FACULTAD DE
ARTES – ESCUELA DE ARQUITECTURA Y URBANISMO
HISTORIA DE LA ARQUITECTURA III
ANDRÉS FRANCISCO RENGIFO MARTÍNEZ
Cód. 25061543 Grupo 2
Proyecto: Villa
Le Lac
Lugar: Corseaux, Vevey, Suiza
Año: 1922-1924 Arquitecto: Le Corbusier
LA EVOLUCIÓN DE LA ARQUITECTURA DÓMESTICA
El
papel desempeñado por Le Corbusier durante el desarrollo arquitectónico del
siglo XX, ha sido determinante para la evolución del pensamiento artístico en
años posteriores. Si él es considerado como un renovador de la arquitectura
moderna, probablemente se deba a su cuestionamiento frente a la forma de
habitar, y su (…)“constante crítica a una tradición cultural en deterioro”.[1]
Le
Corbusier, protagonista en la escena moderna, crece bajo influencias
extremadamente variadas e intensas; las cuales influyen en su pensamiento
frente a la arquitectura y el arte. El contexto de la época evidenciaba la
necesidad del orden; no solo a nivel arquitectónico, sino también a nivel cultural. Por lo tanto, una de las
primeras imágenes de la adolescencia de Le Corbusier debió ser una ciudad
industrial, reticulada y sumamente racional.
Es
interesante ver el desarrollo del núcleo familiar en la vida de Le Corbusier.
Sus padres, calvinistas, eran partidarios de la visión maniquea del mundo, la
cual podría haber sido el origen de su mentalidad dialéctica, y de la constante
necesidad de involucrar contrastes en su obra. El dualismo será determinante
dentro su arquitectura, y un recurso constante en la solución de la vivienda.
Le
Corbusier realiza diversos viajes por Europa y Asia Menor, lo cual le permite
vivir numerosas experiencias que se sintetizan en sus primeras obras de
vivienda. En ellas, se percibe una primera aproximación a la lógica interna de
la casa, en la cual el objeto arquitectónico es estático, y la experiencia de
habitarlo es dinámica y complementaria.
La
década que transcurre desde su primera casa construida en La Chaux-de-Fonds en
1905, y su traslado a París en el año 1916, constituye la evolución de las
primeras ideas de Le Corbusier sobre la arquitectura doméstica. Estas definen una
búsqueda por ampliar su conocimiento sobre el carácter sociocultural de la
vivienda, el cual le permite desarrollar un criterio racional sobre la función
de la casa. El desarrollo de esta idea, culminará en la célebre frase del
arquitecto; “la vivienda es una máquina de habitar”.
La vivienda ha sido el punto de partida de la
arquitectura moderna. La importancia
adquirida por Le Corbusier en la época moderna se resume en la frase dicha
anteriormente. Su interpretación de la arquitectura
doméstica se define a partir de la interacción de quién habita, con el espacio
mismo.
Durante los años siguientes, el desarrollo de
la vivienda se consolidaría en la construcción de Villas. La idea doméstica
sería cercana a la de “Casa Palacio” renacentista,
la cual se hace realidad en la obra de Le Corbusier a dos escalas diferentes, y
con pensamientos socioculturales relacionadas pero independientes. Ambas, hacen
referencia a la idea de máquina; una a escala doméstica y otra a escala urbana.
La primera, es la Villa Burguesa
individual y aislada, haciendo referencia a Palladio, y cuyos mejores ejemplos
se evidencian en las viviendas construidas a finales de la década de 1920. La
segunda, es la vivienda colectiva, influenciada por la idea de palacio barroco,
que evocaría las nociones de falansterio de Charles Fourier, tal como se
evidencia en la Unidad Habitacional de Marsella.
Es,
a partir de estas ideas que Le Corbusier expresa su deseo de desarrollar las connotaciones de su
arquitectura en un carácter urbano. Así, traslada las mismas relaciones que
plantea en la vivienda, pero a una
escala monumental, donde el emplazamiento llega a ser la razón fundamental en
la forma de construir.
Sin
embargo, para comprender el significado fundamental de la arquitectura de Le
Corbusier, se deben examinar las múltiples influencias de las cuales se ve
rodeado el arquitecto, y que determinan sus primeras ideas sobre el espacio y
la residencia familiar. Es, en base a este último punto, que Le Corbusier
desarrolla la primera etapa de su arquitectura en la década de 1920. La
concepción de vivienda, dotada de un fuerte vínculo con el entorno natural,
constituyó un cambio en la forma de interpretar la arquitectura en el siglo XX.
Fue en este periodo, en el cual Le Corbusier trabaja en la idea de cambiar el
mundo a partir de la arquitectura, y más específicamente, a partir de la vivienda.
El
desarrollo de la “máquina de habitar”, se consolida como un proceso continuo
durante la obra de Le Corbusier, en la cual la Villa constituye el punto de
partida de su arquitectura. Dependiente del contexto inmediato y de la relación
exterior-interior, empieza un proceso de abstracción en el cual los primeros
proyectos del arquitecto surgen de una idea conceptual y funcional; en la cual,
la idea del purismo, y de la arquitectura funcional determinan las relaciones
espaciales. Así, la “máquina” adquiere un carácter extemporáneo; es constante y
siempre se comporta igual. Por otro lado, el término habitar constituye la idea
de la memoria, de la experiencia que llena el espacio y lo hace útil.
En
su obra, la construcción de villas aparece como un proceso de perfeccionamiento
de la casa, cercano a una búsqueda en la
cual (…)“una nueva concepción del arte reemplazaría el modelo de la casa
antigua”[2]. El
“periodo de las villas” se entiende como una etapa en la cual Le Corbusier ordena la vivienda a
partir de un pensamiento racional.
Las
primeras Villas de Le Corbusier fueron una manifestación de ruptura con los
esquemas modernos. A partir de la experimentación y el uso de (…)“la geometría
como sistema de organización”[3],
Le Corbusier establece mediante un proyecto, la Villa Saboye, los criterios
compositivos fundamentales para la concepción de una vivienda. A partir de
lógicas internas, y una minuciosa exploración de las relaciones espaciales, el
arquitecto determina elementos arquitectónicos que enriquecen las cualidades de
la vivienda, y ofrecen una lógica de relaciones del edificio con el individuo.
Las
decisiones compositivas que determina Le Corbusier, constituyen un perfecto
dialogo entre los criterios racionales y los perceptivos. Por un lado, su intención
era dejar de lado el ornamento y exaltar la estructura y la pureza del
material. Para ello, define dos premisas que configurarían su evolución en la
arquitectura doméstica; (…)“el entramado estructural y la ciudad proyectada
sobre pilotes”[4],
estableciendo así una planta baja libre en la cual el sistema portante se hacía
visible y llenaba de carácter la vivienda. Así mismo, la circulación permanecía
de forma continua y permitía la permeabilidad del espacio vacío.
En
el aspecto perceptivo, Le Corbusier buscaba, por medio del arte, (…)“establecer
un contacto emocional que transmitiera un significado”[5]. Bajo
este criterio, elementos como la fachada libre, la ventana alargada y la
terraza-jardín relacionan el proyecto con su entorno natural, estableciendo
relaciones entre los espacios interiores y los exteriores.
Estos
elementos compositivos constituyen los Cinco
Principios de la Arquitectura de Le Corbusier. Para él, la arquitectura
debía cambiar y transformarse a partir de las necesidades de quien la habitaba.
En sus distintas obras, y bajo un orden cronológico, empiezan a aparecer elementos que hacen referencia a
dichos criterios, los cuales funcionan en la reconocida obra de la Villa
Saboye, en 1926.
Con
la mirada puesta en la evolución de la arquitectura doméstica de Le Corbusier,
resulta relevante entender el proceso sobre el cual culmina la idea de los cinco principios. Aunque son diversos
los proyectos en los cuales Le Corbusier transmite una idea de habitabilidad,
es en la Villa le Lac, en la vivienda en la cual la “máquina de habitar”
empieza a delinearse. Aparece la preocupación por la proporción y el uso de la
planta libre gracias a la estructura en hormigón armado y la importancia del
plano funcional.
La
Villa Le Lac se constituye a partir de una serie de herramientas
arquitectónicas que permiten establecer una relación entre el edificio y quién lo
habita. La distribución espacial de la Villa se hizo sin tener presente el
lugar, pero aun así, era posible identificar elementos compositivos que
sugerían una lógica de implantación. Le Corbusier logra, a partir de distintas
soluciones, que el proyecto termine siendo un elemento dependiente del lugar,
de forma que el paisaje y la vivienda su funden en uno solo. El terreno de
implantación, ubicado en Suiza a orillas del lago Léman, se nutre de relación
con la vivienda.
Consciente
de la relación frente al entorno que quería establecer, el carácter horizontal
de la casa y la relación visual con el paisaje fue enfatizado a partir de muros
con el requisito mínimo de altura, para así buscar interacciones frontales y no
verticales. Dichas relaciones partían de la intención del arquitecto por
definir un paseo arquitectónico dentro de la vivienda; el cual consistía en que
la misma arquitectura, la máquina, definiera a partir de relaciones perceptivas
las lógicas de circulaciones y permanencias.
La
casa es el primer paso en el desarrollo de las relaciones funconales que Le
Corbusier usaría en su obra. El origen de la Villa surge a partir de la
actividad. Siendo proyectada como una vivienda en la cual sus padres vivieran
sus últimos años de vida[6],
Le Corbusier se basa en los principios del racionalismo y le permite a la
arquitectura ser autónoma sobre el lugar, dándole prioridad a las necesidades
funcionales y privilegiando la atención al programa que demandaba la vivienda.
Esto constituye la idea moderna de destacar la arquitectura sobre el uso; y
define la “máquina” como el espacio estático jerárquico, dentro del cual la
función es secundaria.
En
la Villa, Le Corbusier empleó por primera vez los “trazados compositivos”,
planteando un sistema en el que (…) “los ejes configuran las vías de
circulación y definen una distribución jerárquica de las zonas de actividad[7]”.
Así, el proyecto fue contemplado como una secuencia lógica de espacios, los
cuales, a partir de su carácter, definían las funciones requeridas en su
interior.
De
igual manera, es en el diseño de la Villa le Lac, que se empieza a evidenciar la preocupación de Le
Corbusier por resolver adecuadamente las relaciones de proporción del espacio.
En ese sentido, cada actividad ligada al edificio tiene un área determinada
para su uso, donde el mobiliario
adquiere un papel importante dentro del lugar, otorgando límites espaciales y
estableciendo conexiones entre una actividad y otra. De nuevo, se refuerza la
idea de habitabilidad, donde la arquitectura es un elemento constante; en el
cuál las relaciones espaciales configuran la movilidad al interior de la vivienda,
a partir de una secuencia lógica y dirigida.
El
planteamiento compositivo de la casa parte de la resolución de las ya
mencionadas circulaciones y permanencias que el programa necesita. De esta
manera, Le Corbusier define la distribución a partir de una secuencia
ininterrumpida de espacios en la cual se sugiere un circuito semejante al de
una máquina. El concepto de circulación continua, se desarrollaría más adelante
bajo el nombre de (…) “calles internas
elevadas”[8], constituyendo otro fundamento compositivo en
la obra de Le Corbusier, a partir del cual las visuales u otras herramientas
arquitectónicas configurarían la fuerza con las que las circulaciones se
determinaban en el edificio.
Los
espacios definen las actividades requeridas, y al mismo tiempo, establecen
conexiones con otras por medio de anexos que permiten entender la casa como un
único espacio coherente. Así mismo, es capaz de transformarse sin dejar de
actuar como un conjunto. Las dimensiones de la vivienda y de sus divisiones
fueron pensadas de acuerdo (…) “a las funciones individuales para así generar
la explotación máxima del espacio.”[9]
La
distribución espacial a partir del orden funcional, constituiría el fundamento
compositivo de Le Corbusier en la gran mayoría de su obra. Este tipo de
organización respondía a trazados reguladores en los cuales, a partir de
jerarquías, se determinaba la posición y la actividad a desarrollar en cada
espacio. La búsqueda de las proporciones adecuadas determinaría la forma de
componer de Le Corbusier, así como en su influencia en la arquitectura
moderna. De igual manera, los ejes
compositivos de la Villa Le Lac, la transformación del lugar a partir del
mobiliario y la jerarquización de espacios, serían principios fundamentales en
el diseño de la Unidad Habitacional, en la cual la concepción de la
arquitectura doméstica de la década de 1920, dotada de la relación con la
naturaleza, adquiriría una escala monumental y que luego se establecería como
un modelo a seguir en la construcción de la vivienda multifamiliar.[10]
En
su diseño original, ya se evidenciaba un lenguaje similar al que Le Corbusier
plantearía en años posteriores. La casa evidencia la transición entre las idea iniciales
de Le Corbusier, y su desarrollo hasta los cinco
principios de la arquitectura. La presencia de una planta libre que
permitiera la continuidad del paisaje y de la actividad, hacía referencia a un
lugar que configuraría el edificio y su relación visual. Así mismo, a partir de
los planteamientos iniciales del arquitecto, en los cuales las viviendas partían
de volúmenes básicos y prismáticos, Le Corbusier busca que la forma muestre una
geometría pura. A modo de paralelepípedo rectangular, estrecho y alargado, un
pequeño voladizo sostenido sobre columnas
se muestra en uno de sus costados, como si se tratase de una caja
horadada y transformada por el paisaje, a partir de la interpretación de (…) “la
arquitectura como un único generador de volúmenes puros”[11], tal
cual lo describe en la Casa Citrohan.[12]
De
igual manera, la Villa representa en
su composición, la dependencia de la arquitectura sobre el entorno. La
continuidad del paisaje en los grandes ventanales y las terrazas habitables
constituyen el primer ejemplo de arquitectura moderna en el cual Le Corbusier
aplicó los principios de la arquitectura.
Desde
el ingreso, todo elemento secundario pierde fuerza frente a la potente relación
visual que establece la ventana de más de 11mts de longitud con el lago en el
que remata. Así, la villa es el máximo exponente de la arquitectura doméstica
de Le Corbusier, a partir de las
relaciones visuales y exteriores que la fundamentan.
Si
bien el arquitecto era consciente de que la referencia al entorno constituía
una primera aproximación a la escala urbana, en la Villa se hace presente la
idea de la unidad del proyecto con cada uno de los elementos que se fortalecen
a su alrededor. En este sentido, Le Corbusier proponía que la arquitectura
definiera el espacio colectivo, en el cual cada proyecto poseía una relación
directa con los demás edificios que lo circundaban.
El
trascendental aporte cultural de Le Corbusier a la arquitectura, es motivo
suficiente para examinar la evolución de su pensamiento, y comprender que el
significado de sus aportes se logra apreciar a partir del proceso adquirido en
obras como la Villa Le Lac. Las soluciones que en ella se presentan, pasarían a
ser las características fundamentales y paradigmáticas del racionalismo
arquitectónico.[13]
Así,
la rigurosidad acerca de la proporción, el uso del material como generador de
atmósferas y contrastes perceptivos; y la importancia dada al plano funcional,
son algunas de algunas de los aportes que lograron establecer a Le Corbusier como
una de las figuras clave de la arquitectura moderna. En ellas, exalta la idea
de habitar la máquina como una experiencia extemporánea. La continuación del
movimiento se refleja en su pensamiento; la arquitectura actual simboliza sus
ideas y tiene en él, y en su obra, un máximo referente.
Bibliografia.
- FRAMPTON, Kenneth.
Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. Editorial Gustavo Gili. Edición
2010
- LE CORBUSIER. Una
Pequeña Casa. 1925. Archivo Web. P. 1y 2
-
JEANNERET-GRIS. L’Espirit Nouveau. Hacia
una Arquitectura. Poseidón, Barcelona, 1978.
- BAKER, H.
Geoffrey. Le Corbusier -Análisis de la Forma. Editorial Gustavo Gili,
Barcelona, 1997.
- http://unalhistoria3.blogspot.com/2014/02/villa-le-lac-le-corbusier.html
- Trabajo y Ensayo de Daniel Roa.
Imágenes Collage
-
Parte Inferior Izquierda. Retrato de Charles Édouard Jeanneret, conocido como
Le Corbusier. Por Morten Lonvig. 2000.
-Parte
Superior Izquierda.
La idea de Proporción. Estudio
de colores para las logias de la Unitè d’Habitation, Le Corbusier, Marsella (Francia)
,1951.
-Fondo
y Parte Central Derecha. La idea de Purismo. Design for a tapestry in the
Parliament Building,Chandigarh. Le Corbusier. 1961
-Parte
Inferior Derecha. Exterior Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24
-Parte
Inferior Derecha. Interior Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24
-Parte
Central Izquierda. Fotografía Le Corbusier. Autor Desconocido. 1957
Imágenes Villa Le Lac
-
Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24. Fotografía Exterior.
Fuente:
http://www.mimoa.eu/projects/Switzerland/Vevey/Le+Petit+Maison+Villa+Le+Lac
- Villa Le Lac. Diseño
de Le Corbusier, Suiza 1923-24. Fotografía Exterior.
Fuente:
http://arquitecturadelacasa.blogspot.com/2013/03/villa-le-lac-le-corbusier.html
-
Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24. Fotografía Interior
Fuente: www.domusweb.it/en/architecture/2013/08/28/an_atlas_of_modernlandscapes.html
-
Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24. Fotografía Exterior.
Fuente:
http://www.mimoa.eu/projects/Switzerland/Vevey/Le+Petit+Maison+Villa+Le+Lac
[1] LE CORBUSIER. Una Pequeña Casa (1925) Edición 2005. Editorial
Infinito. P.10
[2] BAKER, H. Geoffrey. Le Corbusier -Análisis de la Forma. Editorial
Gustavo Gili. P.90
[3] BAKER, H. Geoffrey. Le Corbusier -Análisis de la Forma. Editorial
Gustavo Gili. P.86
[4] FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna.
Editorial Gustavo Gili. P.153
[5] JEANNERET-GRIS. L’Espirit Nouveau. Hacia una Arquitectura. Edición 2006. Editorial Poseidón. Barcelona.
P.21
[6] LE CORBUSIER. Una Pequeña Casa (1925) Edición 2005. Editorial
Infinito. P.12
[7] BAKER, H. Geoffrey. Le Corbusier -Análisis de la Forma. Editorial
Gustavo Gili. P.85
[8] FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna.
Editorial Gustavo Gili. P.153
[9] LE CORBUSIER. Una Pequeña Casa (1925) Edición 2005. Editorial
Infinito. P.40
[10] FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna.
Editorial Gustavo Gili. P.226
[11] LE CORBUSIER. Una Pequeña Casa (1925) Edición 2005. Editorial
Infinito. P.20
[12] FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna.
Editorial Gustavo Gili. P.155
[13] FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna.
Editorial Gustavo Gili. Prefacio Cuarta Edición
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