martes, 18 de noviembre de 2014

Villa Le Lac, Corseaux, Vevey, Suiza (1922-1924) Arquitecto: Le Corbusier






  FACULTAD DE ARTES – ESCUELA DE ARQUITECTURA Y URBANISMO
  HISTORIA DE LA ARQUITECTURA III
 ANDRÉS FRANCISCO RENGIFO MARTÍNEZ  Cód. 25061543    Grupo  2

Proyecto: Villa Le Lac    Lugar: Corseaux, Vevey, Suiza  Año: 1922-1924 Arquitecto: Le Corbusier

LA EVOLUCIÓN DE LA ARQUITECTURA DÓMESTICA
El papel desempeñado por Le Corbusier durante el desarrollo arquitectónico del siglo XX, ha sido determinante para la evolución del pensamiento artístico en años posteriores. Si él es considerado como un renovador de la arquitectura moderna, probablemente se deba a su cuestionamiento frente a la forma de habitar, y su (…)“constante crítica a una tradición cultural en deterioro”.[1]
Le Corbusier, protagonista en la escena moderna, crece bajo influencias extremadamente variadas e intensas; las cuales influyen en su pensamiento frente a la arquitectura y el arte. El contexto de la época evidenciaba la necesidad del orden; no solo a nivel arquitectónico, sino también  a nivel cultural. Por lo tanto, una de las primeras imágenes de la adolescencia de Le Corbusier debió ser una ciudad industrial, reticulada y sumamente racional.
Es interesante ver el desarrollo del núcleo familiar en la vida de Le Corbusier. Sus padres, calvinistas, eran partidarios de la visión maniquea del mundo, la cual podría haber sido el origen de su mentalidad dialéctica, y de la constante necesidad de involucrar contrastes en su obra. El dualismo será determinante dentro su arquitectura, y un recurso constante en la solución de la vivienda.
Le Corbusier realiza diversos viajes por Europa y Asia Menor, lo cual le permite vivir numerosas experiencias que se sintetizan en sus primeras obras de vivienda. En ellas, se percibe una primera aproximación a la lógica interna de la casa, en la cual el objeto arquitectónico es estático, y la experiencia de habitarlo es dinámica y complementaria.
La década que transcurre desde su primera casa construida en La Chaux-de-Fonds en 1905, y su traslado a París en el año 1916, constituye la evolución de las primeras ideas de Le Corbusier sobre la arquitectura doméstica. Estas definen una búsqueda por ampliar su conocimiento sobre el carácter sociocultural de la vivienda, el cual le permite desarrollar un criterio racional sobre la función de la casa. El desarrollo de esta idea, culminará en la célebre frase del arquitecto; “la vivienda es una máquina de habitar”.
La vivienda ha sido el punto de partida de la arquitectura moderna.  La importancia adquirida por Le Corbusier en la época moderna se resume en la frase dicha anteriormente. Su interpretación de la  arquitectura doméstica se define a partir de la interacción de quién habita, con el espacio mismo.
Durante los años siguientes, el desarrollo de la vivienda se consolidaría en la construcción de Villas. La idea doméstica sería cercana  a la de “Casa Palacio” renacentista, la cual se hace realidad en la obra de Le Corbusier a dos escalas diferentes, y con pensamientos socioculturales relacionadas pero independientes. Ambas, hacen referencia a la idea de máquina; una a escala doméstica y otra a escala urbana. La primera, es la  Villa Burguesa individual y aislada, haciendo referencia a Palladio, y cuyos mejores ejemplos se evidencian en las viviendas construidas a finales de la década de 1920. La segunda, es la vivienda colectiva, influenciada por la idea de palacio barroco, que evocaría las nociones de falansterio de Charles Fourier, tal como se evidencia en la Unidad Habitacional de Marsella.
Es, a partir de estas ideas que Le Corbusier expresa su  deseo de desarrollar las connotaciones de su arquitectura en un carácter urbano. Así, traslada las mismas relaciones que plantea en la vivienda, pero  a una escala monumental, donde el emplazamiento llega a ser la razón fundamental en la forma de construir.
Sin embargo, para comprender el significado fundamental de la arquitectura de Le Corbusier, se deben examinar las múltiples influencias de las cuales se ve rodeado el arquitecto, y que determinan sus primeras ideas sobre el espacio y la residencia familiar. Es, en base a este último punto, que Le Corbusier desarrolla la primera etapa de su arquitectura en la década de 1920. La concepción de vivienda, dotada de un fuerte vínculo con el entorno natural, constituyó un cambio en la forma de interpretar la arquitectura en el siglo XX. Fue en este periodo, en el cual Le Corbusier trabaja en la idea de cambiar el mundo a partir de la arquitectura, y más específicamente, a partir de la vivienda.
El desarrollo de la “máquina de habitar”, se consolida como un proceso continuo durante la obra de Le Corbusier, en la cual la Villa constituye el punto de partida de su arquitectura. Dependiente del contexto inmediato y de la relación exterior-interior, empieza un proceso de abstracción en el cual los primeros proyectos del arquitecto surgen de una idea conceptual y funcional; en la cual, la idea del purismo, y de la arquitectura funcional determinan las relaciones espaciales. Así, la “máquina” adquiere un carácter extemporáneo; es constante y siempre se comporta igual. Por otro lado, el término habitar constituye la idea de la memoria, de la experiencia que llena el espacio y lo hace útil.
En su obra, la construcción de villas aparece como un proceso de perfeccionamiento de la casa, cercano a una búsqueda en  la cual (…)“una nueva concepción del arte reemplazaría el modelo de la casa antigua”[2]. El “periodo de las villas” se entiende como una etapa  en la cual Le Corbusier ordena la vivienda a partir de un pensamiento racional.
Las primeras Villas de Le Corbusier fueron una manifestación de ruptura con los esquemas modernos. A partir de la experimentación y el uso de (…)“la geometría como sistema de organización”[3], Le Corbusier establece mediante un proyecto, la Villa Saboye, los criterios compositivos fundamentales para la concepción de una vivienda. A partir de lógicas internas, y una minuciosa exploración de las relaciones espaciales, el arquitecto determina elementos arquitectónicos que enriquecen las cualidades de la vivienda, y ofrecen una lógica de relaciones del edificio con el individuo.
Las decisiones compositivas que determina Le Corbusier, constituyen un perfecto dialogo entre los criterios racionales y los perceptivos. Por un lado, su intención era dejar de lado el ornamento y exaltar la estructura y la pureza del material. Para ello, define dos premisas que configurarían su evolución en la arquitectura doméstica; (…)“el entramado estructural y la ciudad proyectada sobre pilotes”[4], estableciendo así una planta baja libre en la cual el sistema portante se hacía visible y llenaba de carácter la vivienda. Así mismo, la circulación permanecía de forma continua y permitía la permeabilidad del espacio vacío.
En el aspecto perceptivo, Le Corbusier buscaba, por medio del arte, (…)“establecer un contacto emocional que transmitiera un significado”[5]. Bajo este criterio, elementos como la fachada libre, la ventana alargada y la terraza-jardín relacionan el proyecto con su entorno natural, estableciendo relaciones entre los espacios interiores y los exteriores.
Estos elementos compositivos constituyen los Cinco Principios de la Arquitectura de Le Corbusier. Para él, la arquitectura debía cambiar y transformarse a partir de las necesidades de quien la habitaba. En sus distintas obras, y bajo un orden cronológico, empiezan a  aparecer elementos que hacen referencia a dichos criterios, los cuales funcionan en la reconocida obra de la Villa Saboye, en 1926.
Con la mirada puesta en la evolución de la arquitectura doméstica de Le Corbusier, resulta relevante entender el proceso sobre el cual culmina la idea de los cinco principios. Aunque son diversos los proyectos en los cuales Le Corbusier transmite una idea de habitabilidad, es en la Villa le Lac, en la vivienda en la cual la “máquina de habitar” empieza a delinearse. Aparece la preocupación por la proporción y el uso de la planta libre gracias a la estructura en hormigón armado y la importancia del plano funcional.
La Villa Le Lac se constituye a partir de una serie de herramientas arquitectónicas que permiten establecer una relación entre el edificio y quién lo habita. La distribución espacial de la Villa se hizo sin tener presente el lugar, pero aun así, era posible identificar elementos compositivos que sugerían una lógica de implantación. Le Corbusier logra, a partir de distintas soluciones, que el proyecto termine siendo un elemento dependiente del lugar, de forma que el paisaje y la vivienda su funden en uno solo. El terreno de implantación, ubicado en Suiza a orillas del lago Léman, se nutre de relación con la vivienda.
Consciente de la relación frente al entorno que quería establecer, el carácter horizontal de la casa y la relación visual con el paisaje fue enfatizado a partir de muros con el requisito mínimo de altura, para así buscar interacciones frontales y no verticales. Dichas relaciones partían de la intención del arquitecto por definir un paseo arquitectónico dentro de la vivienda; el cual consistía en que la misma arquitectura, la máquina, definiera a partir de relaciones perceptivas las lógicas de circulaciones y permanencias.
La casa es el primer paso en el desarrollo de las relaciones funconales que Le Corbusier usaría en su obra. El origen de la Villa surge a partir de la actividad. Siendo proyectada como una vivienda en la cual sus padres vivieran sus últimos años de vida[6], Le Corbusier se basa en los principios del racionalismo y le permite a la arquitectura ser autónoma sobre el lugar, dándole prioridad a las necesidades funcionales y privilegiando la atención al programa que demandaba la vivienda. Esto constituye la idea moderna de destacar la arquitectura sobre el uso; y define la “máquina” como el espacio estático jerárquico, dentro del cual la función es secundaria.
En la Villa, Le Corbusier empleó por primera vez los “trazados compositivos”, planteando un sistema en el que (…) “los ejes configuran las vías de circulación y definen una distribución jerárquica de las zonas de actividad[7]”. Así, el proyecto fue contemplado como una secuencia lógica de espacios, los cuales, a partir de su carácter, definían las funciones requeridas en su interior.
De igual manera, es en el diseño de la Villa le Lac, que  se empieza a evidenciar la preocupación de Le Corbusier por resolver adecuadamente las relaciones de proporción del espacio. En ese sentido, cada actividad ligada al edificio tiene un área determinada para su uso, donde  el mobiliario adquiere un papel importante dentro del lugar, otorgando límites espaciales y estableciendo conexiones entre una actividad y otra. De nuevo, se refuerza la idea de habitabilidad, donde la arquitectura es un elemento constante; en el cuál las relaciones espaciales configuran la movilidad al interior de la vivienda, a partir de una secuencia lógica y dirigida.
El planteamiento compositivo de la casa parte de la resolución de las ya mencionadas circulaciones y permanencias que el programa necesita. De esta manera, Le Corbusier define la distribución a partir de una secuencia ininterrumpida de espacios en la cual se sugiere un circuito semejante al de una máquina. El concepto de circulación continua, se desarrollaría más adelante bajo el nombre de  (…) “calles internas elevadas”[8],  constituyendo otro fundamento compositivo en la obra de Le Corbusier, a partir del cual las visuales u otras herramientas arquitectónicas configurarían la fuerza con las que las circulaciones se determinaban en el edificio.
Los espacios definen las actividades requeridas, y al mismo tiempo, establecen conexiones con otras por medio de anexos que permiten entender la casa como un único espacio coherente. Así mismo, es capaz de transformarse sin dejar de actuar como un conjunto. Las dimensiones de la vivienda y de sus divisiones fueron pensadas de acuerdo (…) “a las funciones individuales para así generar la explotación máxima del espacio.”[9]
La distribución espacial a partir del orden funcional, constituiría el fundamento compositivo de Le Corbusier en la gran mayoría de su obra. Este tipo de organización respondía a trazados reguladores en los cuales, a partir de jerarquías, se determinaba la posición y la actividad a desarrollar en cada espacio. La búsqueda de las proporciones adecuadas determinaría la forma de componer de Le Corbusier, así como en su influencia en la arquitectura moderna.  De igual manera, los ejes compositivos de la Villa Le Lac, la transformación del lugar a partir del mobiliario y la jerarquización de espacios, serían principios fundamentales en el diseño de la Unidad Habitacional, en la cual la concepción de la arquitectura doméstica de la década de 1920, dotada de la relación con la naturaleza, adquiriría una escala monumental y que luego se establecería como un modelo a seguir en la construcción de la vivienda multifamiliar.[10]
En su diseño original, ya se evidenciaba un lenguaje similar al que Le Corbusier plantearía en años posteriores. La casa evidencia la transición entre las idea iniciales de Le Corbusier, y su desarrollo hasta los cinco principios de la arquitectura. La presencia de una planta libre que permitiera la continuidad del paisaje y de la actividad, hacía referencia a un lugar que configuraría el edificio y su relación visual. Así mismo, a partir de los planteamientos iniciales del arquitecto, en los cuales las viviendas partían de volúmenes básicos y prismáticos, Le Corbusier busca que la forma muestre una geometría pura. A modo de paralelepípedo rectangular, estrecho y alargado, un pequeño voladizo sostenido sobre columnas  se muestra en uno de sus costados, como si se tratase de una caja horadada y transformada por el paisaje, a partir de la interpretación de (…) “la arquitectura como un único generador de volúmenes puros”[11], tal cual lo describe en la Casa Citrohan.[12]
De igual manera, la     Villa representa en su composición, la dependencia de la arquitectura sobre el entorno. La continuidad del paisaje en los grandes ventanales y las terrazas habitables constituyen el primer ejemplo de arquitectura moderna en el cual Le Corbusier aplicó los principios de la arquitectura.
Desde el ingreso, todo elemento secundario pierde fuerza frente a la potente relación visual que establece la ventana de más de 11mts de longitud con el lago en el que remata. Así, la villa es el máximo exponente de la arquitectura doméstica de Le Corbusier, a partir de  las relaciones visuales y exteriores que la fundamentan.
Si bien el arquitecto era consciente de que la referencia al entorno constituía una primera aproximación a la escala urbana, en la Villa se hace presente la idea de la unidad del proyecto con cada uno de los elementos que se fortalecen a su alrededor. En este sentido, Le Corbusier proponía que la arquitectura definiera el espacio colectivo, en el cual cada proyecto poseía una relación directa con los demás edificios que lo circundaban.
El trascendental aporte cultural de Le Corbusier a la arquitectura, es motivo suficiente para examinar la evolución de su pensamiento, y comprender que el significado de sus aportes se logra apreciar a partir del proceso adquirido en obras como la Villa Le Lac. Las soluciones que en ella se presentan, pasarían a ser las características fundamentales y paradigmáticas del racionalismo arquitectónico.[13]
Así, la rigurosidad acerca de la proporción, el uso del material como generador de atmósferas y contrastes perceptivos; y la importancia dada al plano funcional, son algunas de algunas de los aportes que lograron establecer a Le Corbusier como una de las figuras clave de la arquitectura moderna. En ellas, exalta la idea de habitar la máquina como una experiencia extemporánea. La continuación del movimiento se refleja en su pensamiento; la arquitectura actual simboliza sus ideas y tiene en él, y en su obra, un máximo referente.
Bibliografia.
- FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. Editorial Gustavo Gili. Edición 2010
- LE CORBUSIER. Una Pequeña Casa. 1925. Archivo Web. P. 1y 2
-  JEANNERET-GRIS. L’Espirit Nouveau. Hacia una Arquitectura. Poseidón, Barcelona, 1978.

-  BAKER, H. Geoffrey. Le Corbusier -Análisis de la Forma. Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 1997.

- http://unalhistoria3.blogspot.com/2014/02/villa-le-lac-le-corbusier.html - Trabajo y Ensayo  de Daniel Roa.

Imágenes Collage


- Parte Inferior Izquierda. Retrato de Charles Édouard Jeanneret, conocido como Le Corbusier. Por Morten Lonvig. 2000.
-Parte Superior Izquierda. La idea de Proporción. Estudio de colores para las logias de la Unitè d’Habitation, Le Corbusier, Marsella (Francia) ,1951.
-Fondo y Parte Central Derecha.  La idea de Purismo. Design for a tapestry in the Parliament Building,Chandigarh. Le Corbusier. 1961
-Parte Inferior Derecha. Exterior Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24
-Parte Inferior Derecha. Interior Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24
-Parte Central Izquierda. Fotografía Le Corbusier. Autor Desconocido. 1957
Imágenes Villa Le Lac


- Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24. Fotografía Exterior.
Fuente: http://www.mimoa.eu/projects/Switzerland/Vevey/Le+Petit+Maison+Villa+Le+Lac
- Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24. Fotografía Exterior.
Fuente: http://arquitecturadelacasa.blogspot.com/2013/03/villa-le-lac-le-corbusier.html
- Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24. Fotografía Interior
Fuente: www.domusweb.it/en/architecture/2013/08/28/an_atlas_of_modernlandscapes.html

- Villa Le Lac. Diseño de Le Corbusier, Suiza 1923-24. Fotografía Exterior.
Fuente: http://www.mimoa.eu/projects/Switzerland/Vevey/Le+Petit+Maison+Villa+Le+Lac


[1] LE CORBUSIER. Una Pequeña Casa (1925) Edición 2005. Editorial Infinito. P.10
[2] BAKER, H. Geoffrey. Le Corbusier -Análisis de la Forma. Editorial Gustavo Gili. P.90
[3] BAKER, H. Geoffrey. Le Corbusier -Análisis de la Forma. Editorial Gustavo Gili. P.86
[4] FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. Editorial Gustavo Gili. P.153
[5] JEANNERET-GRIS. L’Espirit Nouveau. Hacia una Arquitectura. Edición 2006. Editorial Poseidón. Barcelona. P.21
[6] LE CORBUSIER. Una Pequeña Casa (1925) Edición 2005. Editorial Infinito. P.12
[7] BAKER, H. Geoffrey. Le Corbusier -Análisis de la Forma. Editorial Gustavo Gili. P.85
[8] FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. Editorial Gustavo Gili. P.153
[9] LE CORBUSIER. Una Pequeña Casa (1925) Edición 2005. Editorial Infinito. P.40
[10] FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. Editorial Gustavo Gili. P.226
[11] LE CORBUSIER. Una Pequeña Casa (1925) Edición 2005. Editorial Infinito. P.20
[12] FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. Editorial Gustavo Gili. P.155
[13] FRAMPTON, Kenneth. Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. Editorial Gustavo Gili. Prefacio Cuarta Edición

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