino de un arquitecto; Una producción de Catalina Samper y
Ataca Films, dirigido por Carlos Mario Urrea)
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Doshi Balkrishna Vithaldeas
(2011) Germán Samper Bogotá, Diego Samper ediciones
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M A T R I O S H K A ® (2010) Boletín S.C.A. 72 _ ESPACIOS con
Germán Samper , Sociedad colombiana de Arquitectos
3.
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Mendoza Laverde, Camilo (2004)
La Pérdida de la tradición Moderna de la Arquitectura en Bogotá y sus
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Doshi Balkrishna Vithaldeas
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(Germán Samper: El camino de un arquitecto;
Una producción de Catalina Samper y Ataca Films, dirigido por Carlos Mario
Urrea)
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M A T R I O S H K A ® (2010) Boletín S.C.A. 72 _ ESPACIOS con
Germán Samper , Sociedad colombiana de Arquitectos
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