miércoles, 26 de febrero de 2014

Rafael Obregón. (1919). Casa Obregón

POR: JENIFER STEFANNY GÓMEZ GARCÍA



Bogotá, el caminar de una sociedad moderna.



A lo largo de la historia humana, la ciudad, vista desde los primeros asentamientos hasta la ciudad actual, ha sido el reflejo de la esencia de aquellos que en ella habitan, toma fuerza y dinamismo, se convierte en narradora de la vida y búsquedas de un individuo, de un pueblo, de una revolución, y aunque se cree estática e inmóvil es todo un motor, es el corazón de una cultura.

Entonces, siendo la ciudad todo un medio de expresión, va ligada íntimamente al caminar del ser humano, “como de todos, a todos ellos se parece, de todos tiene el toque, el matiz, el ademán”1, en éste orden, a la par con la sociedad, progresa y cambia. Una de las más fuertes transformaciones es la Revolución Industrial, que deja un gran legado llamado Modernidad, y que en Colombia se refleja en la década de los cincuenta. Pero, ¿Qué efecto tiene la Modernidad en Colombia? ó más específicamente, ¿Cómo se ve reflejado en su capital?

Bien, en la imagen se rescatan tres planos; el primero: los puentes, el segundo: una pequeña edificación blanca (Iglesia de San Diego) ubicada a la derecha de la fotografía, y el tercero y último: un conjunto de edificaciones a la izquierda de la Iglesia (Hotel Tequendama).

La iglesia de San Diego posee un estilo colonial, que compositivamente en la fotografía se encuentra rodeado de espacios modernos, como lo son las altas edificaciones, los puentes y las carreteras. Dicha composición permite un contraste entre las dos edificaciones (una al estilo moderno y otra al colonial), diferentes materialidades, escalas y métodos constructivos que dan razón de cómo éste sector (San Diego) se moderniza al mismo ritmo en el que la sociedad avanza, donde “el desarrollo de la ciudad requiere instalaciones cada vez más grandes y de mayor cabida”2. 

También la imagen permite marcar un eje longitudinal en su parte inferior, formado por una larga avenida (Av. Caracas) que conecta con una calle (Calle 26), lo que simboliza la organización de un trazado urbano, la importancia de la movilidad, resultado de la necesidad de “nuevas y eficientes vías de comunicación”3. Éstas nuevas carreteras y edificaciones, implementarían nuevos métodos constructivos, donde “los materiales tradicionales, como la piedra, los ladrillos, la madera, se trabajan de modo más rentable, distribuyéndolos de modo más práctico. A éstos se añaden otros nuevos materiales, como el hierro colado, el vidrio, y más tarde, el cemento”4

En este orden de ideas, la imagen muestra el inicio de la Modernización en Bogotá, viéndose la ciudad despejada, que contrasta con altos edificios, calles y puentes; una ciudad que se levanta, que se equipa para ésta época, que gracias a un “espíritu enciclopedista”, como dice Benévolo: “dirige su curiosidad hacia todas las aplicaciones técnicas” y camina con sus ciudadanos, dejando atrás la Bogotá de antaño.

MOSCA, JUAN. (1987). “Bogotá Ayer, hoy y mañana”, Bogotá: Villegas Editores. http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/historia/bogotacd/hit9i.htm 18:00 Septiembre 29, 2013.



1. JOSE MARIA, ARZUAGA (1963) “Rapsodia en Bogotá” www.youtube.com/watch?v=pkuz13KFDql
2. LEONARDO, BENÉVOLO (1963) “Historia de la arquitectura moderna”. Madrid. Taurus ediciones. 42
3. LEONARDO, BENÉVOLO (1963) “Historia de la arquitectura moderna”. Madrid. Taurus ediciones. 50
4. LEONARDO, BENÉVOLO (1963) “Historia de la arquitectura moderna”. Madrid. Taurus ediciones. 65


Horizontalidad, el corredor y el paisaje cercano.


La construcción del modelo inicia con el trazado de la primera planta (hablando de lo propiamente construido), y el levantamiento de los muros que se encuentran en ésta, determinando la altura a través de la cantidad de peldaños de la escalera en una medida aproximada, y mediante el análisis de la ventanería, que ofrece cierta modulación, tomando así una altura de 2.4m para cada piso. Se observa que la gran mayoría de muros van de piso a techo, y en paralelo se comparan y analizan los planos anteriormente presentados con algunas fotos que muestran parte de las fachadas. 

En cuanto a las escaleras, es difícil determinar el uso de barandas ó elementos que las conformen, ya que a través de la planta (plano utilizado) no se logran entender totalmente. Algunos elementos no serán claros, tales como antepechos que forman parte del remate de muros pertenecientes a las escaleras y que relacionarán la segunda planta con dicha circulación vertical. 

Aunque en algunas fotos el patio se muestra con una pequeña inclinación en lo que conecta la sala con la terraza, esto no se percibe con exactitud en los planos utilizados, por lo que se opta por definir este jardín a través de los elementos verticales(árboles) y vegetación baja(huerta), que son más ó menos legibles en la planta. Cabe aclarar que las alturas de éstos elementos se determinan por medio del follaje que presentan en el plano, a excepción de árboles pertenecientes al alzado principal, pues estos se aproximaron por medio de la fotografía. 

La casa se muestra como una construcción que se fija horizontalmente (gracias a sus proporciones), una casa que representa claramente cómo lo moderno deja atrás lo monumental, y se adoptan los espacios más a escala humana, haciéndolos acogedores para el usuario. Ésta casa aporta el concepto de fachada interior, su escala, la creación del gran patio enmarcando un paisaje cercano (el jardín) que se percibe desde el acceso a la casa, ya que no hay ningún elemento que interrumpa la circulación ni la vista entre ellos, por el contrario, existe un material traslúcido (vidrio) que será el único limitante físico. También la disposición de los espacios: cómo son claramente pensados, el orden al circularla a través del corredor, sin interrumpir ninguna función, y en donde sus fachadas son sensibles a cada movimiento del hombre moderno. 












- CAMILO, MENDOZA LAVERDE. (2004). “La pérdida de la tradición moderna en la arquitectura de Bogotá y sus alrededores”. Bogotá D.C: Editorial Precolombi. 39.
- http://www.banrepcultural.org/sites/default/files/proa029.pdf




Determinantes del habitar moderno.




“Se buscó con ahínco la luminosidad interior, y en general el control de la luz y la transparencia interna y externa… la ventanería corrida, los paneles móviles, los quiebrasoles acusados en fachada y la utilización de agregados muebles como las persianas…” 

-Camilo Mendoza Laverde 

La fotografía comunica diferentes luminosidades que se dan gracias al encuentro de la luz con la materialidad. Como publica Laverde, el tema de la iluminación fue bastante debatido entre los modernos, un tema que nace como respuesta a toda una problemática, y que determinará una de las principales características del habitar moderno. Por su parte, la materialidad es muestra del avance tecnológico, de los métodos constructivos y de la búsqueda de la no ornamentación: la configuración de un espacio por medio de elementos sencillos, como un tono material, y no por estilos ornamentistas: el nacimiento de una nueva arquitectura1. 

En la Casa para el arquitecto Obregón (una casa diáfana), se marca gran horizontalidad, que converge en la visibilidad hacia su patio, Dicha relación, es una relación directa entre las zonas sociales y el patio, que invita al usuario a salir ó a contemplar ese espacio enmarcado como un paisaje cercano. También se muestra la disposición de la sala en torno a la chimenea: la simbología de la chimenea como el fuego que atraviesa la casa, como energía que reúne y que en este caso, no será ignorada por el arquitecto. La sala no sólo se quedará como un elemento que se abre al exterior, si no que en conjunto invitará del exterior al interior a ser habitada, se sentirá como una linterna en la noche, gracias a la materialidad del vidrio y a la iluminación artificial ó natural, por medio de la chimenea. 

Se encuentra un juego de materialidades: dos ejes a lado y lado de la fotografía marcarán dos situaciones. El primer eje será lo que parece ser una vigueta descolgada, que en perspectiva se contrarresta con un segundo eje que será el ventanal de la izquierda, ambos proyectados hacia el muro de fondo, que conforma un tercer plano. Bien, a la derecha, siendo más privada esa zona por alejarse del ventanal, del vidrio, de lo traslúcido, se observa un material rústico y pesado: la piedra, que sensorialmente corta con el remate del eje izquierdo: el vidrio. Dos materiales contrapuestos que van de lo más privado a lo más público, que se conectan por medio del fuego, y donde dichas proyecciones tratan de ser equilibradas con el acabado del techo: líneas perpendiculares a ejes. 

Se puede realizar una lectura diferente: la evolución de las técnicas, el cómo el ser humano avanza, atravesando épocas de piedra, de fuego… hasta llegar a esa gran revolución, la revolución industrial, representada aquí como el vidrio, “Todo lo que representa el vidrio, desde sus procesos de fabricación y montaje hasta su transparencia…, con un sumo grado de perfección en sus propiedades métricas- planeidad, corte, etc.-“2. 

La casa, que más allá de la horizontalidad, responde adecuadamente a una serie de espacios, “ordenada en sus dependencias, bien pensada y ordenadamente construida tanto en su estructura como en sus instalaciones”3, donde la sala a parte de zona de estar funciona como un intersticio entre todos los espacios y el patio, donde las puertas corredizas toman papel y dan diferente función a éste lugar. La colocación del piano en esta zona, que tal vez pueda hacer una imagen viva, donde se imagine en una noche la chimenea prendida, personas reunidas en la sala, y de fondo el piano sonando: una composición escenográfica moderna, que contrasta con todo el ruido, el desorden y espacios que no eran pensados. 

De la misma manera, el hecho de observar los sillones que se presentan en la imagen, la lámpara del fondo a la izquierda, los acabados… el detalle de las ventanas. Aspectos que solamente definen una correcta organización del espacio, el que la sala pueda comunicar con el acceso, el corredor principal y a la vez con el comedor, atravesar la vivienda sin interrumpir otra actividad.

Casa para el arquitecto Rafael Obregón. Noviembre, 1949. 
REVISTA PROA. (1949). “PROA 29”, Bogotá. 
http://www.banrepcultural.org/sites/default/files/proa029.pdf 



[1] CAMILO, MENDOZA LAVERDE. (2004). “La pérdida de la tradición moderna en la arquitectura de Bogotá y sus alrededores”. Bogotá D.C: Editorial Precolombi. 28.
2 IÑAKI, ÁBALOS. (2001) “La buena vida”.Barcelona: Editorial Gustavo Gili. 77.
3 http://www.banrepcultural.org/sites/default/files/proa029.pdf





El objeto, un medio, una expresión del sentir.




Por el mismo motivo que antes quería convertir el jardín en espacio interior, ahora deseo transformar el vestíbulo en ‘espacio exterior’, para así disminuir la contradicción entre ambos. Admás, dar aspecto de exterior a la decoración, crear una habitación de tránsito ‘de fuera a dentro’, es un método artístico natural, la base de la Filosofía del Arte aplicada a la antesala de nuestro hogar” 

ALVAR AALTO 


La casa Obregón es la muestra de un hogar sobrio, ordenado, y amable, tal como se describe en la Revista Proa 29, un hogar moderno donde las cosas que embellecen están en su lugar, valorizadas por una ordenada disposición. En el salón, se encontrarán el piano y la sala, acompañados por el fuego que reúne: la chimenea, un conjunto de objetos y materialidades que se ven involucrados por un recorte de naturaleza: el jardín. 

Al analizar el conjunto de las seis casas, realizadas por Obregón y Valenzuela serán evidentes los espacios ligeros, transparentes y limpios, la creación de fachadas interiores, En el Salón se desarrollan prácticamente todas las actividades sociales de la familia. Dividido en ambientes separados pero gozando de una gran sensación espacial que produce la agrupación1 , y un mobiliario que en conjunto ofrece casas sencillamente confortables, donde la chimenea toma un papel importante para crear una atmósfera cálida. Para ésta época, gracias a toda la ola de industrialización, en materia de diseño se discutía sobre nuevas formas, el trabajo de nuevos materiales y nuevas técnicas, situación que le da campo abierto no sólo a los arquitectos e ingenieros, si no también a los diseñadores industriales, tales como Eero Saarinen, Charles Eames, Arne Jacobsen y Verner Panton.2 

En la Casa Obregón, año 1949, el mobiliario y su disposición buscan menos decoro, y se acoplan a un espacio abierto desde la zona social hacia la terraza, sin embargo, si se miran casas posteriores a ésta, por ejemplo, la Residencia en Bogotá, nombrada así por la Revista Proa 111, se entenderá la diferencia entre las chimeneas, siendo la de ésta una estructura más ligera,lo que denota un proceso industrial más avanzado, al igual que la escultura situada lateral a ésta, que al parecer tiene un acabado metálico. Mientras la Casa Obregón se construía, Eero Saarinen diseñaba la Womb Chair, silla que Obregón y Valenzuela utilizará para la Residencia en Bogotá en 1957, que a comparación del mobiliario utilizado en la sala de la primera casa, al igual que los otros objetos, será más moderno. 

La Womb Chair, model n. 70, 1947-1948, posee estructura en tubular de acero doblado, estructura de asiento en fibra de vidrio moldeada, acolchada en espuma de látex y tapizada de nylon3 , diseñada por Eeero Saarinem, cuya sensibilidad era más próxima a la de un escultor que a un diseñador industrial.4 Dicha silla, que acompaña un paisaje cercano, del jardín, es biomórfica, y así dialoga con el entorno, una silla acogedora que no sólo invita a una visita, si no a la contemplación del lugar, a una tarde de lectura, a una noche junto a la chimenea. El interés del arquitecto por hacer sentir el jardín interior no sólo por medio de un material traslúcido, si no también por la experiencia física dentro de la misma casa. 

La intención no se queda en forma, también une los materiales de éstos objetos a la atmósfera, busca elegancia a través de los detalles en acero, material en el cual se reflejará la luz que entra desde el patio interior, ó que emite la chimenea. Igualmente,a la Womb Chair no le bastará con ser biomórfica, ya que a través de sus apoyos brinda elegancia y ligereza al espacio que acompaña y la visual con la cual dialoga, una silla que acompaña el carácter de la edificación en cuanto a la intención arquitectónica en interior como en exterior.


1. CAPUTI & URIBE, http://www.bdigital.unal.edu.co/8320/13/98641973.2012.5.pdf
2. http://tdd.elisava.net/coleccion/21/perrone-es/view?set_language=es
3. http://tdd.elisava.net/coleccion/21/perrone-es/view?set_language=es
4. http://tdd.elisava.net/coleccion/21/perrone-es/view?set_language=es






Planos.




OBREGÓN, RAFAEL (1949). “Revista PROA 29”, Bogotá. 
http://www.banrepcultural.org/sites/default/files/proa029.pdf




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