MIES VAN DER ROHE
VILLA TUGENDHAT
Por: Daniel Ramírez Cortés
ARQUITECTURA DE LA FLUIDEZ ESPACIAL
Un gran espacio
constituido a fin de que allí puedan realizarse varias actividades al mismo tiempo,
actividades que se articulan como un todo por medio de un esquema lógico y básico de distribución,
diferenciándose así “unas de otras tanto por el mobiliario y su colocación como
por los elementos arquitectónicos. ’’1
De esta manera se
distinguen la zona de estar creada a partir de la relación centralizada de cuatro sillas blancas sobre una mesa rotonda de superficie
negra, la zona de música que contiene un piano de cola y la zona de trabajo con sillones de color azul oscuro colocados
sobre una alfombra de lana marrón; que a pesar estar ubicados como diferentes ámbitos,
contiguos, no hacen “sino matizar la percepción fundamental de un único espacio
interior.”2
La iluminación
natural distinguida a través de una enorme franja de claridad en el suelo, recubierto con linóleo blanco a fin de
que “”se conservara la impresión de una superficie sin juntas que
<<reflejara>> el techo”3, incide directamente sobre los
objetos como el piano y sus caras expuestas, sobre el cristal opaco ubicado
como telón de fondo de la zona de estar que hace presente mediante el reflejo
un torso femenino, una copia de la escultura de Wilhem Lehmbruck, y el contexto
natural inmediato que justificaría tan enorme entrada de luz no solo como
sistema para lograr un confort térmico sino para favorecer las visuales del
proyecto; y sobre las columnas que fortalecen a “través de su cromado, la ya de
por si impresionante sensación de espacio a través de los espejos y reflejos de
la luz.”4
La iluminación
al disponerse de forma lineal entre dos ámbitos logra una clara división entre
ellos y forja un espacio de circulación que continúa hacia algún lugar más allá
de donde la vista no nos lo permite, un lugar de grandes cristales que ha sido pensado
con relación a su exterior.
4 BRECHT-BENZE Christina. Documental vivienda Tugendhat (Mies van der
Rohe): Exposición en Atinne. 26 de a Noviembre de 2010.
MIES
VAN DER ROHE: LA ARQUITECTURA DE LOS NUEVOS VALORES EN EL MODERNISMO
Revista Architectural Design A.D, nº ¾
Marzo-abril,1995, p.30
Mies van der Rohe y Philip Johnson delante del
Seagram Building, Nueva York, 1959
Mies Van der Rohe se muestra
en aquella foto con un traje de etiqueta, una corbata, un sombrero; elementos
que hacen de su personalidad algo
llamativo, incitan a su tranquila seguridad y al mismo tiempo lo hacen un
individuo dotado de una racionalidad latente. La carencia de ornamentos en su
vestuario expresan la universalidad del ser, “el hombre-tipo… idéntico en todas
las latitudes y en el seno de todas las culturas” predicado por el movimiento
moderno.1
En el plano de fondo se
observa una de las obras de este
arquitecto, El Seagram Building construido en Nueva York en 1958. De ella se
puede deducir que es el logro de una innovación
de la técnica a través del cual
la estructura se ha dispuesto de cierta manera con el fin de “comunicar información visual interesante
acerca del edificio, distinta a la naturaleza de su uso” 2. Este acto lo dota de sinceridad
al mismo tiempo que se ve realzado su
volumen por el “acabado monocromo y opaco… la renuncia a cualquier contraste de
color entre el dibujo de la estructura metálica y los lienzos vidriados” 3.
La forma se supedita a un volumen de características regularizadas o
estandarizadas, pudiéndose realizar en diferentes lugares con diferentes resultados pero
manteniendo los mismos valores.
Sin embargo, lo que importa
más allá de la “ arquitectura de piel y huesos” 4 es el espacio
interior , como si de un organismo estuviésemos hablando, donde “ la esencia
del problema la constituye la construcción de la unidad de habitación… de forma
tal que para cada unidad sea creadas
condiciones igualmente favorables” 5
La postura de Mies van der
Rohe y el carácter reflexivo expresado en sus ojos, que con cuyo paso del
tiempo irán sufriendo a causa de un estrabismo divergente; atentos a sucesos
ajenos a nuestro campo de visión nos puede narrar que el ser tras ese traje
disfruta de la soledad, aquella con la cual consolida sus ideas más gratas.
Aunque dedicado en cierta medida a la producción de modelos estándar, funcionales,
con concepciones que superan las fronteras del movimiento moderno, entablando
una conversación directa e inmediata entre ámbitos públicos y privados, su obra
adquiere gran valor no solo desde interpretaciones intelectuales de sus
intenciones reflejadas en sus creaciones sino desde el impacto sociológico
producto de ello. Se demuestra esto en el hecho de que Mies Van der Rohe se
convierte en el medio por el cual la arquitectura se expresa en su lógica más
simple y a la vez más compleja, mediante soluciones obvias, obligadas que
permiten al ser mantenerse en libertad, sin sometimiento ni coacción producidos
por una voluntad egoísta o autoritaria de una genialidad creadora. Por
consiguiente se aferra a una transformación natural que no depende de la arquitectura
misma sino de la interacción de los rituales que allí se realizan,
condescendiendo con los valores de cada momento más reciente y evitando llegar
a ser obsoleto en el trascurrir del tiempo.
Tal vez habríamos de
preguntarnos si en el futuro, condicionados por esquemas de entonces dicha
actualidad y afirmando que los “esquemas
sólo nos permiten ver los fenómenos y no las cosas en sí mismas” 6
imposibilitando dar una concepción de verdad en bruto, los significados e
interacciones sociológicas de las obras de Mies van der Rohe podrán superar
dichas transformaciones de la sociedad como lo han hecho hasta ahora, evitando
ser obsoletas con el trascurrir del tiempo. Esto solo se dará si concuerda con los valores
de otras épocas futuras. Ahora si nos remitimos al pasado, la arquitectura de
Mies pudo ser desentendida producto de sus aspiraciones para el establecimiento
de nuevos valores. El propio Mies afirma:
“Aquí empiezan los
problemas del espíritu. La pregunta importante
no es «qué» sino «como». Qué bienes producimos o qué instrumentos usamos
cuestiones de valor espiritual.
Cómo se plantea la
cuestión del rascacielos contra edificios bajos, o si construimos en acero y
cristal, son cuestiones sin importancia desde el punto de vista del espíritu.
(…)
Pero lo decisivo es,
precisamente, la cuestión del valor.
Debemos levantar
nuestros valores, fijarnos fines últimos para así
establecer reglas de medida” 7
2,4 DREXLER, Arthur (1981) Transformaciones En la
Arquitectura Modern. Barcelona: G.Gili
3,7 BENEVOLO, Leonardo (2002) Historia de la arquitectura moderna (8ª edición) Editorial Gustavo
Gili,
Barcelona
5AYMONINO, Carlo (1980) L'abitazione razionale: atti dei Congressi CIAM
1929-1930,
Padova, Marsilio
6JENCKS, Charles. (1975) El
significado En Arquitectura. H. Blume, Madrid
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