viernes, 24 de abril de 2015

Casa Ugalde. Cataluña, España. 1952




Casa Ugalde. Cataluña, España. 1952
José Antonio Coderch

APORTE DE JOSE ANTONIO A LA ARQUITECTURA MODERNA
Por: Linda Sofía Zuluaga Laguna

La Casa Ugalde se implanta en las sinuosidades de una ladera sobre la costa mediterránea española. El proyecto se adapta espléndidamente al lugar: A su topografía en la determinación de los niveles porque asume como suyo lo natural cuando inserta las distintas alturas de la casa en el escalonamiento de la ladera, con lo cual da un carácter orgánico a algo inorgánico; al paisaje, porque logra fundir arquitectura y ambiente en un elemento único y dinámico; y a todo lo que la naturaleza misma le brinda porque aprovecha cada aspecto del lugar para enriquecer el proyecto.
La arquitectura de Coderch destaca el espacio ocupado, su lugar de implantación, al considerar el ambiente físico que envuelve la vida; logra fundir en uno solo arquitectura y territorio, proporcionando a la edificación una identidad a partir de su entorno y al lugar un nuevo significado a partir de su ocupación. Ahora se ha generado una unión indisoluble en la que lo edificado necesita de ese único lugar y a la vez el lugar perdería su identidad al separarse de la construcción.
Siempre existió en Coderch un afán por huir de lo urbano, de la homogeneidad generada por la industrialización, de ese tecnicismo que sostiene la producción en masa. Siempre buscaba una nueva forma de habitar basándose en la reinterpretación de la privacidad, componiendo así espacios con diferentes niveles de intimidad; en la Casa Ugalde los espacios privados aunque tienen muy definido su carácter, también se pueden abrir a lo colectivo y aquellos espacios que son muy abiertos para desarrollar las actividades sociales pueden generar a la vez momentos de plena intimidad en donde solo se relacionan persona y arquitectura o bien, persona y paisaje.
Coderch estaba convencido de que la arquitectura que su sociedad necesitaba no podía emerger espontáneamente, ni por medio de la producción industrializada. El generó una matriz en la cual se puede desarrollar el “vitalismo dinámico[1] con el que se desenvuelve la vida cotidiana, tal vez fue este el mayor aporte de Coderch, pues con la inquietud por propiciar ese tipo de espacios (en medio de los cuales el protagonismo se lo lleva la vida misma, la acción de habitar) ha logrado una arquitectura que no es protagonista por sí sola, sino por la relación con su entorno y sus habitantes, una arquitectura hecha de silencios que se concentra solamente en buscar lo esencial, lo que es realmente importante.
La generación a la que pertenece este arquitecto critica la rigidez lineal de la arquitectura planteada por arquitectos como Le Corbusier. Coderch, en cambio, se caracteriza por el empirismo como es propio de toda la cultura española en la que no se da tiempo a clarificaciones teóricas, sino que se enriquece con todos los principios e ideas que son ajenos pero que de una u otra forma marcan su cultura con un perfil y una singularidad casi enigmática. Podríamos incluso decir que esta posición polémica que Coderch asume frente a su sociedad, se expresa de una manera tangible en la casa Ugalde, cuando vemos cómo un muro que es absolutamente liso y estucado es inesperadamente interrumpido por la roca en su estado original; pasa de ser algo que no incomoda, que pasa desapercibido, que no dice nada; a ser una textura que se hace notar, que se siente, que inquieta, que alza su voz. Estos acabados rugosos estarán presentes siempre en la obra de Coderch llenándola aún más de simbolismo.

Una de las mayores características de la arquitectura de Coderch son su claridad y sencillez y aunque no siempre la Casa Ugalde sea el ejemplo más literal de esto, sí que es verdad que allí también se puede comprobar: los recorridos de esta casa revelan esa claridad y también hablan de aquel recorrido personal de Coderch, una sucesión de reflexiones que llevan hasta un final placentero. La composición de las fachadas nos habla de la sencillez con la que este arquitecto resuelve los problemas a los que se enfrenta, es una manera correcta y llena de significado sin llegar a lo exuberante, pero sin ser simplista, esto es sencillez.
La obra de este arquitecto catalán siempre fue una constante experimentación, porque estaba convencido de que la reflexión cuidadosa y detallada era la que podía generar una arquitectura que verdaderamente diera respuesta a las exigencias de su sociedad. Así, encontraba respuesta en la descomposición de los sólidos, en la trituración de la forma y en la generación de flexiones a través de los espacios. Precisamente porque todo era tan minuciosamente pensado, es que su arquitectura es tan transparente, porque no hay temor a develar el aura y la autenticidad de lo que está allí contenido, pues todo lo que ha sido creado, existe gracias a una intención.
Para Coderch era muy importante perfeccionar todo aquello que pasaba por sus manos; por eso cuando se estudia una de sus obras, se percibe claramente que nada ha sido fortuito, se ha analizado y meditado en cada detalle, cada elemento tiene un significado que bien puede estar dado por su forma, por su textura, por su posición o por su relación con otros elementos.
Otro aspecto a destacar en su obra, es el valor que se da a las diferentes formas de vida, en este caso concreto, a los árboles; se entiende que la arquitectura es habitada por seres vivos que están en constante cambio, que crecen y se desarrollan, que son dinámicos y que al ser parte de una naturaleza necesitan de ella y deben también retribuirle todo lo que han recibido, en la visita que este notable  arquitecto realiza al predio, únicamente registra en la hoja de su bitácora dos aspectos que serán determinantes en el diseño y en la construcción de la casa; uno de ellos es la arborización existente, Coderch se encarga de respetar cada uno de esos organismos vivos, y darles la importancia que merecen, la casa se abre hacia ellos, los recibe y son precisamente esos árboles algunos de los principales componentes que aportan un dinamismo a la acción de habitar y llenan de vida el ambiente.
Una de las referencias que el arquitecto toma son los ángulos visuales que enfatiza desde el predio, para capturar a manera de “obra de arte” el paisaje del entorno, con esto logra brindar a los habitantes no un cuadro suspendido en un tiempo y un espacio, sino una imagen en movimiento que cambia constantemente y que no está encuadrada con un listón sino enmarcada por arquitectura y aún más, precedida por actividades cotidianas que se desarrollan al interior de la vivienda y que dialogan con ese contexto. Lo anterior se puede confirmar revisando sus memorias del proyecto , en las que destaca las vistas panorámicas como “vistas estupendas”, él da importancia al paisaje al implantar la arquitectura, si dejamos el paisaje donde está, puede llegar a tornarse falto de sentido por su gran extensión; Coderch logra dar mayor importancia al paisaje en el momento en el que lo enmarca, porque lo acerca a la escala humana y es ahí cuando el paisaje queda vinculado al hombre, en forma extraordinaria éste se ha apropiado del lugar en armonía con él.
En definitiva, la Casa Ugalde se proyecta dando protagonismo al lugar en el que es implantada, ese lugar en mayor escala, que puede corresponder a un barrio, a una ciudad, a un departamento, a un país. En este caso corresponde al municipio catalán Caldes d’Estrac, lugar cuya riqueza natural es su mayor cualidad y que para el arquitecto no supone un obstáculo sino un desafío, es este lugar el contexto al que se amarra el proyecto y del cual se alimenta.
“El lugar es donde se localiza la arquitectura. Allí, la arquitectura se hace presente, se instala, amanece y se hace visible, al tiempo que se circunscribe en un espacio particularizado (por el paisaje y por los locales, los habitantes del lugar)”[2]
Por otro lado, Coderch aprovecha los materiales para enfatizar aún más la unión de su arquitectura con la naturaleza, se puede apreciar en las columnas de la terraza, el paso del suelo a la piedra (dejando un acabado que aunque es austero muestra la naturaleza en un grado alto de pureza) y de la piedra al estuco (mostrando una etapa mucho más artificial). Estas transiciones generan en las personas un reconocimiento de la materialidad de la casa, la teoría de la unidad, arquitectura-lugar, se vuelve palpable y eso, a mi modo de ver, es el oficio del arquitecto, convertir lo invisible en visible, lo que nadie puede tocar, en algo palpable.
En una escala menor se encuentra la vivienda, aquel espacio que acoge y condiciona el desarrollo de las actividades más básicas y rutinarias del ser humano, su cotidianidad, el lugar en donde se establecen los vínculos íntimos más importantes de la vida de una persona. La arquitectura en cuanto es vivienda, es protección, pero Coderch va mucho más allá, genera una atmósfera enriquecida, que es exclusiva de esta casa.
La vivienda en cuanto concepción propia de orden constituye para cada hombre la representación del universo, su mundo cercano y palpable, la arquitectura de alguna o muchas maneras da forma al desarrollo de las actividades más importantes de su vida y juega un papel predominante en la consolidación de ese universo, porque es desde allí, desde la intimidad y el rito diario de habitar, que se genera la adaptación al lugar del que cada cual se siente dueño y al que pertenece, su lugar.
“Por hábito se entiende toda una serie de acepciones… pero todas ellas remitiendo
a una condición ineludible de tener la potencia de definir nuestro lugar en el mundo”[3]
El núcleo de este edificio es la estancia principal o salón porque articula todos los espacios de la casa y porque desde allí se pueden apreciar las vistas que Coderch definió como estupendas y que se pueden apreciar en diferentes planos de profundidad (siendo el más lejano el horizonte marino y en un plano mucho más cercano lo árboles junto a la casa); esta estancia, es entonces, el corazón de la casa, lo cual se puede confirmar con varios elementos, como las formas geométricas que allí convergen y que muestran la particularidad y riqueza espacial de la estancia, y con las actividades de circulación y permanencia que allí se generan.
Esta estancia es protagonizada por una chimenea, lo que nos deja ver la intencionalidad del arquitecto de remitirse al origen de la palabra “hogar”, que es en un sentido práctico la búsqueda de la hoguera, la búsqueda de ese fuego que brinda luz, calor, y llena de un ambiente único el espacio. La unión de llamas que logra reunir a personas que aunque son diferentes comparten un mismo modo de vida; Coderch plantea una arquitectura futurista que da respuesta a las necesidades que el presente impone, sin olvidar los orígenes y todo lo que el pasado enseña, esto es un rasgo característico de la arquitectura moderna porque, como escribió Benévolo, “el movimiento moderno está radicado profundamente en la tradición cultural europea”[4]
El significado de recogimiento y calor que debe tener una vivienda, en la Casa Ugalde es generado por ese espacio principal en donde convergen actividades individuales y colectivas, este es el sitio proyectado para que en él se genere el diálogo y la unión entre los habitantes del lugar, un espacio que también le da importancia a la sencillez con sus acabados, está inmerso en un blanco que aparentemente no expresa nada, pero físicamente si está indicando mucho, está diciendo a sus habitantes que ellos son los protagonistas del lugar y que la arquitectura está allí para ser el telón de fondo en el desarrollo de las actividades humanas; en otras palabras, la arquitectura se reviste de sencillez para dar protagonismo a lo que encierra, la vida misma.
La modernidad se reconoce en el juego geométrico que los volúmenes tienen entre sí pero esto no surge del afán del arquitecto por buscar con su construcción lo llamativo o impactante a la vista, todo lo contrario, el pretende que su edificio se funda con la naturaleza y de ese modo el juego geométrico surge por su pretensión de ajustarse al lugar, esa es su estrategia de implantación que da como resultado una riqueza espacial y volumétrica excepcional.
En conclusión, el aporte de este arquitecto a la arquitectura moderna con la Casa Ugalde, es fundamentalmente el desarrollo de un hábitat plenamente enriquecido por el entorno natural que la implantación le brinda, lo que lleva al hombre a una mayor armonía con el entorno. Esto lo logra a través de la creación de espacios con características únicas  en donde reina la sencillez y se permite que el protagonismo sea asumido por las personas y sus actividades, así “El artista funde… a través de un difícil equilibrio, la historia y los materiales de su tierra con las exigencias de su tiempo, al cual ve a través de una viva conciencia agónica y crítica” [5]
Para la modernidad, Coderch propone que la arquitectura por ser habitada debe estar al servicio del ser humano y que no se deben exaltar las edificaciones sino que éstas deben ser el escenario en el que ocurre lo importante, un escenario cuya preocupación debe ser generar ambientes apropiados por medio de la luz, el entorno y la materialidad.
Como él mismo lo menciona en un escrito: “Necesitamos que miles y miles de arquitectos que andan por el mundo piensen menos en   Arquitectura, en dinero o en las ciudades del año 2000, y más en su oficio de arquitecto.  Que trabajen con una cuerda atada al pie, para que no puedan ir demasiado lejos de la tierra en la que tienen raíces, y de los hombres que mejor conocen, siempre apoyándose en una base firme de dedicación, de buena voluntad y de honradez (honor)”[6]





BIBLIOGRAFÍA
FOCHS, Carles (1989) “J.A. Coderch de Sentmenat 1913 – 1984”. Barcelona, Gustavo Gili
AZARA, Pedro. (2005) “El lugar y la arquitectura”, Castillos en el aire, Mito y arquitectura en Occidente. Barcelona: Gili.
CODERCH, José Antonio (1961). No son genios lo que necesitamos ahora, revista Domus. BENÉVOLO, L.  (1999). Historia de la arquitectura moderna. Barcelona: Gustavo Gili.
WEISS, Pedro (2009) La enseñanza del proyecto en arquitectura, curso “de la forma de la arquitectura” Bogotá. FOCHS, Carles (1989) “J.A. Coderch de Sentmenat 1913 – 1984”. Barcelona, Gustavo Gili

WEBGRAFÍA
Aparicio, C. (2012) Casa Ugalde
Blog Historia de la Arquitectura Moderna
Gmasarquitectura. (2013) Habitar el Entorno
Arquiscopio (2013) Casa Ugalde
Archivo El País (2009) La Casa Más hermosa del mundo
Sitio Oficial Casa Ugalde
Ferrín Ana María, (2012) Gaudí y más
ANEXOS

Imagen de la bitácora de Coderch Recuperada de: www.casaugalde.com/es



Casa Ugalde: José Antonio Coderch y Manuel Vals Imagen Recuperada de www.stgo.es



[1] SOLÀ-MORALES, Ignasi (1989) J. A. Coderch en la cultura arquitectónica europea, Barcelona, Gustavo Gili. pag . 7
[2] AZARA, P. (2005) “El lugar y la arquitectura”, Castillos en el aire, Mito y arquitectura en Occidente. Barcelona: Gustavo Gili. pag. 115
[3] WEISS, Philip (2009) La enseñanza del proyecto en arquitectura, curso “de la forma de la arquitectura” Bogotá. pag. 59
[4] BENÉVOLO, Leonardo  (1999). “Historia de la arquitectura moderna”. Barcelona: Gustavo Gili. pag. 8
[5] DONATO, Emilio (1989) “Coderch, Serenidad y exaltación”, Barcelona, Gustavo Gili pag. 9
[6] CODERCH, José Antonio (1961). “No son genios lo que necesitamos ahora”, revista Domus, pag 1

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