Casa estudio en Tacubaya, Ciudad de Mexico, 1947 – 1948
BARRAGAN
El sonido del silencio
Por: Héctor Alexander Merchán Munévar
Luis Barragán, un Mexicano nacido en Guadalajara, arquitecto de profesión quien dedicó toda su vida y sus esfuerzos por moldear un estilo muy particular, su estilo, muy único que muchos han intentado reproducir e imitar pero nadie ha podido duplicar o igualar su trabajo. La obra de este gran artista fue al igual que la de muchos arquitectos de la modernidad, la utilizacion de elementos arquitectónicos para crear un juego sensorial incomparable lleno de sombras, luces, colores, texturas, sonidos y sentimientos, que solo un mente privilegiada y perseverante como la de Barragán lograría completar
¿Y porque es considerado importante este arquitecto? ¿En especial porque es considerada tan importante su Casa estudio? Para contestar estos interrogantes debo hacer un pequeño repaso a la vida y experiencia de Luis Barragán, la cual se divide básicamente en 3 etapas, la primera: sus primeros pasos en la arquitectura, la segunda: la influencia de Le Corbusier y la tercera la búsqueda de su propio estilo.
La primera etapa de su vida transcurre desde su nacimiento en 1902 hasta aproximadamente 1931, su infancia se desarrolla en los ranchos tradicionales Mexicanos, específicamente en la Hacienda de Corrales, la casa familiar en la Sierra del Tigre, en la provincia de Jalisco, antes de continuar hay que mencionar que el provenía de una rica familia criolla terrateniente, durante los años que vivió en estas austeras viviendas vernáculas mexicanas y los conventos tradicionales mexicanos, se crea en él un sentimiento de nostalgia por aquella forma de vivir la cual el apreciaba y valoraba mucho, nostalgia que lo acompañaría hasta el final de sus días. En 1923 recibe el título de ingeniero civil con especialidad en obras hidráulicas (posiblemente de ahí su pasión por el agua) y en 1924 empieza a estudiar arquitectura en Europa de una forma bastante particular, no se sentaba en un banquillo frente a una mesa con un instructor, en un taller o en una universidad; su aprendizaje de la arquitectura se produjo al recorrer Europa y detenidamente observar las bellas obras arquitectónicas de este continente, una de estas obras que deja una huella indeleble es la Alhambra de Granada, en España revelándole estos jardines el legado que el buscaba. Una vez terminado este fascinante “estudio” que realizo barragán en Europa vuelve a México para ejercer como arquitecto y obviamente colocando como principal referente aquellos ranchos mexicanos que tanta nostalgia causaban en su ser.
Pasando a esta segunda etapa de su vida estaría el cambio y la sumatoria de nuevos ideales y técnicas en el trabajo de Barragán y es la llegada de la radical modernidad, donde empieza esa guerra interior entre lo tradicional y lo contemporáneo, entre el pasado y el presente, en la idea de la modernidad le deja una huella indeleble que lo acompañaría igualmente hasta el final de sus días, este encuentro con la modernidad ocurre después de que el visitara varias obras de Le Corbusier en Francia tales como Villa Savoye o el ático de Beistegui, después de esta experiencia vuelve a México a seguir ejerciendo como arquitecto pero ya dejando de lado aquella nostalgia por el pasado, sino llenando sus planos de elementos futuristas o contemporáneos, con una febril actividad constructora trabaja incansablemente durante poco más de 10 años implantando ese elemento de modernidad en las masas urbanas, hasta que en 1940 Barragán simplemente se aburre, se aburre de no tener toda la libertad que quisiera en el diseño de sus composiciones, ya que el afirmaba que era algo clientelista lo que él hacía, supliendo los gustos y las necesidades de unos pocos adinerados y se “aleja” de la arquitectura, pero esto no quiere decir que abandono su profesión, lo que realmente sucede es que abandona la profesión del arquitecto para complacer a otros para ejercer la arquitectura para complacerse a sí mismo, en aquel momento en 1940 entra a esa nueva etapa de su vida y quizás la de mayor importancia de toda su carrera la cual lo catapulta directamente a ser uno de los mejores arquitectos del siglo XX.
Durante el “desencanto” por la arquitectura llega un momento de reflexión y de silencio en su vida, un alto en el camino, un punto en que los mejores aspectos de su vida se fundirán para generar una de las mayores obras en la historia del arte en cuanto arquitectura se refiere, este paréntesis o alto en el camino en la vida de barragán se extendió por 5 años, después de estos 5 años y de mucha meditación y reflexión renace en él, la llama y la pasión por el construir y da el primer paso para la concepción de su obra maestra y es la adquisición de los terrenos en la colonia Tacubaya (en idioma náhuatl lugar donde se junta el agua) en la ciudad de México, una colonia tradicional de la ciudad de México llena de caseríos, vecindades, tiendas de abarrotes, talleres y fondas, un tanto insegura, pero porque esta colonia? Barragán argumenta que esta colonia conservaba aquella tradición de la vivienda vernácula mexicana, en estos terrenos empezó a diseñar los jardines privados para su complacer su gustos y fascinaciones, que a su vez le servirían para suplir los gastos de la que sería su casa definitiva.
Los terrenos de unos 4000m² ubicados sobre la calle de General Francisco Ramírez estaban divididos básicamente en 3 partes, uno el “jardín de muestra” terreno de mucha especulación en el que Barragán pretendía dejar sus jardines privados, un terreno alargado que al final le serviría para pagar las enormes cuentas generadas por la construcción de la casa, otro de los terrenos es la casa ortega o conocida como la casa de “ensayo” de Barragán, esta fue la residencia del arquitecto mientras diseñaba y participaba en el proceso constructivo de la que sería su casa definitiva, su casa estudio. Después la casa Ortega fue hipotecada y finalmente vendida con el mismo fin de sus jardines de muestra: pagar las grandes cuentas que le generaba su casa, y por ultimo está el terreno de la casa estudio, levantada en los números 12 y 14 de esta calle General Francisco Ramírez. Comienza entonces con el proceso de esta casa una obra sencilla, austera, clara, íntima y abstracta, llena de una enorme dosis de color, con una particular fascinación por el agua.
Sus obras a partir de este momento (incluidas la casa ortega y la casa estudio) se ven profundamente marcados por el estilo del movimiento moderno de la arquitectura específicamente por el de Le Corbusier y en el ático de Beistegui (1930) se convierte en el punto de referencia de Barragán, donde está denominada “máquina para vivir”, lugar íntimo, aislado como elemento independiente del resto de las construcciones con una estrecha relación con sus jardines y una fascinación por los patios; como espacios más íntimos de las construcciones.
Dentro de los conocimientos que muchas personas afines a la arquitectura pensaran que es contradictoria la idea de que un patio sea el espacio más íntimo de una construcción, pero más adelante aclarare él porque es el elemento más íntimo de la casa estudio, donde el grado de abstracción es enorme, en el cual se chocan la metafísica, la tradición, las nuevas tendencias, los sentimientos; en especial la soledad y el silencio con el fin de llegar a una casa ideal, a un espacio de reencuentro del ser humano con sí mismo, un espacio aislado del exterior, que se olvide de las grandes aglomeraciones urbanas que tiene en su periferia, que sea una pequeña isla dentro del monstruo de la ciudad, una maquina especialmente diseñada para despertar emociones y percepciones del que está observando.
Dentro del ejercicio de analizar la obra del arquitecto, en el ponernos en los zapatos del arquitecto y ver lo que el arquitecto vio y pensó, hare una afirmación que puede valedera o no, y es que ¿Barragán porque buscaba el silencio en sus construcciones? ¿Porque no usaba elegantes ornamentos así como en el ático de Beistegui, si disponía de los recursos para hacerlo? ¿porque los materiales que usaba eran prácticamente vírgenes, materiales intervención prácticamente nula?, de ahí el nombre que le otorgó a este escrito, “el sonido del silencio” porque en medio del silencio permite que los sentidos tengan una mejor percepción los materiales, las texturas, los colores, las sombras y las penumbras, estos elementos al final tocan una sutil sinfonía, una sinfonía que solo Barragán conocía a plenitud, esta sinfonía compuesta por Barragán pretendía explotar al máximo la virtud de cada ladrillo, de cada puñado de tierra, de cada pañete de los muros, de cada sombra que chocaba contra una de sus paredes coloreadas y producía una bella penumbra que invade el espacio como una tierna caricia, ese es el sonido embebido en medio del silencio, que puede parecer que no cuente nada, pero esta nos está contando los pensamientos de Barragán, como era la mente del genio.
Y en que consiste la casa Barragán? Una laberíntica construcción de 3 niveles, con solo dos fachadas identificables, una da a la calle, la otra da al jardín, con una clara experimentación de patios ubicados en el primer y tercer piso de la construcción, básicamente dividida en 3 secciones claramente delimitadas y definidas , una es la casa como tal, donde se encuentra la habitación del artista, las habitaciones de huéspedes y demás áreas de servicios, en el otro extremo de la casa se encuentra el taller de Barragán, y entre estos dos espacios se encuentra la sala-biblioteca, espacio simplemente fascinante lleno de abstracción, simbolismos y matices usado como marco y transición donde los cánones tradicionales de diseño son mutados hábilmente por el señor Barragán.
Barragán uso las sombras y reflejos que generaba los espacios dentro de su casa, leves resplandores de colores generados por la diversidad cromática con la cual fueron pintadas las paredes de esta casa, en el cual cada habitación es autónoma, independiente, un mundo aparte, un edificio dentro de un edificio, comunicado por pequeños y estrechos pasadizos que lo hacen laberintico, siempre en busca de generar la sorpresa del observador que al entrar a una habitación encuentre un nuevo juego de sensaciones, de luces y de sombras.
Teniendo los ingredientes con los cuales Barragán compuso su sinfonía que son: la mutación del patio como elemento icónico de la construcción, valor emocional y compositivo que le otorga a los jardines, el manejo de cambios de nivel para dar mayor jerarquía a determinados espacios de la casa, la negación del exterior, la búsqueda del silencio y reencuentro con las emociones, el poco uso de ornamentos, la diversidad cromática y de texturas dentro de los elementos de la construcción así como el uso de la penumbra como elemento que permite crear una atmosferas diferentes en cada espacio me permite hacer un breve análisis de algunos de los espacios de la casa
Lo primero a describir es su fachada, que es bastante austera, alineada con las fachadas de las casas en su periferia, un tanto descuidada, refleja lo que es la masa urbana que lo rodea, sencilla, sin nada “espectacular” o ausente de algún elemento que la diferencie de las otras casas, a excepción de su escala, consta de 2 accesos uno para el taller y el otro para la residencia de Barragán, una entrada para el garaje y pequeñas ventanas meticulosamente dispuestas con fines específicos. Otro aspecto importante en la casa estudio es que los espacios de servicios están dispuestos hacia la fachada de la casa. Este artista dispuso la fachada así para negar el exterior, al restarle importancia al exterior le agregaba muchas más importancia al jardín interior.
Luego está la portería lo cual es un momento de “shock” al entrar en la casa, al encontrar este filtro sensorial, un largo pasillo dorado, lleno de luz, resaltado con un impactante piso negro hecho de roca volcánica casi en su estado natural, más que ser un espacio de espera o de transición es un espacio donde los sentidos se alistan para ver el interior de la casa. Luego llega al vestibulo un espacio único cargado de abstracción, texturas, luces y sombras. Paradójicamente causa la sensación de estar en un patio interno, posee el mismo piso de roca volcánica negra casi virgen resaltado con unos muros de un tenue color rosa, que al chocar la luz en ellos generan una cálida y apasionada luz rosada que envuelve el ambiente, a un costado se encuentra la escalera estereotómica, que parece estar suspendida en el aire marcada por el enorme cuadro dorado de Mathias Goertiz este cuadro con el fin de reflejar luz y resaltar las grandiosas paredes de color rosa.
Cruzando el vestibulo se llega al estar- biblioteca, uno de los espacios más importantes que es un gran vacío de paredes blancas para mantener esa serenidad y armonía en el espacio, espacio de doble altura, en el cual hay elementos muy particulares en estas dos habitaciones y es que ningún elemento “toca” el techo, por ejemplo hay grandes vigas en madera que flotan en el aire ya que no tocan el techo, las puertas nunca llegan hasta el techo siempre existe un vacío entre el límite de las puertas y el techo, las divisiones entre espacios son pequeños muros a modo de biombos, esto genera la continuidad de un solo espacio, un solo gran y basto espacio que tiene 3 elementos muy especiales en su composición, el primero la ventana que da a la calle, una ventana con grandes marcos de madera que le da mucha profundidad a la ventana que sirve únicamente para iluminar la biblioteca Barragán no quiere mostrar nada importante detrás del el vidrio de este ventanal por eso ubica esta ventana amas de un nivel de altura, en el otro extremo esta encarnada la teoría de Barragán, un inmenso ventanal que sirve únicamente de admiración hacia el jardín. El estar sirve como marco y la pintura esta al fondo y es el jardín que organizo barragán; se mezcla lo desordenado, lleno de luz y salvaje del jardín con lo sereno, armonioso y delicado del estar, es donde barragán logra su equilibrio tan anhelado. Otra función que cumple este espacio es servir de transición entre la casa de huéspedes y del taller, donde rompe los cánones de diseño y nos muestra lo maravillosa y fascinante que puede llegar a ser un elemento de transición que de todas formas es un espacio de permanencia. Otro elemento artístico que tiene la biblioteca es la escalera que comunica con las zonas privadas, esta escalera empotrada a la pared hecha en madera, un plano que se desdobla y ligereza el espacio y convierte este elemento cotidiano en una pequeña obra de arte, suspendida en el aire flotando que comunica los espacios de una forma tenue y delicada, elemento que no solo es funciona, sino que es una obra de arte dentro de otra obra de arte.
Atravesando por cada uno de los diferentes espacios se observa cómo se reafirman la teoría de barragán de empujar la casa hacia el centro, hacia ese nuevo mundo creado al interior de la casa, negando lo exterior, y que al ir avanzando por este bello laberinto y de habitaciones tales como el comedor, o la habitación donde el genio dormía con su esposa, se ve el dinamismo de esta casa en la cuales los pequeños muros bajos que están en la primera planta dividiendo los espacios, se van convirtiendo en muros más altos, pero ese umbral superior va desapareciendo, “la casa se va desnudando” y es así como finalmente se llega a ese espacio más privado de la casa, el patio ubicado en la tercera planta, muchos pensaran que un patio en el último piso de una casa es una terraza y que dé privado no tendría nada, pero Barragán con un genio incomparable logro que si fuera un gran espacio privado, en el cual levanta enormes muros altos alrededor de este patio en forma de “L” que conforman una especie de muralla alrededor de este espacio; por eso se convierte en un espacio privado e íntimo, ubicando elementos monolíticos y esbeltos llenos de textura y colores para realizar un juego de sombras absolutamente increíble, difícilmente existan palabras para describir lo que se siente al observar las fotografías de este espacio, los reflejos, luces y sombras que generan producen en el ser humano una lluvia de emociones, sensaciones, sentimientos; se convierte en ese espacio silencioso, pero que a su vez habla y relata todo lo que el arquitecto pensaba y sentía al diseñarlos, cuyo único umbral superior es el cielo, el cielo enmarca esta bella obra de arte, y se genera esta bella obra de arte.
Un aspecto que solo después de mucho analizar sobre esta obra es que cada una de esas 3 secciones de la casa Barragán tenía su propio espacio de meditación abierto al cielo, la zona de vivienda tenía el magnífico patio ubicado en el tercer piso de la construcción, la sala-biblioteca tiene esos hermosos y tan especulados jardines de Barragán y el taller tenía su pequeño patio de menor escala pero no deja de ser igual de importante a el patio del tercer nivel, y este es el patio de las ollas, el cual la tradición mexicana está claramente marcada, el color y su fascinación por el agua convierte a este espacio en un sutil pero elegante lugar de silencio, ubicado contiguamente a el salón más grande de su taller, donde también nos da otra lección muy importante, que un espacio no necesita tener dimensiones monumentalitas para ser importante y estar lleno de simbolismo y abstracción
Barragán, un artista incomprendido, que en medio de su sutileza, nos deja una lección de rebeldía, de rebelarse en contra de lo que no nos agrada, un hombre que nos invita a la experimentación, a cambiar los órdenes ya propuestos de la arquitectura para proponer nuevas e innovadoras ideas que en un inicio seguramente serán criticadas y despreciadas, pero que muy posiblemente más adelante tendrán el valor que merecen, Barragán un artista que se cansó de trabajar para otros y complacer sus gustos y caprichos y decidió aventurarse y construir para él mismo y es así que con toda la perseverancia y calma alcanza su objetivo: la concepción de lo que él creía un buen espacio y la creación de su propio estilo, a su gusto, simple, austero, pero sofisticado, cargado de abstracción que nos relata la felicidad, la tristeza, la nostalgia, que sintió Barragán al diseñar, valiéndose de elementos vernáculos mexicanos y de las nuevas tendencias modernas influenciadas por el Gran Le Corbusier y es así como este gran hombre fue el primero en conseguir que una propiedad privada fuera considerada por la UNESCO una de las obras patrimonio de la Humanidad, y conocida por ser una de las mejores obras arquitectónicas del siglo XX
Bibliografía
⦁ LUIS BARRAGAN FRENTE AL ESPEJO, Antonio Ruiz Barbarin, Fundación Caja de Arquitectos Colección arquia/tesis núm. 26, Barcelona (España) 2008
⦁ CASA LUIS BARRAGAN http://www.casaluisbarragan.org/
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