Nombre del Proyecto: Maison Particuliére
Nombre del Autor: Theo Van Doesburg
Por: Julian Gil
De Stijl y la Maison particuliére.
En las dos primeras décadas del
siglo XX, las vanguardias artísticas intentaban dar a conocer su pensamiento de
lo que creían correcto, sus ideales, y su forma de ver el estado actual de la
sociedad y en general de la sociedad misma. Theo van Doesburg y Cornelis van
Eesteren hacen parte de una de esas corrientes vanguardistas: De Stijl (El
Estilo).
La imagen corresponde a la Maison particuliére en 1923 como un
ejercicio de exploración hacia las ideas que el grupo estaba desarrollando pero
que al fin no pudo ejecutarse, fue propuesto como una colaboración entre el
pintor (van Doesburg) y el arquitecto (van Eesteren). En ella se puede apreciar
algunas de las características de dicha vanguardia; el uso de ángulos rectos y de
los tres colores primarios. La axonometría nos muestra como las partes de la
vivienda tratan de salirse de la configuración básica de un prisma, conformando
unas figuras que se superponen unas a otras, entrando y saliendo de las
fachadas. No hay una fachada plana o predominante y en la planta inferior
parece que los límites de interior y exterior no están demasiado marcados.
Parece que se hubiera conformado a partir de un eje central (el “cubo” de la
parte superior, pintado por partes de color rojo) desde el cual se proyectan
las demás partes de la casa. Esto ya contradice la forma de proyectar de las
tradicionales escuelas de arte, ya que como afirma Peter Wancke, “la casa representa un ejemplo de
construcción que no ha crecido de afuera para adentro, sino al contrario ha ido
ocupando su entorno a partir del interior”¹. Tal vez ésta es también una
manifestación de la visión de la sociedad que los artistas de El Estilo querían
llegar a tener, una sociedad más abierta y de cara a los demás, menos cerrada,
teniendo en cuenta el ámbito en el cual enmarcada esta vanguardia (el periodo
entreguerras). A su vez los nuevos materiales como el concreto y el vidrio son
cada vez más usados, plantean nuevas
construcciones menos pesadas que no confinan el espacio de una manera tan
brusca, sino que al contrario parece que solo lo estuvieran enmarcando, dejando
escapar en algunos casos, como en las terrazas, las cubiertas y las zonas
comunes un poco de ese espacio, para comunicarse con el exterior.
Es
una lástima que este proyecto no se hubiera construido, pero es un ejercicio
interesante dado que abre las posibilidades a otros artistas de mostrar su
producción, como en el caso de Rietveld y la Casa Schröder un año después,
convirtiéndose en objeto de las escuelas de arquitectura alrededor del mundo.
La Haya, Instituto Holandés para la Herencia Cultural |
Un Taller de Arquitectura.
Van Doesburg y Van Eesteren se encuentran en su taller en Francia
y miran detenidamente el proyecto en el
que han trabajado para presentar en la exposicion de Rosenberg, en 1923.
Concentrados, parece no importarles lo que hay a su alrededor, ya han
usado lo que les ha servido y se concentran solo en el modelo de La Casa
particular. Al fondo se encuentra colgada, como cabecera de estos dos
personajes una representacion abstracta del espacio que quieren exaltar con sus
maquetas. A modo de cenefa, una serie de fotografias de varias tematicas
parecen servir de inspiracion y guia a los artistas: imagenes de modelos
volumetricos, un vehiculo sin capota, una imagen de una calle en una ciudad, lo
que parece ser un retrato de varias personas charlando alegremente en un
espacio acogedor.
Un rollo de papel recostado sobre una de las paredes del iluminado taller donde parece que se trabaja a con una buena iluminacion, justo sobre el la representacion axonometrica del proyecto en el que recaen sus miradas, como tratando de saber como sera este espacio o aquel y si lo que habian planeado toma forma como ellos lo esperaban.
Fumando, parecen haber tomado un momento de su arduo trabajo, para
contemplar lo que seguramente les ha costado varias horas de realizar y
comprobar que estan haciendo bien las cosas. Van doesburg observa de forma
seria su trabajo, mientras que van Eesteren, un poco mas relajado, cambia su
expresion a una menos severa sin dejar de observar el objeto que los desvela.
Por el piso, pedazos de material usados y sin usar, como las tipicas
escenas de que a diario se ven en la Escuela de Arquitectura antes de una
entrega, en la que todo el mundo importa
poco, solo se vive para la culminacion del proyecto, todo lo demas puede
esperar. No parece una oficna correinte con escritorios, lamparas y
herramientas de dibujo, parece mas bien una bodega donde se transforman
materiales, como una especie de taller de artesanos, tal vez por la orientacion
que Theo van Doesburg le daba a su trabajo, mas hacia la exploracion que al
negocio.Un banco de trabajo y herraminetas de carpinteria parece contradecir la
imgen de el arquitecto de la epoca que tras unas gafas de montura gruesa y con
un lapiz en la mano imaginaba y planeaba sus proyectos; y a pesar de esto, no
pierden la ocasión de vestir elegantemente.El contraste de tonos claros y
oscuros de la fotografia hace pensar que las dos personas retratadas parecen
querer hacer combinar la ropa con su entorno de paredes blancas con los
terminados del piso y los muebles en los que se estan apoyando de tonalidades
mas oscuras.
Este equipo de trabajo conformado por un Van Eesteren mas joven que el
pintor Van Doesburg parece complementarse, no solo en las ideas sino tambien en
los constrastes (Van Eesteren es ingenero y arquitecto y Van Doesburg es pintor
y artista autodidacta). Con sus conocimientos recien adquiridos del arquitecto
constructivista El Lissitzky, ve en su joven colaborador una persona en la que
continuar con sus exploraciones en arquitectura. Con el trabaja durante todo un
año, influenciando a otros arquitectos en el uso de sus representaciones
axonometricas y obteniendo asesorias de muchos otros arquitectos como en el
caso de Gerrit Rietveld, que los ayuda a diseñar el Hotel. Lamentablemente solo
puede dejar un legado en papel puesto que sus ideas jamas se pudieron
construir, pero indudablemnte deja un legado en el que fue mas importante la
experimentacion y el relativo fracaso de este proyecto para pasar a la
historia.
Van Doesburg, De
Stijl y la Arquitectura.
En 1931 el artista
Theo van Doesburg muere el 7 de marzo, poco después de ver terminada la casa
que el mismo diseño. Pintor, diseñador, teórico, arquitecto, fue un artista completo que dejo su huella en
la historia del arte moderno, desde que en 1917 en compañía de otras importantísimas
figuras del arte, como son Mondrian, Van der Leck y Huszar publicaron sus
pensamientos y principios en la revista De Stijl, que a su vez sería el
nombre con el que estos artistas se identificaran como grupo.
En un principio van
Doesburg empieza su formación como pintor, pero a medida que pasan los años, se
da cuenta que la labor de un artista tiende a ocupar distintos ámbitos de la profesión
como tal, es decir no solo una rama del arte es abordada, sino que por el
contrario, las distintas ramas se van uniendo para formar un artista integral. Teniendo
en cuenta estos no es raro saber que hacia el final de la su vida, Van Doesburg
era considerado, pintor, escultor, escritor y arquitecto. Puesto que su faceta
como arquitecto es la que más me llama la atención, voy a centrarme en algunos
hechos y actitudes que tomo frente a esta rama y como su afiliación a De Stilj
lo influencio y guio a lo largo de su carrera.
En de Stijl, los
pintores tuvieron vía libre para la experimentación de las formas geométricas
puras y la abstracción, hasta tal punto de que Sergio Polano, profesor del instituto
de Análisis Critico e Histórico de Venecia afirme que: existe (De Stijl) en un
espacio incierto, en un espacio que se extiende desde la metrópoli de sus orígenes
a la metrópoli de su destino, en otras palabras, se convierte en un objetivo
inalcanzable[1].Y en el
ejercicio se evidencia esto, puesto que las exploraciones más interesantes del
arquitecto, se quedaron como modelos teóricos, dadas las limitaciones propias
de la arquitectura, en cuanto a materialidad y espacialidad, características
ajenas la ámbito del pintor. Tal vez por esto, la relación en un principio de
Van Doesburg con la arquitectura se limitaba a ser un poco teórica, motivada
por su todavía desconocimiento de esta rama (Van Doesburg no tuvo ningún tipo
de formación artística, fue autodidacta en cada una de las ramas en las que ejerció),
y no sería tal vez hasta que entro en contacto con otros arquitectos como Oud y Van Eesteren que hizo sus mayores
aportes a la arquitectura.
La concepción neoplastica del plano, trajo consigo un
cambio significativo en el modo de ver la arquitectura, puesto que la unidad mínima
ya no era el cubo cerrado, que imposibilitaba la exploración del espacio, y lo
limitaba a eso, un cubo y nada más. El plano en cambio, permitía el juego de
encajes en los cuales el arquitecto configuraba un espacio, sin las barreras
limitadas y rígidas, sino más bien daba paso, a un espacio que estaba
contenido, pero que se fugaba, disolviendo la sensación de confinamiento
estricto que el volumen producía. Además, con la llegada de los nuevos
materiales como el concreto armado, el vidrio y el acero, el arquitecto podía
hacer uso de sus características técnicas y superar las limitaciones propias de
los elementos considerados “naturales”, como el ladrillo y la piedra. Estos
nuevos materiales ya echaban por tierra la afirmación
[1] De Stijl : 1917-1931 visiones de Utopía, Jaffé, Hans. Madrid, Alianza Editorial, 1986. Página 87
de Mondrian de 1918
cuando dice que “la arquitectura está condenada por su naturaleza a tener un
aspecto más o menos natural, porque no es plástica plana, sino corporal”[1]
Hacia principios de
los años 20, Van Doesburg entro en conflicto con otro artista reconocido que
hacia parte de De Stijl, debido a divergencias en el pensamiento relativo a la
arquitectura, como la tridimensionalidad, que en palabras de Van Doesburg, para
Mondrian no existía, dado que cuando pintaba en su taller, lo hacía en un
plano, y esto se quedaría en el ámbito de la bidimensionalidad. Estas líneas de
pensamiento marcarían la partida de Mondrian del grupo, que ya para estas
fechas dependía de un único líder solitario, que buscaba un espacio para difundir
su “veneno”, como el mismo decía y que lo llevo hasta la Bauhaus de Gropius,
donde paso un tiempo dando clases a alumnos y profesores. Al parecer por su
carácter crítico hacia las formas de enseñanza que se daban en la Bauhaus no duraría
mucho tiempo, dado que se oponía firmemente a creatividad individual y a la
espontaneidad que le eran opuestos a s visión de obra de arte colectiva y anónima.
En 1925, Van Doesburg escribe sobre la falta de orden y la carencia de dirección
que reinaba en la Bauhasu cuando el la visito, refiriéndose al hecho de que
cada persona era libre de trabajar como se le ocurriera, produciendo solamente
excesos.[2]
Ya 1923, cuando el galerista Leonce Rosenberg le propone
una exposición de arquitectura, es cuando inicia la colaboración con el
arquitecto holandés Cornelis Van Eesteren y se producen sus tres proyectos teóricos,
aplicando sus postulados del neoplasticismo. Van doesburg, que era un fuerte
defensor de las técnicas precisas para la producción, utiliza un sistema de proyección
nuevo, aplicando la axonometría 45º, permitiendo que la representación
pase a reflejar en simultaneo las tres
dimensiones. Este nuevo sistema de proyección influyo en gran manera a los
artistas de la Bauhaus (en la oficina de Gropius había un mural de su propia
oficina dibujado con el sistema de axonometría a 45º) además que sirvió como
plataforma para la exploración de las llamadas Contracomposiciones. Los
tres proyectos presentados fueron una clara exploración estética, que buscaba
demostrar que el neoplasticismo podía aportar a la arquitectura moderna, por
otro lado, la desmaterialización y la liviandad que proponían con el uso de los
nuevos materiales daban a los proyectos un carácter único e innovador a las
propuestas, sin embargo, estos proyectos no pasaron de la exploración, dadas
las críticas que surgieron por su evidente carácter experimental y estetetico.
Lamentablemente ninguno d ellos tres proyectos fue construido, además que a
partir deeste punto Van
Doesburg dejaría a un lado su faceta de arquitecto, participando como
colaborador en alguno proyectos, y no la retomaría hasta años más tarde cuando
diseña su casa en Meudon, Francia en 1929-30. Irónicamente, este último diseño
del artista se alejaría de la estética y los planteamientos de De Stijl, para
acercarse más a lo que años atrás estaban tratando de evitar, dado que la casa
es un prisma rectangular, volviendo así al concepto del volumen.
Van Doesburg fue un
personaje de contrastes, sus críticas a la falta de orden, a pesar de ser un
autodidacta, su rompimiento de relaciones con la persona que lo introdujo en el
mundo del neoplasticismo, sus producciones artísticas finales (pinturas basadas
en los ritmos de la matemática) y su ultimo diseño arquitectónico, suponen un
carácter al que la última palabra nunca estuvo dicha; tal vez por eso siempre
se estuvo redefiniendo y renovando para quedar en la historia como uno de los
grandes artistas modernos.
[1] El espejo del orden : el arte y la estética
del grupo holandés de Stijl, Castaño, Charo. Madrid, Akal. 1997. Página 168
[2] El espejo del orden : el arte y la estética
del grupo holandés de Stijl, Castaño, Charo. Madrid, Akal. 1997. Página 71
Warncke, Carsten-Peter. El arte de la forma ideal De Stijl 1917-1931. Koln; Benedikt Taschen, 1993.
Jaffé, Hans L. De Stijl 1917-1931. Londres; Thames and Hudson, 1970.
3
El espejo del orden:
el arte y la estética del grupo holandés de Stijl.Castaño, Charo. Madrid, Akal.
1997
El arte de la forma
ideal de Stijl : 1917-1931. Warncke,
Carsten-Peter. Koln, Benedikt Taschen, 1993
De stijl. Overy, Paul. New York, Thames and Hudson, 1991.
MANSO
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