VIVIANA
ALEXANDRA SANCHEZ
CASTRO
HISTORIA DE LA ARQUITECTURA III
CASA SANTA ANA –
GERMAN SAMPER GNECO, Bogotá, Colombia (1955)
CONFORMACION E IMPORTANCIA DE LA VIVIENDA “EL
REFUGIO”
Como describe el
mismo Samper, en su libro GERMAN SAMPER- La evolución de la vivienda “La mejor
experiencia que puede tener un arquitecto, es la vivencia en su propia casa”;
para mí es difícil imaginar a quien estudie esta carrera sin la ambición de
algún día llegar a construir la casa de sus sueños, vivir en ella y disfrutar
cada momento en que se camine por sus pasillos, se recorran sus habitaciones y
se deleite del fruto que ha nacido de la experiencia, el estudio y sacrificio
vivido para así llegar a volver realidad cada muro, puerta, vano, espacio,
ambiente de ese cálido refugio del ser humano, ¿ Quién no disfrutaría de un
lugar hecho a medida de los gustos de sí mismo? Y a esto se suma el que gracias
al ahínco de su ser ha llegado a materializarse tan amado proyecto.
La casa Santa
Ana, denominada así por el barrio en que se encuentra, es aquel “Refugio” del
arquitecto bogotano, que en palabras de él: “representa la historia de mi
familia. Muchos arquitectos sucumben a la tentación de diseñar y amoblar la casa
para mostrar a la gente y publicarla en revistas. La mía por el contrario es
una casa con historia, rodeada de todos los objetos entrañables y siempre se ha
adaptado a nuestras necesidades”; de estas palabras no hay duda, porque la casa
ha sido testigo de la evolución del arquitecto, los recuerdos que creó junto a
su familia y del inmenso amor que le tiene a esta vivienda, la cual comenzó a
edificar al año posterior de su regreso de París y que ha sido su hogar hasta
el presente, al que ha tenido que modificar a medida que pasa el tiempo para
que como él dice, se adapte a sus necesidades; para mí es un lugar muy cálido,
aunque cada espacio se ve casi saturado de mobiliario, la realidad es que cada
objeto está dispuesto de tal manera que vuelve el espacio acogedor, percibiendo
un ambiente familiar y que guarda en cada una de sus partes un sentimiento, un
significado que sólo ellos podrían entender completamente, pero que emociona a
quien se halle frente a tan bella composición.
La casa Santa
Ana inicialmente se componía como un volumen blanco, en la parte alta de una
colina, de cierto modo corbusiana, a excepción de su cubierta a dos aguas y los
aleros; tiene un porche delantero que ha durado ya más de 50 años. En la
mudanza la pareja y sus dos hijos no tenía casi muebles, apenas disponían de
una mesa para el comedor, una cama y un piano, el ultimo, un instrumento de
gran importancia para Samper, ya que su madre fue pianista y él disfrutaba su
música más que nadie.
Con el tiempo los
miembros de la familia aumentaron, recibiendo como bendición a dos niñas, con
la llegada de la tercera hija fue irremediable realizarle una renovación a la
casa; de esta manera el arquitecto colombiano relata las modificaciones: “La
llegada de la tercera hija, requirió una reforma importante de la casa. Surgió
un bloque lateral para las alcobas de
los hijos mayores, se cambió la posición de la escalera, que permitió ampliar
la sala, integrándose un espacio extraño con comedor, sala, piano y cama
matrimonial.”
“Un comedor
aislado se pegó al muro de atrás del vecino, que tenía un hermosos muro de
piedra casi suelta, a la manera de las cercas de hacienda. Se construyó un
altillo para la hija mayor. El blanco cedió a una combinación de colores ocres,
que le cambiaron la fisonomía y la volvieron más cálida.”
“Así duro la casa hasta que los hijos ya universitarios, comenzaron la emigración natural. Nos quedamos con una casa demasiado grande. Había varios caminos: Trasladarnos a un apartamento, imposible por el temperamento de mi esposa y el mío. Una casa que se ha vivido, no se puede dejar, es parte del patrimonio de la familia, allí están los recuerdos de los momentos más íntimos. Otra opción era tumbarla y construir un edificio de apartamentos, hubiera sido un crimen. Tumbar una casa es una historia de una familia.”
“Optamos por
dividirla, segunda gran transformación, aprovechando unos créditos que un banco
daba a ese tipo de operaciones. Ampliamos el área y creamos cuatro
apartamentos. Nuestra casa arriba no se tocó. Quedaron tres apartamentos para
arriendo. Los arboles siguieron creciendo, los interiores llenándose de
muebles, en las paredes el rincón de obras de la colonia, el de una piezas
modernas y el rincón oriental. Todas traídas en viajes y que una vez instaladas
allí se quedaron. Ingresan las herencias con cuadros de los abuelos y abuelas,
con muebles de estilo.”
Con la anterior
narración se puede apreciar cuán importante es su casa para Samper, pero
también la concepción general que tiene acerca del valor sentimental de una vivienda
para cualquier familia, puesto que allí ocurren los sucesos más importantes y
como él dijo “íntimos”, que quedarán en memoria de todos sus integrantes; ¿Cómo
terminar con la existencia de aquello que evidencia nuestro paso y realización
en la vida?.
EL DIBUJO, UN CAMINO PARA LA COMPRENSION
De una
interesante entrevista realizada por Angel Unfried a nuestro arquitecto Bogota
para la revista “El Malpensante”, he podido extraer ideas y por tanto conformar
los siguientes párrafos:
Germán Samper,
consideró en el dibujo, la forma más apropiada de entender el espacio, muestra
clara de ello son sus once libros con más de 4000 dibujos a mano alzada, hechos
durante cinco décadas que retratan fielmente sus experiencias y los paisajes
que le rodeaban durante sus viajes, adicional a ellos se encuentran notas
confidenciales, así, pareciéndose a un diario íntimo estos libros recogen
información compleja y valiosa de todo el proceso que la vida instauró en él,
para llegar a moldearlo como un arquitecto destacable de la contemporaneidad en
Colombia.
En su mesa de
dibujo también ubica con gran recelo las fotos de su maestro, Le Corbusier.
Precisamente fué durante sus años de aprendizaje en París que Samper comenzó a
dibujar, no recorría Francia sin tener a disposición cámara y cuaderno en mano,
sin embargo era de total predilección el trazo en papel, antes que la
fotografía, este gusto artístico, inspirado si no por le Corbusier, quién lo
motivó a captar la experiencia espacial de esta manera. A modo de ritual este arquitecto
colombiano se sentaba a trazar contornos y patrones a lápiz in situ, para luego
enriquecerlos con los detalles pertinentes, con la máxima dedicación a
pluma.
“A quien prefiere encajonarla en una cámara fotográfica, la arquitectura le deja entrever sus
claroscuros momentáneos, un gesto poético pero superficial. En cambio, a quien
consigna sus trazos en papel, le ofrece generosa los secretos de su estructura,
proporción, armonía, riqueza y sobriedad”, escribe Samper en su libro La
arquitectura y la ciudad; esta frase de Samper es totalmente entendible,
para quien asuma esta experiencia del dibujo, comprenderá en el acto, que
mientras se realiza, la persona capta con mayor facilidad los detalles inmersos
en cualquier obra, porque se repite el resultado de quién pensó y realizó lo
llegado a retratar.
Con lo anterior
se le podría también describir a Samper como un viajero incansable, recorriendo
sin fin de lugares, no solo en Colombia, adicional a ella se encontró con diversas
culturas y arquitecturas de todo el mundo, en lugares como Japón, Camboya,
Egipto, la India, ciudades latinoamericanas, apreciando de cerca grandes
rascacielos, monumentos y modernas y antiguas construcciones que sólo el recorrer el mundo podría brindarle.
Estando en presencia de tal diversidad es como se logra la adquisición de una
visión amplia, libre de los prejuicios que puede llegar a tener un solo país o
lugar y así componer obras dotadas de armonía, aun teniendo elementos
heterogéneos.
Como muestra de
su talento German Samper nos ha dejado varios íconos para la arquitectura en
Colombia como son la torre Coltejer en Medellín, el Centro de
Convenciones de Cartagena, el edificio Avianca, el Museo del Oro, la
sala de conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango, en Bogotá y ya más
privada, la casa Santa Ana.
¿ACERCA DE QUE TRATADA LA ARQUITECTURA
MODERNA EN UN CONTEXTO GLOBAL?
La arquitectura
moderna en Colombia según Silvia Arango retoma conceptos de lo que fue la
arquitectura en Europa en la década de los 20’s y 30’s, la llegada de esta
arquitectura llegó a Colombia como toda moda, costumbre y hasta tecnología de
occidente, es decir de manera posterior, con no pocos años de ventaja por el
antiguo continente.
No queda de más
aclarar que el concepto de modernidad en la arquitectura encierra un carácter
más estilístico que propiamente cronológico, por lo cual dar fechas exactas de
su comienzo y su fin es imposible. Este periodo se caracterizó por la
simplificación de las formas, la ausencia de ornamento y la renuncia consciente
a la composición académica clásica, que fue sustituida por una estética
influenciada por algunas tendencias del arte moderno )cubismo, expresionismo,
neoplasticismo, futurismo, entre otros).
En Bogotá
comienza por el diseño de residencias inspiradas en las nuevas urbanizaciones
de EEUU donde las residencias estaban aisladas, rodeadas de área verde; sin
embargo esta se acopla a Bogotá tomando un estilo propio. El uso del muro
blanco fue la característica común que determino gran parte de las
construcciones, fachadas y acabados de la época, en algunas los remates son en
concreto a la vista y ventanería con marcos en madera.
Lenguaje
arquitectónico sencillo y sin pretensiones; también se han caracterizado por
ser construcciones conformadas por volúmenes muy sólidos y herméticos. Las
cubiertas son inclinadas, lo cual favorece de gran manera, si se tiene en cuenta
el clima permanentemente lluvioso de la ciudad de Bogotá.
De la
arquitectura moderna es característico ver en las construcciones la mezcla de
distintos materiales, formas, texturas y disposición de los mismos dentro de un
espacio común, creando así diversidad de ambientes y transiciones de un espacio
a otro sin la necesidad de muros o puertas que lo puedan enmarcar.
APORTE A LA MODERNIDAD
La realidad es
que vivimos en un país en desarrollo, como todos los países de América Latina,
que la pobreza persigue a gran parte de su población y que las familias que
hacen parte de este gremio tienen derecho a una vida digna, a una vivienda que
los pueda acoger y les brinde la posibilidad de progresar.
German Samper centra gran parte de sus investigaciones y proyectos en la solución para la vivienda de la clase popular, toda su experiencia inicia al ver en persona la situación en que viven aquellas personas que no pertenecen a la clase obrera, ni media, ni mucho menos alta, aquellos de oficios informales que con sus propias manos construyen aquel refugio llamado “Hogar”.
Fernando Castillo Velasco, importante arquitecto de Santiago de Chile opino lo siguiente acerca de la obra de German Samper: “Samper se refiere a ¨la vivienda popular como la riqueza de los pobres¨, yo quiero entender con ello, que German no solo se refiere al patrimonio económico que ella significa, sino a que con esa obra la gente pobre esta cumpliendo con su sueño de conquistar su lugar de vida. De echar raíces en un suelo con su esfuerzo y voluntad se constituye en el hogar con todo el sentido de la palabra”. “Creo que si los arquitectos pensáramos en la necesaria belleza de estas obras; si pensáramos que el programa arquitectónico tiene que ser diferente al de la casa patronal porque los marginales que construyen tienen otras costumbres, necesidades y tradiciones; si pensáramos que ellos son más sociables porque se necesitan unos a otros para sobrevivir y por tanto debiéramos pensar en espacios comunes para reunirse y hacer amistad; si pensáramos en las aptitudes y capacidades que ellos tienen como constructores y como arquitectos; si cumpliéramos con todo ello, estoy seguro de que nuestras ciudades serían bellas, amables, humanas y crecerían dentro de un orden más armónico y ordenado”:
German Samper centra gran parte de sus investigaciones y proyectos en la solución para la vivienda de la clase popular, toda su experiencia inicia al ver en persona la situación en que viven aquellas personas que no pertenecen a la clase obrera, ni media, ni mucho menos alta, aquellos de oficios informales que con sus propias manos construyen aquel refugio llamado “Hogar”.
Fernando Castillo Velasco, importante arquitecto de Santiago de Chile opino lo siguiente acerca de la obra de German Samper: “Samper se refiere a ¨la vivienda popular como la riqueza de los pobres¨, yo quiero entender con ello, que German no solo se refiere al patrimonio económico que ella significa, sino a que con esa obra la gente pobre esta cumpliendo con su sueño de conquistar su lugar de vida. De echar raíces en un suelo con su esfuerzo y voluntad se constituye en el hogar con todo el sentido de la palabra”. “Creo que si los arquitectos pensáramos en la necesaria belleza de estas obras; si pensáramos que el programa arquitectónico tiene que ser diferente al de la casa patronal porque los marginales que construyen tienen otras costumbres, necesidades y tradiciones; si pensáramos que ellos son más sociables porque se necesitan unos a otros para sobrevivir y por tanto debiéramos pensar en espacios comunes para reunirse y hacer amistad; si pensáramos en las aptitudes y capacidades que ellos tienen como constructores y como arquitectos; si cumpliéramos con todo ello, estoy seguro de que nuestras ciudades serían bellas, amables, humanas y crecerían dentro de un orden más armónico y ordenado”:
Samper considera
el hecho de que las vías y construir apartamentos es demasiado claro para que
las familias de bajos recursos puedan acceder fácilmente a este tipo
disposiciones, por tanto entre los objetivos está el reducir al máximo las
carreteras y por supuesto crear viviendas para cada familia, ya que este es
también el sueño de las familias latinoamericanas; su postulado se puede
resumir principalmente en 10 puntos, que él mismo escribió de esta manera:
-Aumento de
densidad para la ciudad, lo que significa ahorro de tierra rural y posibilidad
de mejores servicios urbanos. La alta densidad es reconocida por los urbanistas
como benéfica para la ciudad en muchos sentidos.
-Diseño de casas
compactas. Los aumentos en los costos de la construcción hacen que las familias
tengan que acostumbrarse a vivir en áreas más reducidas. Los espacios
interiores tienen que ser más eficientes, Las tendencias de la construcción en
los últimos años han mostrado la verdad de esta aseveración.
-Reencuentro con
la escala humana. Los anchos de vías necesarios para los automotores habían,
además de los costos, deshumanizado las ciudades. Al interior de las
agrupaciones rescatan los espacios comunales pequeños, los recintos acogedores,
especialmente para la vida de los niños. El ser humano es más importante que el
automóvil.
-Aparición de
áreas comunales, lo cual quiere decir ingreso al régimen de propiedad
horizontal. Áreas para juegos infantiles, para salones comunales, para garajes,
para depósitos de basura. En el pasado existieron dos tipos de propiedad: la
privada y la pública. La propiedad comunal surgió con los edificios altos de
oficinas y de apartamentos. Ahora la vivienda individual también puede estar
sometida a este régimen.
- Seguridad.
Estas agrupaciones pueden tener, si lo desean, una portería de control de
entrada, tal como la tienen los edificios de apartamentos. La seguridad es hoy
día en nuestro país, una de las condiciones de habitabilidad más buscadas y
deseadas por la gente.
-Los grupos
permiten la construcción en serie, que baja costos, y permite una unidad de
conjunto arquitectónico. Los conjuntos habitacionales se benefician
estéticamente.
- Autocontrol de
ampliaciones. Los usuarios, a través de sus reglamentos, pueden ejercer el
control de las ampliaciones, lo que resulta beneficio para el mantenimiento de
una calidad espacial.
-El automóvil se
pone en su lugar. Queda en garajes vecinos a la vivienda y no que en espacios
reservados a las personas.
-Se desarrolla
un sentido de comunidad entre vecinos necesario para la convivencia ciudadana,
para la educación de la juventud y para la vida urbana. Es una nueva civilidad.
- Nace un nuevo
patrón urbano, que se basa en reglas y normas urbanas, pero dentro de ellas
tiene total libertad de expresión. Son los nuevos patrones los que cambian la
fisonomía de las ciudades.
German Samper no solo piensa en economizar,
sino en que el ambiente en el que vivan estas personas sea ameno con toda su
gente, les brinde una buena calidad de vida y les permita mirar hacía un futuro
más prospero.
IMAGENES
German Samper y
Le Corbusier en su taller, en París.
Piano de la Familia.
Habitaciones al interior de la vivienda.
exterior de la vivienda.
COLLAGE
BIBLIOGRAFIA
-Samper, German. La Arquitectura en la ciudad. Bogotá, Colombia.
-Samper, G. (2003). GERMAN SAMPER- La evolución en la vivienda.
Bogotá, Colombia: Ed. Escala.
-http://elmalpensante.com/index.php?doc=display_contenido&id=2144
http://www.a57.org/articulos/resena/La-vivienda-de-German-Samper
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