Datos
del estudiante:
Nombre:
Yeimi Liliana Pinilla Barón
Código:
25061540
Datos
de la casa:
Nombre:
Casa de Tristán Tzará
Lugar:
Montmartre, Paris, Francia
Año:
1925 – 1926
Arquitecto:
Adolf Loos
LA MODERNIDAD RESPUESTA DE LA
SOCIEDAD
Adolf Loos, un hombre incomprendido por la sociedad de su época,
en la cual pocos reconocieron que su forma de concebir el momento en que
vivían, la arquitectura, el arte, la técnica, el vestuario, la cultura, (los
cuales juzgo en varias ocasiones a través de sus textos, de sus edificaciones,
de sus relaciones personales y en general con su vida) fue el fruto de su
confrontación a las interrogantes relacionadas con lo moderno, en donde en
primer momento se puede comprender que lo que se considera moderno definitivamente
transgrede la tradición[1].
Nacido en Brno en 1870, es educado en la
politécnica de Dresde, en donde debido a sus bajas calificaciones no consigue
el título profesional, adicionalmente en el ámbito familiar no lleva una sólida
relación con su madre. Siendo estos algunos de los motivos por las cuales
decide viajar a América, donde permanece aproximadamente tres años trabajando
en cualquier oficio y relacionándose principalmente con inmigrantes. Decide
regresar a Viena en 1896, con afán de prestar el servicio militar, justo en el
apogeo de un nuevo movimiento encabezado por Gustav Klimt, el cual fue fundado
en 1897 y es conocido como Wiener Sezession ó secesión en Viena, la cual buscaba entre otras cosas evitar que el
arte perdiera su esencia al ser alcanzado por la industrialización, asumiendo entonces la posición de retornar a
los estilos pasados.
Josef Hoffmann arquitecto
austriaco considerado por la crítica de la época un triunfador social, líder de
la secesión en Viena, director de la exitosa Wiener werkstatte, respetado como árbitro
del gusto artístico y reconocido como el polo opuesto de Adolf Loos; es en
pocas palabras la representacion del conflicto de Loos con la mayoria de los
demás artistas y arquitectos de la
época, y es que entre estos dos personajes es posible señalar
diferencias que fueron cruciales en su formación, que claramente más tarde
definirian sus respectivas actuaciones arquitectonicas. El primer rasgo que los
separa es la educación y una de las consecuencias de esto es su concepción
acerca del dibujo arquitectónico.
La educación de J. Hoffman se diferencia en
muchos sentidos de la que A. Loos desarrolla en su juventud lo cual es evidente
por ejemplo a través de los viajes que realizan. Por su parte, Hoffman estudia
arquitectura en la Academia de Artes aplicadas de Viena (a la cual A. Loos
aplicó, pero fue rechazado) donde es discípulo de Otto Wagner, y se mantiene en
constante relación con Joseph María Olbrich. Realiza viajes típicamente a
Italia, como parte de su educación, siguiendo el camino acostumbrado por sus
contemporáneos. Su interés se enfoca principalmente en la arquitectura griega y
la renacentista.
Adolf
Loos en cambio durante su viaje más que enfocarse en la arquitectura de
Norteamérica, en lo que
realmente enfoca su atención es en la cultura, que considera avanzada por
encima de la vida en Viena. En lo que se
refiere al dibujo una de las actividades más impulsadas por la Academia de
Artes Aplicadas en Viena, el Arquitecto Loos responde con una fuerte crítica a
sus contemporáneos, manifestando que el dibujo es una mediación innecesaria
frente a las formas arquitectónicas, le molesta el uso del dibujo para dar
detalles de la construcción[2],
un aspecto de su pensamiento sumamente cuestionado en su actividad
arquitectónica, pues se basaba en la intuición, lo cual sus detractores
asociaban al hecho de no haber conseguido un título. Jossef Hoffmann en cambio
realiza grandes cantidades de dibujos, esquemas y bocetos, costumbre adoptada
de la institución donde recibió su educación como Arquitecto. Aquí se refleja
como la educación que cada cual obtuvo
en su juventud, marcó significativamente sus pensamientos y logró definir sus personalidades. Su carácter,
su concepción de lo que consideraban debia ser la arquitectura desarrollada en
su momento.
Hoffmann, más valorado y admirado por la sociedad de su tiempo que
por la crítica posterior que lo consideró tenue en su compromiso con la
modernidad, y Adolf Loos más criticado que
aceptado, una figura enigmática,
posteriormente resalta por su sensatez y su posición radical a la hora de
superar lo anterior, y responder innovadoramente, como lo describe su amigo y
discípulo Franz Glück:
“Adolf Loos, el arquitecto y el hombre, es un
revolucionario frente al espíritu retrógrado,
reaccionario frente al espíritu destructivo”
Y es que el Arquitecto Adolf Loos, es un
hombre que cuestiona cada circunstancia que le rodea, dándole la respuesta que
considere acorde al momento en que vive. Para él la cultura lo encierra todo,
incluyendo la arquitectura que se da como una manifestación más de la misma.
Entiende la cultura como una suma de prácticas, saberes y artefactos creados
por el hombre en relación a la realidad de su tiempo[3].
Por esa razón considera que no todas las épocas gozaron de cultura, puesto que
recurrieron a copiar, a retratar, lo desarrollando en el pasado, ignorando la
potencia de la realidad de su época. Entonces puede decirse que para él la
cultura es la capacidad de los miembros de una sociedad para dar una respuesta coherente a lo que viven, en
ese caso Loos vive una época en donde la industrialización está floreciendo, en
donde la maquina es una herramienta propuesta para el servicio del hombre,
manifestando entonces que para él, la solución que deben dar los individuos de
esta sociedad que le rodea, más que la búsqueda de la originalidad[4],
es una respuesta modesta en donde se cuestionen que uso le dan a las
herramientas que tienen a la mano, que dejaran al futuro sus creaciones humanas[5].
Por
lo tanto el arte no pertenece a la cultura, pues es el intento de sacudir las
bases de la misma, realizado por un genio que no se propone hacer lo dicho si
no que le resulta imposible evitarlo. La creación artística es dirigida al
futuro, en donde a través de la historia pueda comprenderse su significado, no
tiene necesariamente que agradar a la sociedad de la que fue producto, entonces
no pertenece a la cultura que se
desarrolla en la realidad actual de la época, como la actividad de construir
para satisfacer las necesidades del hombre. Ahora es posible entender mejor porque Loos considera que el
arte y la arquitectura son cosas separadas, en donde la arquitectura pasa a ser
arte solo en el momento en que evoque el pasado, que despierte un sentimiento,
que conmemore algo, en ese caso solo el monumento y las construcciones
funerarias podrían llamarse obras artísticas.
En
su regreso a Viena, decide empezar a escribir artículos con fuertes críticas sociales, pues
llega lleno del espíritu americano, con el ideal de “civilizar” a Austria y a
Europa, comenzando por Viena. En un esfuerzo por transmitir las ideas
culturales adquiridas en norteamerica financia una revista llamada “Das Andere”
(lo otro) en donde expone gran cantidad de ensayos relatando temas como la manera correcta de desayunar,
el uso del salero como una cuestión de vida o muerte, acerca de la vestimenta, y otros temas que le conciernen a la
arquitectura.
En 1909 se pronuncia contra el ornamento, escribiendo
uno de sus ensayos más reconocidos “ornamento y delito” en el cual desviste la
forma, declarando que su época es incapaz de generar un ornamento nuevo, por lo
tanto debía ser suprimido para dar paso a las formas puras. Dándole ahora el
protagonismo a aquello que viste la arquitectura, el revestimiento; el cual es
señalado por la función a desarrollar en el espacio. A estas premisas se les
denomina teoría del revestimiento.
En
1923 Loos es invitado a participar
en el Salón de Otoño de Paris, lo que acrecentó su popularidad dentro del mundo
vanguardista parisino. En agosto de 1925 recibe el encargo de proyectar la casa
de Tristán Tzará por lo cual fija su residencia en la capital francesa.
Esta casa es construida en un terreno abrupto en
la avenida Junot, el terreno contiguo
tiene un muro de piedra mirando hacia la vía, lo cual el arquitecto aprovecha
para acoplar el frente de la casa con la calle. La casa se acopla al terreno, a
través de la dimensión de sus dos primeras plantas, en donde la proporción es
menor para evitar extraer tierra en exceso, lo que haría la construcción más
costosa. Se vale de esto para darle a la fachada en este mismo punto donde
cambia la dimensión de la planta el cambio de material, en esta parte se
resuelven la vivienda de alquiler.
La fachada la utiliza para separar mediante
los materiales las distintas funciones del edificio, vivienda de alquiler en
las primeras plantas y la casa como tal del escritor en las siguientes,
dividiéndose así en dos cuadrados, uno acabado en piedra, y el otro en la parte
superior que es revocado. El termino revocar significa que se arregla, se
enluce, se pinta, se cubre, con otro material las paredes exteriores de un
edificio. La intención de resaltar esta palabra es mostrar que el Arquitecto
aplicaba su premisa que dice “La
posibilidad de que el material revestido se confunda con el revestimiento debe
ser excluida en cualquier caso”, es decir la madera se puede pintar de
cualquier color, excepto de color madera. En efecto cada material revestido o
para revestir tiene su propia forma de expresarse, se trata de no forzar un
material a asumir la apariencia que tiene otro.
Continuando
con la fachada, posee dos aberturas ligeramente
cóncavas, una encima de la otra, en el cuadrado cercano al suelo. La abertura
inferior crea un vínculo más directo con la calle, fomentando el movimiento
hacia el interior. La abertura superior conforma un balcón, con ventanas relativamente pequeñas que le dan una presencia
escultural a la casa; sirven para dejar entrar la luz, nunca la mirada. En el
cuadrado superior también hay un gran vacío totalmente rectangular con una
altura con la que se logra generar duda acerca de la escala del edificio.
La
vivienda se proyectó con 5 plantas, de las cuales no se construye la quinta. En
la planta baja en la abertura más cercana al nivel de suelo con forma cóncava,
se encuentran dos puertas ubicadas simétricamente, por una se ingresa al garaje,
y por la otra a un hall que recibe a la persona, en planta este espacio tiene
una forma semi-rectangular pues la puerta se encuentra en una esquina, lo que ofrece
la mejor vista del espacio al ingresar. En la esquina contraria al acceso, está
ubicada la escalera principal, la cual no se detiene en la planta siguiente si
no que va hasta la segunda, accediendo directamente a un vestíbulo que recibe
en la parte privada de la casa.
En la
primera planta, se encuentra el apartamento de alquiler al cual hay posibilidad
de acceder desde el frente de la casa ubicado sobre la avenida, o desde el lado
contrario por medio de una escalera ubicada en la esquina de la terraza en la
planta siguiente, esta escalera también remata en un vestíbulo con varias puertas
a través las cuales se ingresa al comedor y al salón.
A la
segunda planta como ya fue mencionado se accede desde la escalera, aun no se ha
ingresado en la zona más privada de la
casa puesto que en este piso se encuentran las cocinas de las dos viviendas, sin
embargo aquí nace la escalera que conecta el resto de la casa.
La tercera
planta, es la primera en donde se desarrolla la vida del dueño, hay un
salón-comedor, con un gran balcón hacia la calle, y dentro de este espacio una
chimenea que recibe, una biblioteca, un estudio, un salón para la
mujer el cual se encuentra en un nivel inferior al del salón principal, lo cual
demuestra esa intencion de darle prelación al lugar del hombre en la casa y la
mujer algo aislada dedicada a las labores del hogar con un salón especifico
para permanecer en sus ratos libres entreteniendose en el tejido o el bordado.
En la cuarta planta se
encuentran las habitaciones, frente a las cuales hay una terraza, Otro
aspecto interesante y en definitiva moderno en esta casa (como en la mayoría de
sus viviendas), a la cual solo se accede a través de la habitación, un símbolo
de libertad personal. Un espacio para el espíritu, para la meditación, para el
esparcimiento y desarrollo de la individualidad de quien se mueve dentro de él,
en este caso el vanguardista Tristán Tzará; quien manifiesta que la casa fue
concebida correctamente, pues correspondía con su gusto y era una materialización de
las ideas comunes entre él y Loos, a la vez que la casa ofrece la privacidad
que deseaba. Y es que un espacio de este carácter llena de significado la
habitación al introducir un espacio abierto que le permite a la persona
desarrrollarse individualmente en un lugar que le pertenece, en donde le es
posible el ejercicio de introspección de esparcimiento, liberandolo en cierto
modo del estrés de la vida cotidiana, de las preocupaciones del día a día.
Es una construcción en la que Loos se adapta en su mayor parte al personaje que le encarga
la obra, acepta sus requisitos y aplica sus concepciones acerca de cómo debe
desarrollarse la arquitectura que satisface las necesidades humanas. En el desarrollo espacial al interior de la casa adopta el
concepto desarrollado por el mismo, llamado “Raumplan”, criterio de organización
espacial en donde cada sala de la vivienda debe ser adaptada y adecuada según
la función que cumple, bajo un principio de economía y proporción, lo cual le
confiere a cada espacio su autonomía pero permitiendo que se relacionen entre
si visual y funcionalmente. Es interesante como a medida que se asciende a
través de las plantas, el espacio ha sido más moldeado y el arquitecto se mueve
con mayor libertad variando las alturas, largos y anchos en cada sitio según la
función que se desarrolla en el mismo. El único espacio que tiene exactamente
doble altura es el balcón rectangular en la parte superior de la fachada por
medio del cual ilumina el comedor y las habitaciones en la siguiente planta. El
espacio de mayor dimensión en toda la casa tanto en planta como en alzado es el
salón ubicado contiguo al comedor, es un salón para recibir la visita del dueño
de casa, generalmente hombres. En la misma planta encontramos otra pequeña sala
diseñada para que las mujeres permanecieran en ella y realizaran sus actividades
como dibujar, tejer, entre otras cosas, evitando así que se cruzaran en muchas
ocasiones con los hombres en la casa. Es también una de las razones por la que
la cocina está en una planta inferior para que la mujer pueda moverse en esa
planta con libertad, y no deba interferir en las actividades del dueño en la
siguiente planta.
La arquitectura moderna es
resultante de un acto de revisar la historia y generar transformaciones en
ella, reinterpretandola es por eso que no resulta extraño encontrar que Loos no
ha sido el primero en romper el plano horizontal (nivel) dice Jullius Posener,
quien nombra arquitectos precursores de esta teoría entre los cuales incluso
hay algunos contemporáneos, entre otros, Richard Norman, Phillip Webb, Arthur
Little, Charles Frances Amesley, Baillie Scott, Herman Muthesius e incluso
Henry Van de Velde. En estos arquitectos encontramos concordancias con
características de Adolf Loos como son los recorridos de escaleras, el espacio
de chimenea, aspectos de la decoración interior
entre otras cosas. La conclusión a la que llega Posener es que ninguno
de los arquitectos antes mencionados llevaron la composición espacial hasta las
últimas consecuencias, Loos en cambio lo ha hecho. Esto explica el hecho de que
se le atribuya el desarrollo de este planteamiento.
En definitiva Adolf Loos fue
una figura enigmática, pero especialmente precursora. Ocupa una posición clave
en los orígenes de la arquitectura moderna a pesar de que su obra no encajaba
con lo que se desarrolló en los movimientos de su época, era un personaje
aislado y autónomo, sus escritos, su teoría, su vida que desencadenan
posteriormente las actitudes teóricas de Aldo Rossi quien notoriamente afecto
el desarrollo de la posmodernidad, demuestra que las actividades humanas
incluyendo la arquitectura son fruto de la evolución de los pensamientos
desarrollados en primer momento por 1 o 2 personas, luego retomados por otros
que los cuestionan, los ponen a prueba, experimentan con ellos y encuentran
respuestas nuevas que permiten continuar con el desarrollo de la sociedad
respondiendo a las necesidades culturales del tiempo en que se vive. Lo interesante es reconocer la variedad de
respuestas que pueden generarse a un mismo cuestionamiento que aqueja la
sociedad. Por diferentes personajes que en muchos casos se cobijan en la
tradición y en otros como este se toma como base y se transgreden para lograr
cosas nuevas que logran configurar algo llamado modernidad.
Bibliografía
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Lustenberg, K. (1998) Adolf Loos. Barcelona, España: Gustavo Gili, S.A
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Benevolo, L. (1960) Storia dell´architettura moderna. Italia: Editorial Laterza.
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(1989) Adolf Loos. Barcelona, España:
Editorial Stylos.
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http://dearquitecturaydiseno.wordpress.com/2013/04/22/adolf-loos/
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Vukovic, K. (2010, 08, 15). Loos: vistiendo con la arquitectura. Recuperado
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Anónimo. (2010, 12, 10). Adolf
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Púlido, A. ( ) Adolf Loos. Recuperado de
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Colomina, B. ( ) Solbre Adolf Loos y Jossef Hoffman, A propósito de la arquitectura en
la época de su reproductibilidad técnica. Recuperado de file:///Users/nesttor/Downloads/Loos%20-%20Hoffmann.pdf
·
Vaquero, A. (2012) Adolf Loos. Recuperado de http://historiaarqusps.files.wordpress.com/2012/06/adolf-loos-informe.pdf
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