viernes, 14 de febrero de 2014

Oscar Niemeyer, Brasil, (1950). Casa Das Canoas

POR: VERÓNICA LEONELA BOLÍVAR PAEZ



Revolución en Rio De Janeiro.


Siendo 1951, en Rio de Janeiro, la imagen parte de la situación de la ciudad como capital federal de Brasil; como centro económico, político, turístico y administrativo. La imagen es publicada por el periódico izquierdista Última Hora, creado por Samuel Wainer, periodista y escritor brasileño, amigo del entonces presidente Getúlio Vargas desde una entrevista en 1950, y a quien posteriormente apoyaría abiertamente. La presidencia de Vargas estaba a favor del nacionalismo, la industrialización, la centralización, el bienestar social y el populismo. Su ascenso al poder marcó el fin de la oligarquía brasileña. 

Vargas trata de transformar a Brasil en una potencia industrializada, bajo la intervención gubernamental. Logra que a través de la arquitectura se manifestara la consideración del espacio con fines de orden político, económico e industrial. La economía se fortalece y da paso a una nueva interpretación del espacio público, que influye significativamente tanto en el desarrollo de actividades exteriores, como en la evolución de los medios de transporte: embarcaciones comerciales, tranvía, buses, autos. 

Rio se convierte en una ciudad que se vive desde la calle. Pese a que la población ha aumentado, las vías se congestionan; la movilidad resulta ser un problema a resolver. El automóvil se convierte en el elemento indispensable para moverse en la ciudad, y adquiere tanta importancia, que el mismo trazado urbano se diseña en pos de la circulación vehicular. 

Por otro lado, la ciudad se levanta casi uniformemente en cada uno de sus perfiles. La avenida Presidente Vargas (donde se ubica la fotografía), se inaugura en 1950, tras la demolición de viviendas y chozas viejas donde se albergaba la zona roja del centro de la ciudad. En su primer kilómetro, los edificios tienen una altura estándar de 70 metros. Aparece un interés por marcar el horizonte valiéndose de la continuidad en las alturas. El manejo de fachada permite, además de la distinción de los primeros pisos como espacio público, por el manejo de la ortogonalidad, dirigir la vista hacia elementos monumentales que configuraban espacios comunes y servían de referentes. 

Tal es el caso del Monroe Palace (ubicado en el punto de fuga de la escena), que fue diseñado por Francisco Marcelino de Souza Aguiar, para ser el Pabellón de Brasil en la Exposición Universal de Saint Louis, Estados Unidos, en 1904. Fue implantado en Rio de Janeiro en 1906. Sede temporal de la cámara de diputados entre 1914-1922. Durante una campaña de movilización, y con el apoyo de Lucio Costa, fue demolido por “obstaculizar el tráfico”. Es así como poco a poco, la ciudad se configura partiendo del aprovechamiento de cada espacio para ahorrar tiempo, todo para evitar la congestión, la ciudad tiene que moverse, tiene que producir.


Rio-Centro-1951 
Avenida Presidente Vargas, Rio de Janeiro, BRASIL. Reportero del periódico Última Hora. DERANI (13/10/2010). http://fotolog.terra.com.br/nder:1772




[1]BLANCO, Teodoro. Industrialismo y Nacionalidad en Argentina y Brasil 1890-1950. Pág 135-140



La maquina para habitar.


Oscar Niemeyer plantea una nueva concepción de la arquitectura moderna, la Casa Dos Canoas no es la típica casa positivista, donde no caben los materiales naturales; ni hay retribuciones a la memoria del lugar. Se trata de una composición que parte de las formas libres, y que evidencia el pensamiento del arquitecto en relación con la Arquitectura, la tecnología y la naturaleza. 

Gran parte de su inspiración se orienta en la representación de las curvas de la mujer brasilera, así como enmarcar el horizonte trazado por un mar que parece infinito. Su arquitectura tiende a ser, de cierta manera orgánica: se adapta a su entorno, procurando la transparencia en los planos que se elevan. Ya no se trata de una arquitectura que invade la naturaleza, sino que es la naturaleza la que penetra y habita en la arquitectura. 

Existe una palpable diferenciación entre los espacios públicos, privados y de servicio. Niemeyer invierte la disposición doméstica convencional (en la que el espacio público se define en el piso inferior y el espacio privado en el piso superior) y propone el desarrollo del espacio privado en un semisótano donde se distribuyen las habitaciones; y el espacio público en un salón que proporciona continuidad al paisaje por medio de un cerramiento acristalado. 

El hombre se sirve de la nueva tecnología y vive involucrado con la sociedad. Sin embargo, el arquitecto toma la decisión de construir su casa a las afueras de la ciudad, lejos de la congestión, del ruido, de las masas; y se apropia del territorio por medio del plano horizontal: un pabellón doméstico definido por una cubierta de forma libre derivada de una marquesina que actúa como cobijo en armonía con la naturaleza. 

Así, el hombre y la sociedad actúan como fenómenos naturales, capaces de apropiarse del territorio y transformarlo, no puede ser entendida la arquitectura sin la relación entre el hombre y la naturaleza, y es precisamente en éste aspecto en el que Niemeyer se ocupa como proyecto para su casa en Dos Canoas. 

“Mi preocupación fue proyectar esta residencia con total libertad, adaptándola a las irregularidades del terreno sin cambiarlo y haciéndola curva, de modo que la vegetación penetre sin quedar separado por la línea recta. Y para el salón creé una zona de sombra, de modo que las paredes de vidrio no necesitasen cortinas y la casa fuese transparente, como yo quería”.2 

Un elemento trascendental en la composición de la casa es la roca que aparece transgrediendo la fachada y que acompaña el recorrido de la escalera. Y supone cierto paradigma si se analiza como elemento natural, orgánico, “sucio” que adquiere valor como ornamento, estructura y conector entre espacio público y privado. La roca enuncia algo importante para Niemeyer: La naturaleza penetra y habita la arquitectura. No se trata de la transformación del hombre haga en el espacio para su propio beneficio, se trata de una arquitectura armónica con el entorno. 

En la imagen se muestra a Niemeyer como un hombre elegante, imponente y seguro, que no teme tomar una posición informal para ser fotografiado. El lugar escogido para la foto evidencia las relaciones que pretendía crear el arquitecto entre el interior y el exterior, lo sólido y lo liviano, lo denso y lo transparente, lo natural y lo artificial. 

Además, el arquitecto parece muy cercano a su familia, una familia modelo, donde la estricta moralidad borra casi del todo la existencia de una identidad. Ya no se trata solamente de una casa sino de un hogar, donde cada elemento parece obedecer a una función pensada, a funcionar como un sistema, una máquina. 

El empleo del vidrio también es un factor importante en el manejo de las relaciones del espacio interior con el exterior, además de evidenciar el proceso de industrialización que permitió la utilización de nuevos materiales. La técnica y la conciencia son dos palancas de la arquitectura sobre las cuales se apoya el arte de construir.3 

En la casa Canoas hay que dejar atrás la concepción de una tecnología moderna rígida e inamovible y permitirse una posición en la que la metáfora maquinista y el avance espacial quedan reemplazados por el movimiento libre del individuo en íntima relación con la naturaleza.


Niemeyer sits on a rocky




1 ABALOS,Iñaki. La Máquina de Habitar de Jacques Tati: La casa positivista en La buena Vida. Visita guiada a las casas de la modernidad. G.G., Barcelona, 2001. Págs. 68-84
2 UNDERWOOD, David. Oscar Niemeyer and the Architecture of Brazil. New York, Rizzoli, 1994, 208 p.
3LE CORBUSIER. Mensaje a los estudiantes de arquitectura. Infinito, Buenos Aires,2001

Planos.




Consultado 26/09/2013


Collage.


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