Luigi
Figini e Gino Pollini
Villa
Figini, Milán, Italia, 1934-1935.
El arquitecto y su casa en la historia de la
arquitectura moderna.
Por: Diana Marcela Castillo Sierra
Figini
y Pollini, arquitectos racionalistasa del siglo XX, pertenecían a M.I.A.R.
(Movimiento Italiano de Arquitectura Racional), este fue un grupo, cuyas ideas
fueron mucho más fuertes que las primeras propuestas por el racionalismo, lo
que llevó a que las obras llegarán a ser demasiado revolucionarias y por
consiguiente no se lograron adaptar adecuadamente a un régimen autoritario,
régimen que prevalecía en la época.
Pertenecían al Grupo 7, grupo que surgió en paralelo al movimiento de la
postguerra, lo que dio lugar a una nueva ideología que consistía en integrar la
lógica con la racionalidad.
Todo
lo anterior llevó a que los arquitectos pertenecientes al grupo aportaran con
sus proyectos la ida de arquitectura moderna que se basa en la funcionalidad y
economía, además de armonía y belleza, adicionalmente, querían mezclar el
monumentalismo clásico con la abstracción moderna, y se centraban en la
eliminación del ornamento, dejando solamente lo esencial, lo práctico y
funcional para cada situación.
Para
la construcción de la Casa Figini, toman como referente los cinco principios de
la arquitectura moderna propuestos por Le Corbusier, por lo que la construcción
está sostenida sobre pilotes que permiten la condición de planta libre, lo que permite
tener una fachada libre de elementos estructurales, las ventanas son corridas,
permitiendo una visual horizontal y continua del paisaje, además de una
iluminación que llega a todos los espacios de la composición y por último una
cubierta ajardinada, dedicada a actividades de ocio.
Para
el movimiento racionalista el crear transparencias tanto en interiores como en
exteriores, era fundamental. Esto lo lograban construyendo fachadas de vidrio o
metálicas con pilares internos y pisos volados; permitiendo la fusión y
superposición de espacios, creando ambientes funcionales, principio del
movimiento: funcionalidad y economía
En
la Casa Figini, los arquitectos no solo se basan en dichos puntos, aspectos,
características y principios ya mencionados, sino que para lograr esa armonía,
entre los elementos recurren a la
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a.
La arquitectura
racionalista se basa en el empleo de volúmenes geométricos elementales,
proporcionados y armónicos. No hay elementos ornamentales porque las
proporciones del conjunto y la distribución de los volúmenes que lo componen
deben lograr una sensación estética, sin recurrir a los adornos. El
racionalismo tiene como grandes representantes al suizo Le Corbusier y a los
arquitectos de la Bauhaus. Arquitectura en la primera mitad del siglo XX, José
Ángel Martínez, Profesor Geografía e Historia, IES Eladio Cabañero
proporción
aurea o regla de orob inscrito todo en un rectángulo de 18m*5.5m,
repitiendo dos veces la proporción en el sentido longitudinal del rectángulo
(Imagen 1).
Una
explicación que Figini daba al hecho de mantener sostenido el proyecto sobre
pilotes, era el no pasar por encima de la creación, sino crear un diálogo y
tener una relación directa con el entorno natural, con lo cual afirmaba “Tantos
arquitectos, geómetras e ingenieros han aplastado la naturaleza. Yo por el
contrario he dejado (o mejor he querido) que la naturaleza dominase mi
arquitectura. Pero yo no lo llamo exactamente dominio, sino afectuoso dominio o
mejor aún, afectuoso abrazo”1
Una
de las frases reconocidas de Figini, con base en los principios de la
arquitectura, teniendo en cuenta que aplicar estos a sus proyectos los harían
muy austeros, pero funcionales fue: “la riqueza que se consigue no es menor,
sino más secreta y buscar la perfección nunca va a ser sencillo.”2 De
esta forma si miramos este proyecto en el presente, con criterios actuales,
logramos identificar, la relación directa en cuanto a diseño y construcción.
Figini
y Pollini en su diseño, emplearon en la última planta del proyecto, una
relación directa con el cielo; por lo que de antemano, este espacio se podría
definir con tipología de casa patioc, pero en realidad lo que se
crea es una terraza con planos verticales que limitan la visual horizontal, uno
de estos planos tiene una ventana con las características del movimiento
moderno, es alargada, la cual enmarca el paisaje, para este espacio se podría
traer en mención el concepto de habitar en la arquitectura racionalista “El
espacio interno, aquel espacio que, no puede ser representado completamente en
ninguna forma, ni aprehendido ni vivido, sino por experiencia directa, es el
protagonista del hecho arquitectónico.”3
Uno
de los principios de esta arquitectura es el de construir lo ortogonal,
característica que es evidente en todo los elementos de la obra, desde la
estructura del pórtico, los muros verticales de cerramiento hasta el entramado
de los pisos, siendo este cuadriculado; la habitación de la planta alta, y las
zonas sociales de la planta baja, también cumplen con este principio.
La
idea de los arquitectos de este movimiento, era hacer útil en la vida diaria
todos los elementos, así fuesen constructivos; es decir un elemento como la
viga, puede ser utilizado como herramienta funcional en el habitar diario, hecho
que afirma Norberg-Schulz, “El hombre básicamente se orienta a ´objetos´, es
decir, se adapta fisiológica y tecnológicamente a las cosas físicas”4
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b.
La regla de oro
es una proporción entre medidas. Se trata de la división armónica de una recta
en media y extrema razón. Esto hace referencia a que el segmento menor es al
segmento mayor, como este es a la totalidad de la recta. -http://www.fotonostra.com/grafico/reglaaurea.htm
1.
Colombo, Cesare.
(1971). Case che durano. 1935. L´abitazione di un architetto. Abitare 167,
1978.
2.
Figini, Luigi.
Movimiento Italiano de Arquitectura Racional, Grupo 7. Milán. 1935.
c.
La casa patio es un tipo de vivienda en la que las permanencias están organizadas en
torno a un patio central privado, con limitación en la visual
horizontal y total libertad en la vertical. http://es.wikipedia.org/wiki/Casa_patio
3.
Zevi, Bruno. (1941). Saber ver la
arquitectura. Buenos Aires, Poseidón Editora, 1941,20.
4. Norberg-Schulz,
Christian. (1975). Existencia, espacio y arquitectura. Editorial Blume,
Barcelona, 1975,9
La
arquitectura racional presente en la obra de los arquitectos Figini y Pollini,
también quiere despejar las composiciones de decoraciones sobrepuestas, por lo
que ellos, a través de la pintura o detalles netamente arquitectónicos, en este
caso con el color blanco utilizado en las paredes que se extienden por toda la
casa, expresan y hacen sentir al habitante, la pureza, la neutralidad y la luz
de su arquitectura. Este detalle
decorativo y a la vez arquitectónico se relaciona directamente con el entorno
de la misma por encontrarse rodeada de vegetación; lo que los arquitectos usan
como parte de su composición, tomándola como barrera natural para impedir el
paso de la radiación, manteniendo una temperatura ambiente confortable, ya que
al estar ubicada en Milán, Italia las temperaturas en verano son muy altas, logrando
así, la manera garantizar una mayor ventilación, con el diseño de terrazas junto
a los espacios de estadía.
Como
descripción física de la casa con respecto al ornamento usado en el siglo XX en
la modernidad, la casa tiene lo necesario, el ornamento desaparece y los
elementos estructurales, se vuelven funcionales, desde el exterior, la casa es
bastante sobria, con fachadas lisas, libre de ornamento, a medida que se va
accediendo a la casa se ven las escaleras que crean la transición entre el
espacio más público de la composición, (vegetación en el exterior) y la planta
baja son rectas que demarcan un acceso sobrio, sin descanso a la mitad del
recorrido, que casi pasan desapercibidas ante la vista. Al acceder, una pequeña ante sala recibe al
visitante, libre de todo ornamento, nos damos cuenta que es el mobiliario el
encargado de darle a la composición el carácter decorativo. Luego una gran zona
social delimitada por muros austeros y blancos; con otro mobiliario diseñado
por el mismo arquitecto, llegamos a la conclusión de que son estos los únicos
elementos ornamentales de toda la casa, además de un material constructivo que usan
en las terrazas, no muy evidente a la vista, ellos usaron muy sutil y
medidamente un mármol pulido. Siendo este detalle el causante de darle el carácter
de modernidad a la casa, puesto que las terrazas son la vista de las zonas
sociales, los arquitectos incluyeron dichos espacios teniendo en cuenta el
criterio de Le Corbusier frente a estos, ya que él las definía como esa “extensión
del espacio único de la vivienda que es la habitación”5, y esto
se evidencia en estas dos significativas terrazas a lado y lado de la
habitación principal. En este mismo piso se encuentran los espacios de
servicio, en el lado opuesto a la terraza.
Así
como se pensaba en crear esa relación interior-exterior para vincular las
actividades que se realizan en la vivienda como las de esparcimiento y ocio,
Figini y Pollini lo resolvieron ubicando el exterior en el interior, para
realizar estas actividades de ocio en la misma vivienda pero en lugares
diferentes sin interrupción de los demás.
Dentro
de la zona social, se encuentran las escaleras de dos tramos en “L” que llevan
a la planta alta donde se encuentra la habitación principal con vista a la
terraza de la planta baja; la idea de crear estos nuevos espacios como los
patios y las terrazas, además de ser parte compositiva del proyecto, para los
arquitectos Figini y Pollini era la condición de traer la naturaleza al
interior de la casa sin tener necesidad de pasar un vano y encontrarse en el exterior. Basándome en una
de las explicaciones dadas en clase, encuentro que Figini y Pollini, utilizan
la naturaleza como parte compositiva y además como
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5. Le
Corbusier. (1929) CIAM II (Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna)
su
propio ornamento, “si una pintura es ornamento, ya que se puede quitar a la
hora de no quererla, las ventanas que enmarcan el paisaje, también lo serían”6
Esta
idea surgió tras las consecuencias que trajo consigo la Revolución industrial;
Esto lo justifica Darío Álvarez en uno de sus libros “A partir de la entrada
en crisis de los grandes principios, cuando la nueva arquitectura comenzó a deslizarse hacia
derroteros más complejos, el patio fue recuperado en ciertos ámbitos para hacer
posible la creación de paisajes en el interior de los edificios”.7
Ellos
como arquitectos racionalistas aportaron a la modernidad la idea de integrar la
naturaleza y la ciudad en un elemento contenedor o como lo definió Le Corbusier
en sus principios de la arquitectura, en “La máquina para vivir”, el equilibrio
como composición y funcionalidad en cuanto llegar a integrar
la
naturaleza es realmente racionalista, la idea de componer un proyecto para
lograr resolver temas estructurales con elementos que a la vista fuesen
compositivos pero que en realidad fuesen funcionales como tener “un jardín
interior, pero al mismo tiempo una casa en el jardín”8.
La
simplicidad formal de sus proyectos, la planimetría y el juego de la luz
conjunto a la perspectiva y el espacio arquitectónico, la espiritualidad y la
poesía hacen parte fundamental de sus composiciones.
Tanto
Figini como Pollini decían que era conveniente no ser parte del grupo de
arquitectos “que tienen la manía de edificar, que mudan hoy lo redondo en
cuadrado, y mañana lo cuadrado en redondo” 9 ya que como he
mencionado anteriormente, ellos siguiendo su línea del racionalismo se
dedicaban a construir en base a lo ortogonal, proporcionado y armónico sin
ornamento, pensando en que sus construcciones iban a ser del agrado de todo el
mundo, y no solo de su dueño y del arquitecto, para esto lo que ellos querían
transmitir con la forma de diseñar eran los conceptos, sin necesidad de
letreros, sino que, la arquitectura hablase por sí misma.
Para
concluir con las ideas racionales de los arquitectos trabajados, queda por
decir que la austeridad es la característica que predomina sobre sus obras, la
intención de cambiar la forma de ver la arquitectura, para llegar al punto en
el que se podría decir que “La evolución cultural equivale a la eliminación
del ornamento del objeto usual”10. De esta forma, llegaríamos a
pensar que el ornamento desde ese momento deja de ser lo primordial para ellos
como se veía en las épocas anteriores ya que se empieza a usar sin relación
alguna con el medio y ahora se emplea por un gusto propio y no porque tenga algo
que ver con la época, sin embargo, Figini
y Pollini consideran que es el momento de dejar a un lado el ornamento.
Sin
pertenecer a CIAM los arquitectos
trabajados es notoria la influencia de estos congresos en su obra, piensan en
la economía, la planificación, la opinión pública, la arquitectura, la relación
interior-exterior, el habitar, el esparcimiento, el trabajar y el circular.
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6. Urrea,
Tatiana. (2014). “Clase de historia” Universidad Nacional de Colombia.
7.
Álvarez, Darío. (2007). “El jardín en la
arquitectura del siglo XX”. Barcelona: Editorial Reverté, S.A. 291
9.
Erasmo, Desiderio. (1467). Elogio de la
locura. Barcelona. Imprenta de Jose Tauló, 1842, 126.
10. Loos,
Adolf. (1908). La arquitectura del siglo XX. Ornamento y Delito. 49
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